Ciudad Juárez, Chihuahua. 29 de agosto de 2017. (RanchoNEWS).– El pasado domingo, 27 de agosto, el dibujante de cómic Manuel Bartual (Valencia, 1979) se despertó siendo el «objeto de deseo» de Cristina Pedroche en Twitter. La noche anterior, la presentadora de televisión no dudaba en afirmar en su perfil oficial:: «Pues a mí me gustaría dar las campanadas con Manuel Bartual». ¿Manuel qué?, escribe Inés Martín Rodrigo desde Madrid para ABC
Perplejo, el autor empezó entonces a ser consciente de las consecuencias del peculiar juego que hace apenas una semana empezó en la popular red social. Aprovechando las virtudes que el anonimato online ofrece a los creadores, Bartual decidió contar una historia con tintes de thriller de terror mediante tuits. Uno detrás de otro. Fogonazos de 140 caracteres, aderezados con fotografías y vídeos subidos por el propio Bartual, protagonista a su vez del relato.
La gente empezó a engancharse y, en cuestión de horas, la «tuit-movie» en la que el dibujante narraba su viaje a un hotel de la costa acechado por un supuesto clon se convirtió en sensación. Su autor, que fue «trending topic» mundial el 25 de agosto, pasó de tener 16.000 seguidores a los 412.000 actuales; entre ellos, además de la mencionada Pedroche, los futbolistas Iker Casillas y Gerard Piqué, el actor José Coronado o la Policía Nacional y la Guardia Civil. Todos ellos se sumaron al fenómeno con tuits en los que seguían el juego... aunque hubiera quien pensara que lo que Bartual relataba era cierto.
Realidad y ficción
«Sabía perfectamente que había gente que se lo iba a creer, por muy loco que fuera lo que contara. Me parecía importante que se generaran esas dos corrientes de opinión», confiesa el dibujante, aún abrumado por la expectación. Bartual, que desde el principio tuvo claro el principio y el final, desarrolló el relato con una escaleta como referencia, usando sólo el móvil y con la única ayuda de su pareja. «La historia la armé en tres días. Nadie sabía, excepto yo, cómo y cuándo acababa. Una de las cosas más chulas es la experiencia colectiva generada. Me lo he pasado como pocas veces en mi vida. Con los últimos tuits, me temblaban las manos», asegura.
Pero, ¿qué buscaba, aparte de explorar las posibilidades narrativas de un medio como Twitter? «La conclusión es que no te tienes que creer todo lo que está en la Red. Debes buscar contexto, fuentes. A nosotros con internet nos pasa lo que a nuestros abuelos con la televisión». Imposible no acordarse de Orson Welles y el pánico que logró sembrar aquel 30 de octubre de 1938 con su adaptación radiofónica de «La guerra de los mundos», de H. G. Wells. «Ahora tenemos toda la información de antemano y encontrarte con ficciones que desafían a lo habitual es muy chulo. Estoy terminando de asimilarlo. Es como si le hubiera pasado a otra persona». ¿Y qué responde a Pedroche? «Muchas gracias, pero prefiero quedarme a este lado de la cámara. Podría dirigirlo...», zanja, entre risas.
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