Rancho Las Voces: Libros / España: «4321» - Paul Auster regresa tan a lo grande... que no parece Paul Auster
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

martes, septiembre 05, 2017

Libros / España: «4321» - Paul Auster regresa tan a lo grande... que no parece Paul Auster

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Portada del libro. (Foto: EFE)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 4 de septiembre de 2017. (RanchoNEWS).– Digámoslo para empezar. Paul Auster ha sido siempre una lectura de deslumbramiento adolescente –lo que no tiene por qué ser malo, aunque el texto flaquee en una posterior revisión adulta–, un autor de novelas ideales como regalo para clases medias alfabetizadas, el artífice posmoderno de ese genial invento del marketing editorial que ha dado en llamarse bestseller de calidad, un, en definitiva, Murakami-antes-de-Murakami, orfebre de un producto literario convencional pero aderezado de los oportunos toques de azar, misterio y magia cotidiana para parecer algo distinto y más cool. Su editor actual, el sello Seix Barral del grupo Planeta, es plenamente consciente de ello y ha situado un elogio del escritor japonés y eterno aspirante al Nobel –en broma o en serio– en la faja de la edición española de la nueva novela de Auster después de siete años de silencio: 4321, escribe Daniel Arjona desde Madrid para El Confidencial.

Cuando se conoció que el estadounidense regresaba con un libro de casi 1.000 páginas –con diferencia el más extenso de la treintena que ha publicado desde que se presentó en sociedad en 1982 con La invención de la soledad–, el comentario habitual entre el lector avezado –ese que por supuesto guarda en su biblioteca un ejemplar de su éxito mundial la Trilogía de Nueva York– era algo parecido a «qué pereza». Auster llevaba ya demasiado tiempo repitiéndose, ejecutando una y otra vez –en sus mejores y peores libros y en sus infumables películas– la sinfonía habitual: un estilo eficaz sin subordinadas ni pretensiones y un argumento que lo cede todo a la contingencia y a los lances inesperados del destino.

Pues bien, si el citado lector aburrido ya del toque Auster no tiene la menor intención de hacerse con un ejemplar de 4321... se equivoca.

(otra) Gran Novela Americana

La Gran Novela Americana debe sumar un número de páginas que ronde el millar, una saga individual y/o familiar y una lección de historia americana a poder ser autocrítica. Lo curioso de la Gran Novela Americana es que, pese a las bromas, aún sea una aspiración a la inmortalidad literaria para tantos escritores dispuestos a comprarle la posteridad al diablo a cambio de su alma. Tal vez la única y verdadera Gran Novela Americana sea Moby Dick, con permiso de Huckleberry Finn, pero el intento –más o menos malbaratado– por alcanzar la cumbre ha dado estupendos novelones. Y debemos confesar que 4321 de Auster es uno de ellos.

Justifiquemos el titular. En 4321, Paul Auster no parece Paul Auster. El gusto por contar y contar sin perder el aliento que parecía languidecer en la oficina de objetos perdidos, la hipotaxis aventurera que encadena subordinadas en larguísimas oraciones que no temen naufragar en pleno Cabo de Hornos, el humor y una imaginación compleja puesta a tope de revoluciones durante siete largos años rinden claros beneficios, especialmente el que más gusta de atesorar el lector: el puro disfrute. Auster no puede dejar de ser Auster, claro, y brinda a la historia de Fergurson –que recorre la segunda mitad del siglo XX americano– cuatro versiones diferentes. Pero eso es en realidad lo de menos.

Archie Ferguson nace en el seno de una familia de judíos descreídos de Newark, Nueva Jersey, el 3 de marzo de 1947, el mismo lugar en el que exactamente un mes antes nació Paul Auster. Su historia se devana en cuatro versiones que responden a la pregunta que tortura a nuestra especie desde que la evolución topó por casualidad con ese inquietante invento que llamamos conciencia o, sencillamente, remordimiento: ¿qué hubiera ocurrido si en lugar de hacer aquello hubiera hecho otra cosa? 4321 ofrece así cuatro novelas en una, un multiverso narrativo que sirve así una estructura indudablemente atractiva pero que importa menos que el gusto recobrado por contar y contar que posee a su autor.

Kafka o Roth

Se ha comparado en varias ocasiones, con evidente exceso de pirotecnia, a Auster con Kafka y Beckett, pero la mejor manera de describir sucintamente 4321 consiste en decir que nos encontramos ante un buen –un muy buen– Roth. Con algo menos de sexo del que al gran Philip –casi– siempre le sobra, claro. En la novela de Auster, como en las de Roth, encontramos la peripecia y el drama de las familias judías americanas narradas por un inevitable trasunto del autor. En sus páginas se despliega la historia americana que arranca con el optimismo posbélico y llega a su punto culminante con el movimiento de los derechos civiles que anega el país de ruido y furia a caballo entre los cincuenta y los sesenta.

Según ha explicado Auster en entrevistas recientes: «La América de los cincuenta fue para mí una época feliz. Mi gran pasión fue siempre el deporte, aunque paralelamente desarrollé un interés desaforado por la lectura, cosa hasta cierto punto inexplicable, pues en mi casa no leía nadie». El escritor afirma a sus 70 años que ha necesitado «toda su vida» para alcanzar esta novela y duda de si tendrá fuerzas suficientes para escribir alguna más. Pero 70 años no son nada hoy y nosotros no tenemos prisa. Si necesita otros siete más para largarse otro novelón como 4321, los lectores se los concedemos encantados.

[Paul Auster visita esta semana España para presentar 4321. El martes conversará en un acto público en la Fundación Telefónica en Madrid con la periodista Marta Fernández]

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