El escritor checo.M éxico, 18 de agosto. (Notimex)- Convencido de que la literatura checa actual contiene "un alto grado de imaginación y arraigo", el escritor checoslovaco Michal Ajvaz consideró que ésta no se reduce a lo hecho por Milan Kundera (1929), por lo que instó a sus colegas a renovar la imagen de las letras de su país ante el mundo.
En su primera visita a México para participar junto a su compatriota Petr Placák en una lectura sobre su obra en el Palacio de Bellas Artes, el autor señaló la víspera que la literatura se ha desligado de los fines políticos y panfletarios, comunes durante el régimen socialista checoslovaco.
Durante la conversación con el ensayista Héctor Orestes Aguilar, Michal Ajvaz recordó que en la década de los 70 y 80, "la literatura política fue prohibida así como todo lo que no correspondía a las ideas del régimen".
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), abundó, Checoslovaquia se convirtió en un Estado socialista alineado con la desaparecida Unión Soviética y en 1968 una intervención armada puso fin a una serie de reformas impulsadas por el entonces primer ministro Alexander Dubcek, conocidas como la Primavera de Praga.
En 1989, el país europeo adoptó el multipartidismo acompañado por un abandono progresivo de la economía socialista, que se conoció como Revolución de Terciopelo y que concluyó el 1 de enero de 1993 con el país dividido en dos partes, por decisión parlamentaria, creando las repúblicas independientes de República Checa y Eslovaquia.
"En los años más duros del socialismo checo, la inspiración principal de la creación literaria, no era la política sino la imaginación que igualmente estaba prohibida y representaba una verdadera oposición del régimen", apuntó el autor de "La otra ciudad".
En su opinión, la política y la posición ideológica "tuvieron un punto de encuentro que radicaba en que la ideología era importante como impulsor de la literatura".
Michal Ajvaz (1949) ha destacado por la construcción de ambientes y personajes fantásticos, cuyos relatos están llenos de simbolismo y filosofía, técnica que adquirió después de estudiar filología y estética en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Carlos en Praga.
Tras dedicarse a diversos oficios que incluyen albañilería, conserje, guardia nocturna y achicador en la estación hidrológica de Praga, Ajvaz se dedicó desde 1994 a la literatura de tiempo completo.
Su producción literaria incluye títulos como "El retorno del viejo verano", "La otra ciudad" y "La paradoja de Zenón", así como la obra teórica "Los sueños de la gramática y el resplandor de las letras. El encuentro con Jorge Luis Borges", entre otros.
