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Una de las fotografías incluidas en la muestra (Foto: La Jornada)
M éxico, 5 de junio, 2007. (Merry Macmasters/La Jornada).- Contar la historia dentro de la historia de La Comédie Française fue lo que se propuso hace algunos años el fotógrafo francés Raphaël Gaillarde.
Y tanto se ha compenetrado con ese proyecto que prepara un libro para publicarlo en 2008.
Mientras tanto, el fotorreportero de la agencia francesa Gamma y Le Figaro Magazine exhibe una muestra de su trabajo -27 imágenes de las alrededor de 250 que hasta el momento ha hecho-, con el título La Comédie Française: alrededor de un teatro y de sus bastidores, en Casa de Donceles 66, ahora propiedad de Editorial Jus, ubicada en esa dirección, en el Centro Histórico.
La embajada de Francia facilitó la exposición para el espacio galerístico a cargo de Mayra Nakatani.
Fue a instancias de Le Figaro Magazine que Gaillarde se involucró en el ensayo fotográfico.
Desde un principio se trató de retratar la vida dentro de la compañía, cuyo origen se remonta a 1680; por eso no hay ninguna imagen con público. Muchas de las fotos fueron tomadas durante los ensayos.
Nunca se le impuso ninguna condición a Gaillarde, quien goza de total libertad para realizar su trabajo. Lo único que le pidieron fue que aparte de las fotos «'personales», también entregara imágenes para los archivos de la institución.
No todo es ver
Ampliamente conocido por las imágenes que publica en la revista National Geographic, Gaillarde expresa que La Comédie Française es un teatro de «alto profesionalismo, con un repertorio clásico y creaciones nuevas. Es una máquina en cambio continuo. Es decir, los actores pueden hacer un papel por la mañana, otro por la tarde y todavía un tercero por la noche».
Los cambios son tan radicales que, tras bambalinas, el retratista desconoce a los actores, debido a los disfraces.
Gaillarde es de la idea que para contar «la historia dentro de la historia», el lugar ideal es fuera del escenario. Está convencido de que un gran escritor podría escribir historias a propósito de actores que tal vez se enamoran de personajes ajenos al papel que interpretan. Las vidas se entremezclan, los personajes también.
«Trabajo en el ambiente de la metamorfosis, lo que vive el actor y lo que vive el público», exclama el reportero gráfico, quien se pregunta una y otra vez: ¿conseguí capturar la espera y la concentración de los actores, la transformación hasta la metamorfosis de los rostros y de los cuerpos?
Gracias a su «discreción» a la hora de trabajar, Gaillarde ya forma parte de la gran familia del teatro nacional de Francia. Y, cuando se llega a escuchar el click de su cámara, es indicativo de un momento de máximo nivel artístico. También sabe escuchar los textos, porque no todo es ver.
Por su parte, Mayra Nakatani habla de su idea de contrastar la tradición barroca del inmueble construido a mediados del siglo XVII con lo más contemporáneo del arte: «Quiero aprovechar todos los espacios de la casa con obra muy actual, inclusive, intervenir el edificio ahora que se puede. También proyectar video, porque hay un sala especial para esto».
Ya cuenta con una librería, la otrora sede de la Academia de la Lengua Española. La muestra concluirá el 30 de junio.
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