Un incendio consume la catedral de la Santa Trinidad, en San Petersburgo, cuya cúpula se desplomó a consecuencia del siniestroS an Petersburgo, Rusia. Sábado 26 de agosto de 2006. (EFE).- La fiscalía investiga una presunta negligencia como causa del incendio que causó el viernes enormes daños a la catedral de la Santísima Trinidad, informaron hoy las autoridades de la antigua capital imperial y actualmente segunda ciudad de Rusia.
A consecuencia del fuego se desplomaron dos de las cinco cúpulas, incluida la principal, de esa catedral ortodoxa, que se encontraba en obras de restauración.
Testigos del siniestro dijeron que cuando comenzó el incendio hubiese bastado un simple extintor para apagar las llamas, que consumieron totalmente la cúpula mayor de la iglesia, que lleva el mismo nombre de otra catedral famosa, centro del complejo arquitectónico de san Alejandro del Nevá.
El incendio comenzó en los andamios levantados en torno a la cúpula, que era la mayor de madera de Europa y donde se llevaban a cabo trabajos de restauración.
Un religioso sale de la catedral de la Santa Trinidad con uno de los cuadros que posee el recinto, el cual tiene más de dos siglos de antigüedadSegún las autoridades, el fuego pudo haber sido provocado incluso por una colilla de cigarrillo mal apagada.
Los muros del templo así como los apoyos de la cúpula mayor resistieron el embate de las llamas, lo que permitirá reconstruir la catedral, edificada en el primer tercio del siglo XIX y que es un monumento arquitectónico protegido por el Estado.
El templo, que era la iglesia de la guardia imperial del regimiento Izmáilovski, tenía capacidad para 3.000 personas, y en su interior había iconos de excelsos maestros.
La catedral de la Santísima Trinidad fue clausurada y nacionalizada por bolcheviques en 1933, y sólo después de la caída del comunismo y la desintegración de la Unión Soviética el templo fue devuelto a la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Según cálculos de expertos citados por la agencia oficial rusa Itar-Tass, la reconstrucción de la catedral tendrá un costo aproximado de 160 millones de rublos (unos seis millones de dólares) .
El pope Konstantín Parjómenko aseguró a Itar-Tass que lograron evacuar las obras de arte religiosas y otros objetos valiosos del culto y precisó que los interiores de la catedral no sufrieron daños irreparables.
“ Gracias a los bomberos, el fuego no penetró en la nave de la catedral ” , dijo Parjómenko.
Para sofocar el incendio, el servicio de bomberos empleó un helicóptero, que realizó diez vuelos y arrojó toneladas de agua sobre la catedral.
