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Ensayo de jóvenes atrilistas, antes del concierto de clausura del encuentro efectuado en el CNA. (Foto: Francisco Olvera)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de abril 2009. (RanchoNEWS).- El proyecto se concretará en los próximos meses, anuncia Sergio Ramírez Cárdenas. En la agrupación binacional participarán cien niños atrilistas por cada país. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Luego de un par de años de negociaciones, en el transcurso de los próximos meses será fundada la Orquesta Sinfónica Infantil Binacional México-Venezuela, con la participación de 100 pequeños atrilistas nacionales y otros tantos de ese país sudamericano.
Así lo confirmó a La Jornada el titular del Sistema Nacional de Fomento Musical, el director de orquesta y pedagogo Sergio Ramírez Cárdenas, durante la clausura del Encuentro Nacional de Orquestas Juveniles 2009, que tuvo lugar la noche del sábado, con un concierto en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (CNA).
Según el funcionario, el proyecto se encuentra «prácticamente concretado», sólo faltan por determinar las fechas y los repertorios con el creador y director del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, el reconocido músico y docente José Antonio Abreu.
«Si bien aún todavía deben precisarse fechas y repertorios con el maestro Abreu, todo está listo para que la orquesta comience a funcionar este año. La idea, en principio, es que nosotros (los 100 niños músicos mexicanos) viajemos este año a Venezuela y, si es posible, que en este mismo año ellos vengan a México».
La música como liberación
La intención de integrar una agrupación sinfónica binacional entre México y Venezuela se hizo pública por primera vez hace un par de años por el entonces presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) Sergio Vela, y por José Antonio Abreu, con motivo del concierto que la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, bajo la dirección de Gustavo Dudamel, ofreció en el Palacio de Bellas Artes, en noviembre de 2007.
Medios de comunicación nacionales y extranjeros, entre ellos la Agencia Bolivariana de Noticias, de Venezuela, consignaron en aquella ocasión el interés de las autoridades culturales mexicanas por mantener «un intercambio mucho más fructífero» en esa área con aquella nación, y como parte de ello «trabajar en la creación de una orquesta binacional que sistemáticamente actúe en Venezuela y México».
El entonces embajador venezolano en nuestro país Roy Chaderton enunció que la gira que realizaba la sinfónica Simón Bolívar por México y Estados Unidos representaba el comienzo de la integración entre los países del continente para la creación de un Sistema de Orquestas Latinoamericanas.
«En el mejor espíritu del libertador Simón Bolívar, vamos hacia la integración latinoamericana a través de la música como instrumento de exaltación, de sofisticación, pero también como instrumento de liberación, y eso es lo que nos ofrece esta experiencia de 32 años (desde que se creó el mencionado sistema de orquestas en Venezuela)», dijo el diplomático, según la agencia bolivariana. Por ello vamos hacia la integración musical latinoamericana y también hacia proyectos de orquestas binacionales».
A decir de Ramírez Cárdenas, las condiciones para crear dicha agrupación ya estaban dadas desde el año pasado, pero ciertas circunstancias de tipo político vividas en Venezuela en esos momentos postergaron su concreción.
Pulso a la enseñanza musical
El Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela –cuya máxima expresión y representante es la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, a la que hay que sumar hoy día al joven director Gustavo Dudamel– ha sido motivo de admiración y reconocimiento a escala mundial, además de ser tomado como modelo por sus logros como instrumento de desarrollo social, así como por su calidad artística.
Incluso su creador y fundador, José Antonio Abreu, se hizo merecedor, por tal motivo, del Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008.
En cuanto al Encuentro Nacional de Orquestas Juveniles de este año, que se desarrolló del 13 al 18 de abril, Sergio Ramírez Cárdenas (instancia dependiente del CNCA) destacó que se trata de una cita ya emblemática dentro de dicha instancia.
Ello, explicó, por permitir, durante una semana de trabajo, la reunión de jóvenes músicos de gran parte de las entidades de la República y a partir de eso tomar el pulso al estado en que se encuentra la enseñanza y el desarrollo musicales a escala general como país, así como por estado, para fortalecer aciertos y resolver problemas.
De igual manera, dijo, fomenta la convivencia y el intercambio entre los atrilistas, maestros y directores de orquesta participantes, además de permitirles compararse y tener parámetros respecto de lo que se hace en otros partes.
«Se ha convertido en un acto de suma importancia para el sistema y, por lo mismo, se ha mantenido ya durante muchos años», al remontarse su primera versión a 1990, destacó el director.
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