Marcelo Luján está radicado en Madrid desde 2001. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de julio de 2020. (RanchoNEWS).- El tiempo, a veces, no transcurre: se congela. El «cuervo» Marcelo Luján –tatuado con Maradona y su mítica mano de Dios— fue víctima involuntaria de lo que escribió en uno de los cuentos de La claridad, libro con el que ganó el Premio Internacional Ribera del Duero, que publicará Páginas de Espuma el 15 de julio en España y llegará a la Argentina en agosto. Por obra y desgracia de la pandemia de Covid-19 se convirtió en el autor «más paciente» del mundo. Hace casi cuatro meses, el 10 de marzo pasado, lo llamó el escritor Fernando Aramburu, presidente del jurado, para confirmarle la gran noticia: «Enhorabuena, has ganado». La conferencia de prensa para anunciar el premio --que en 2015 ganó Samanta Schweblin con Siete casas vacías— estaba prevista para el 24 de marzo y el escritor argentino, que vive en Madrid desde 2001, tenía preparado un discurso especial para «una fecha muy oscura». Pero el sábado 14 se declaró el «Estado de alarma» en España, las librerías cerraron, la conferencia de prensa se suspendió, y el ganador firmó el contrato con una «cláusula de silencio» que lo asustó más que el confinamiento.
Sonríe, Marcelo, desde Madrid. Los músculos de su cara se liberan del tiempo congelado; salen de la jaula de discreción. Ya puede actuar como lo que es: el ganador de uno de los premios de cuentos más importantes del mundo, dotado de 50 mil euros, por un excepcional libro como La claridad; seis relatos donde aplica literariamente la técnica pictórica del claroscuro de Caravaggio: el uso de contrastes fuertes para iluminar el mal allí donde se cree que jamás podría aparecer. Pero también despliega ese «método» para destacar algunas características a las sombras del género negro, lo fantástico y lo sobrenatural. «Estos cuatro meses me tuve que desconectar y olvidar del libro. Esta semana empecé a tomar conciencia de que esto es una realidad», confiesa el escritor a Página/12. El hincha de San Lorenzo aporta una pizca futbolística al certamen literario: «Le empatamos a México 2 a 2». El Premio Internacional Ribera del Duero lo ganaron dos mexicanos: Guadalupe Nettel y Antonio Ortuño; y dos argentinos: Schweblin y ahora Luján. «Que Latinoamérica tenga tanta presencia tiene que ver con la importancia que le damos al género. El cuento no es un género menor para nosotros», subraya el autor de los libros de relatos Flores para Irene (2004), En algún cielo (2007) y El desvío (2007); y las novelas La mala espera (2009), Moravia (2010) y Subsuelo (2015), con la que ganó el Premio Dashiell Hammett en la Semana Negra de Gijón de 2016.
La entrevista de Silvina Friera la publica Página/12
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