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Hilde Billigheimer, 1934; gelatin silver print. Liselotte Grschebina. (Foto: The Israel Museum, Jerusalem)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de abril de 2009. (RanchoNEWS).- La artista huyó de Alemania durante la persecución antisemita de los nazis y prosiguió su carrera en Israel, una nota de la agencia EFE:
El museo Martin-Gropius-Bau de Berlín inaugurará mañana la primera exposición europea dedicada a la obra de la fotógrafa judío-alemana Liselotte Grschebina (1908-1994) que huyó de Alemania durante la persecución antisemita de los nazis y prosiguió su carrera en Israel.
Cerca de un centenar de instantáneas de Grschebina recorren la Alemania de la década de los treinta del siglo pasado y documentan posteriormente el día a día del proceso de creación del nuevo Estado judío.
«Es un acto de justicia poética que Grschebina esté hoy en Berlín», afirmó durante la presentación de la muestra Nissan Perez, comisario de fotografía del Museo de Israel de Jerusalén, a cuyos fondos pertenecen las imágenes.
Las cerca de 1.800 fotografías que componen el legado de la fotógrafa fueron rescatadas del olvido por su hijo tras su muerte. Su obra, desconocida hasta entonces, se exhibe por primera vez en Europa con la exposición «Una mujer con cámara: Liselotte Grschebina. Alemania 1908-Israel 1994» que se podrá visitar hasta el 28 de junio.
El director del Museo de Israel de Jerusalén, James Snyder, resaltó hoy la «profunda influencia» que tuvieron los judíos huidos de Alemania en la evolución del arte en Israel, puesto que aportaron un «enfoque formal europeo», influenciado por el modernismo, la nueva objetividad y la Bauhaus y lo dotaron de «contenido oriental».
La fotógrafa nació en 1908 con el nombre de Liselotte Billigheimeren en Karlsruhe (centro de Alemania), ciudad donde estudió pintura y fotografía y donde empezó a tomar las primeras instantáneas, principalmente de compañías de teatro.
Tras ser obligada por las autoridades a cerrar su estudio de fotografía, Grschebina huyó con su marido a Tel-Aviv donde aún prosiguió durante dos décadas su carrera como fotógrafa comercial.
«Tel-Aviv se convirtió en un bastión de la cultura alemana en Palestina. Llegaron muchos creadores en esa época que habían huido de los nazis y trajeron su influencia alemana en la forma de tomar imágenes que hoy perdura en la obra de sus discípulos», indicó Perez.
Atletas, mujeres de la organización sionista, construcciones arquitectónicas, niños de las calle, trabajadores de las granjas colectivas y naturalezas muertas tienen cabida en el centenar de imágenes en blanco y negro de la muestra que retratan los primeros años de la «diáspora» provocada por los nazis.
«La emigración judía de Alemania fue el inicio de la globalización del arte en esa época y, especialmente, con destino a Palestina», apuntó Perez.
La presidenta del Círculo de Amigos del Museo de Israel, Donja Lahnstein-Kandel, destacó la «modernidad» de las creaciones de Grschebina, que abandonó su carrera profesional en los años sesenta porque no había suficiente trabajo en Tel-Aviv para el sinnúmero de fotógrafos llegados a la ciudad desde Europa.
Esa contemporaneidad de Grschebina, influida por el primer modernismo alemán, se manifiesta a través de marcadas diagonales, sus juegos de luz y sombra y el recurso al efecto «de espejo» de sus imágenes.
«Su obra es un ejemplo más de las raíces comunes y de la vinculación cultural que comparten Alemania e Israel» destacó Lahnstein-Kandel.
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