Rancho Las Voces: Literatura / México: Alberto Manguel; Un lector que escribe
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sábado, septiembre 02, 2017

Literatura / México: Alberto Manguel; Un lector que escribe

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El director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina. (Foto: EFE)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 25 de agosto de 2017. (RanchoNEWS).– Dice el escritor argentino-canadiense Alberto Manguel (1948): «Yo no sé cómo sobrevivimos en este mundo de angustias y de infamias sin el acceso a la literatura, que nos permite nombrar esas infamias y ese sufrimiento», escribe Virginia Bautista desde la Ciudad de México para Excélsior.

El narrador, traductor, editor y crítico literario, que ayer resultó ganador del Premio Internacional Alfonso Reyes 2017, se define, sobre todo, como un lector, «un lector que escribe», cuyo máximo interés es tener acceso a la literatura.

Nuestra especie es una especie lectora. Adquirir el hábito de la lectura es equivalente a aprender a respirar. Si no respiramos, no vivimos. Y los que prefieren no elegir la lectura, eligen una falta, una ausencia», expresa a Excélsior.

Desde su oficina en la Biblioteca Nacional de la República Argentina, en Buenos Aires, que dirige desde junio de 2016, el autor de Conversaciones con un amigo afirma que le «complace sobremanera» haber obtenido el galardón, uno de los más prestigiosos que otorga México, pues reconoce su afecto lector. «Es algo que comparto con Reyes: la idea de que la literatura nos da palabras para nombrar nuestra experiencia, y que la literatura no necesita definirse como local o perteneciente a una lengua o género. La literatura es por naturaleza universal. Un poeta griego puede nombrar nuestra experiencia argentina hasta el siglo XXI, o un novelista inglés la experiencia mexicana del siglo XX».

Entregado anualmente desde 1973 por la Sociedad Alfonsina Internacional, con una interrupción de cuatro años, de 1996 a 1999, este premio reconoce la amplia trayectoria humanista de un literato. En su primera edición, le fue otorgado al argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), a quien Manguel conoció cuando tenía 16 años y, debido a la ceguera del poeta y erudito, fue su lector de 1964 a 1968.

El autor de El viajero, la torre y la larva mereció el premio, detalla en un comunicado la Secretaría de Cultura –una de las instituciones convocantes–, por «la vocación universalista que encuentra en las letras y humanidades» y por «su carácter de excepcional polígrafo».

Manguel admite que su admiración por Reyes (1889-1959) es muy grande. «Lo descubrí a través de Borges, que lo elogiaba mucho. Después lo leí como ensayista, como poeta, como traductor. Es una de las figuras mayores de la vida intelectual de nuestro continente. Estoy muy honrado de tener este premio. Yo, como muchos de mi generación, empezamos a conocer México a través de la obra de Reyes. El pensamiento profundo de México nos llegó a través suyo, primero, y luego de Octavio Paz», señala.

Y acepta que la obra del pensador y diplomático regiomontano lo marcó definitivamente. «Visión de Anáhuac es un libro fundamental para entender México. Me gustan El cazador. Ensayos y divagaciones, el ensayo sobre la idea política de Goethe; y, claro, El deslinde, que fue uno de los clásicos del siglo XX».

México en plural


Hijo de un diplomático, Manguel vivió los primeros siete años de su vida en Israel, y su juventud en Argentina. Viajó a Europa en 1969 y trabajó en editoriales de París y Londres. Radicó en Toronto de 1982 a 2000, y en Francia hasta 2016.

El conocimiento de estas lenguas y culturas inspiró en él una obra literaria híbrida y rica. «Me siento libre escribiendo en cualquier género. Si me siento más inventivo, más aventurero, prefiero la ficción; pero si estoy en una modalidad reflexiva, más de lector, prefiero el ensayo. Siento que mis ensayos son el fruto de mis lecturas, mientras que mi ficción es el fruto de mi experiencia personal, de lo que ocurre o creo que ocurre en la vida», confiesa.

El autor de Historia natural de la curiosidad y Sol jaguar. Antología de cuentos sobre México posee un sentimiento especial por nuestro país. «Por los mexicanos en plural, porque antes de empezar a leer literatura mexicana en mi adolescencia pensaba que México era una entidad singular. Y uno empieza a leer a Juan Rulfo, a Carlos Fuentes, a Amparo Dávila, y empieza a darse cuenta de que hay muchos Méxicos, casi infinitos. Unos con más visibilidad que los pueblos autóctonos, otros donde la influencia europea o estadunidense o latinoamericana es mayor.

«Y esos Méxicos, en conjunto, forman una suerte de imagen de caleidoscopio que va cambiando en la medida que uno gira en torno a esa gran biblioteca mexicana, desde los textos mayas y aztecas hasta la literatura contemporánea», asegura.

Dice que durante su adolescencia en Argentina no había nada más exótico que México. «Nos sentíamos más cerca de Bulgaria que de ese país múltiple y extraño. Y, al pasar los años, cuando conocí a autores mexicanos y me hice de tantos amigos, me di cuenta de que hay una identidad fundamental que recuperamos en América, desde el norte de Canadá hasta el sur de la Argentina; que tiene algo en común en su reflejo frente a Europa y en sus profundas raíces indígenas».

Un poco «cansado de viajar», el autor disfruta la tranquilidad de la Biblioteca Nacional argentina. «El oficio de lector tiene muchas facetas, una de ellas es la de bibliotecario. Es la faceta con la que estoy cumpliendo ahora».

Aunque admite que esta labor no le permite seguir escribiendo. «Paso la mañana en la biblioteca, la tarde y la noche. Es una institución enorme, fundamental para la sociedad, que necesita una atención importante. Pero ya vendrá el momento de retomar la escritura», promete.

El recién galardonado con el español Premio Formentor de las Letras adelanta que vendrá a México en noviembre a la FIL Guadalajara y a recibir el Alfonso Reyes, co-organizado por el gobierno de Nuevo León y diversas universidades de esta entidad.

«Espero que ya llegando a los 70 años encuentre un puerto fijo desde el cual pueda mirar el mar sin necesidad de atravesarlo», concluye.

Lustre

Éstos son sólo algunos de los literatos que han sido galardonados con el Premio Internacional Alfonso Reyes, creado hace 44 años.

Jorge Luis Borges, 1973.
Alejo Carpentier, 1975.
André Malraux, 1976.
Carlos Fuentes, 1979.
Rubén Bonifaz Nuño, 1984.
Octavio Paz, 1985.
Alí Chumacero, 1986.
Adolfo Bioy Casares, 1990.
Juan José Arreola, 1995.
Harold Bloom, 2003.
José Emilio Pacheco, 2004.
Margit Frenk, 2006.
George Steiner, 2007.
Ernesto de la Peña, 2008.
Mario Vargas Llosa, 2010.
Eduardo Lizalde, 2011.
Fernando del Paso, 2013.
Ida Vitale, 2014.
Sergio Pitol, 2015.


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