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Portada del libro. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 5 de febrero de 2010. (RanchoNEWS).- La periodista Yanet Aguilar Sosa de El Universal informa que el Diccionario Enciclopédico de México es una obra fundamental para críticos de música, melómanos y estudiantes:
Lejos de las divisiones de música de « arte» o « popular» , o de apartados de música «secular» o «sacra» , el Diccionario Enciclopédico de México, contiene más de ocho mil entradas a lo largo de mil 600 páginas, de las cuales, al menos 200, son referencias cruzadas que el equipo de traductores mexicanos han incorporado a esta versión española del Oxford Companion to Music.
Alejandro Pérez-Sáez, coordinador de traducción del volumen que ha publicado el Fondo de Cultura Económica como parte de los títulos conmemorativos por su 75 aniversario, asegura que la incorporación de las 200 referencias cruzadas no alteran en nada el original. «Nos tomamos esta licencia porque era la manera en la que la versión española tendría una utilidad mucho mayor» .
El traductor y músico tradicional fundador del Cuarteto Astilleros que es becario del Programa de Músicos Tradicionales del FONCA, afirmó que el diccionario –que en su versión original ha sido coordinado por Alison Lathman y su última edición es del año 2000–, es mucho más amplio en temas actuales y fundamentales del siglo XX, pues partir de la década de los 70 comenzó la globalización en la que convergen todos los tipos de música, todos los géneros y todas las disciplinas del quehacer humano.
«El diccionario se ocupa en ampliar considerablemente la sección dedicada a la música del mundo, hay apartados específicos para los diferentes países; en el caso de México, está consignado dentro de América Latina pero tiene un artículo bastante interesante y extenso» , señala Alejandro Pérez- Sáez.
En el volumen que sale con un primer tiraje de 2 mil ejemplares, incluyen temas modernos sobre cibernética, psicología, filosofía de la música, semiótica, educación, musicoterapia e incluso contaminación auditiva; entre otros rubros en los que el diccionario hace hincapíe en la sociedad actual.
«Hay apartados muy serios, profundos, intensos, no sólo sobre compositores e historia de la música, los periodos del arte que son parte central del diccionario desde que se publicó por vez primera en 1938, sino también ha aumentado en interpretes, limitándose a los que no viven, ya que es sería imposible hacer un diccionario en un volumen con todos los vivos» , señala el coordinador del equipo de traductores en el que también participaron Federico Bañuelos, Yael Bitrán y Juan Arturo Brennan.
Alejandro Pérez-Sáez asegura que se trata de un volumen vastísimo, por lo que en su versión española han tratado de resolver ciertos problemas de consulta que existen cuando un diccionario se traduce del inglés al castellano. Por ejemplo, muchas palabras inglesas tienen una o varias voces en español que son válidas por igual, pero cuando un término en inglés se traduce al castellano, generalmente quedan excluidas de los diccionarios.
«Cuando uno consulta un texto en otro idioma muchas veces uno va a la referencia de un diccionario y no lo encuentra, entonces debe ir a otro diccionario para conocer la traducción de esa palabra y poder consultarla luego en el diccionario base; de ahí que nosotros nos dimos a la tarea de hacer más de 200 referencias cruzadas» , señala Pérez-Sáez.
Independientemente de las secciones históricas y biográficas muy amplias que contiene el Diccionario Enciclopédico de México, que son las secciones lógicas de consulta de todo mundo, donde podrán buscar las obras consagradas del repertorio universal, con datos de nombre original, fecha de estreno, fecha de composición o algún detalle en torno a la obra; en este texto es preciso y abundante en información completa.
« Independientemente de eso el diccionario tiene un enorme valor para el investigador musical, el estudiante, el melómano y para todo aquel individuo o disciplina científica, humanística, tecnológica que desee abordar temas musicales con relación a su propia disciplina, desde el lector ocasional que simple y sencillamente se topa con una palabra particular y quiere saber su significado, hasta el lector especializado en cualquier disciplina del saber humano que quiere saber su correlación con la música» , señala el músico tradicional.
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