jueves, agosto 17, 2006
Libros/ Celebran el medio siglo de «La filosofía náhuatl», de Miguel León-Portilla
Jueves 17 de agosto de 2006
El Universal
MONICA MATEOS-VEGA
E l historiador Miguel León-Portilla afirmó ayer que en la actualidad ''vivimos en un mundo bastante mítico, pero lo interesante es cuestionarse respecto de él, lo cual es ya filosofía y eso hicieron los nahuas".
La obra del autor de Visión de los vencidos fue motivo de análisis durante el encuentro La filosofía náhuatl de Miguel León-Portilla, a los 50 años de su primera edición, organizado por El Colegio Nacional, con la participación de Juliana González, Eduardo Matos Moctezuma, Mercedes de la Garza y Jaime Labastida.
La mesa redonda tuvo lugar en el Aula Magna del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y contó con la presencia del rector Juan Ramón de la Fuente.
León-Portilla puntualizó que en el México antiguo ''hubo sabios que dejaron una original visión del mundo y se plantearon problemas de interés universal".
Respuesta adecuada para escépticos
En su intervención, Eduardo Matos Moctezuma explicó que como ocurría en el pasado con algunos escritos, La filosofía náhuatl: estudiada en sus fuentes, de León-Portilla ''es la respuesta adecuada para los escépticos". En el prólogo de esa obra el sacerdote e historiador Angel María Garibay plantea la problemática de quienes se niegan a aceptar que exista una filosofía náhuatl.
Matos recordó que cuando Miguel León-Portilla se planteó escribir acerca de la filosofía náhuatl, y aun después de haber concretado ese trabajo, ''no fueron pocos los que esgrimieron la razón de la sinrazón para hacer ver que no había filosofía en los hombres de la antigua palabra. Pero su pensamiento cobró forma en las investigaciones expuestas en su texto".
La moderadora de la mesa y coordinadora de Humanidades de la UNAM, Mari Carmen Serra Puche, señaló que después de 50 años los representantes de distintas disciplinas, filósofos, historiadores y arqueólogos, festejan lo que esa obra significa para el conocimiento del mundo nahua, ''su origen y naturaleza, su destino y lo que tenían por bueno y malo".
La directora del Instituto de Investigaciones Filológicas, Mercedes de la Garza Camino, destacó que la obra del emérito universitario significó una distinta y original visión del pasado indígena de México, así como ''la apertura de una nueva luz que iluminó, desde el alma profunda de este pueblo, el conocimiento de los hombres que hablaron lengua náhuatl."
En su turno, la profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Juliana González, subrayó que para admitir la legítima posibilidad de una filosofía náhuatl hay que adentrarse en el pensamiento de esta cultura, en su propia realidad, y en ello ''es evidente que la contribución más decisiva de la obra de León-Portilla se cifra en su capacidad de penetrar en este mundo abordándolo en su propio lenguaje, sensibilidad y mentalidad, esto es, en su alteridad".
El presidente de la Asociación Filosófica de México, el poeta Jaime Labastida dijo que León-Portilla y Angel María Garibay ''han hecho que nos reconozcamos en la literatura náhuatl, en cuanto a cultura del mundo."