Rancho Las Voces: Estampas de la Frontera / 1953: Protegen a niños y mujeres
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viernes, abril 30, 2010

Estampas de la Frontera / 1953: Protegen a niños y mujeres

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«De pie, de izquierda a derecha, Sra. Ofelia H. de Flores Carreón; Sra. Ignacia de Samaniego; Sra. Carmen A de Murga, Sra. Rosa C. de Zea, Sra, Camen M. Méndez, Sra, Amparo C. de Rivas y Carmelita G. de Martínez. Sentadas, de izquierda a derecha, Sra. Rita H. de Cisneros, Sra. María Luisa D. A. de Silveyra, doña Virginia G. Pratts, Sra. Socorro C. de Ochoa, Sra. Dolores R. Buttner». Pie de grabado original publicado el 4/X/53. (Foto: RanchoNEWS)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2010. (RanchoNEWS).- El lunes 4 de junio de 2001 el periódico vespertino policial El Mexicano comenzó a publicar una sección histórica denominada «El Fronterizo: episodios históricos juarenses» a cargo del escritor Rubén Moreno Valenzuela, que reproducía en una página completa eventos de nuestro pasado tomados de la hemeroteca de El Fronterizo, el diario más importante de Ciudad Juárez del siglo XX. La sección, patrocinada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, fue publicada durante cinco años.

El episodio, que presentamos a continuación, fue titulado:

PROTEGEN A MUJERES Y NIÑOS JUARENSES

En la edición del domingo 4 de octubre de 1953, El Fronterizo nos informa de las actividades de la Sociedad Protectora de la Mujer y del Niño.

Dirigida por la Sra. Virginia G. Pratts, esta asociación mantenía un taller de corte y confección y apoyaba tanto a niños hospitalizados, como a pequeños de un centro de asistencia y ded una escuela parroquial.

De acuerdo a nuestro diario, la labor de la Sociedad era llevada a cabo en el anonimato y sin fines protagónicos.

Surge en 1949

He aquí la transcripción del artículo:

Una de las organizaciones que más prestigian a Ciudad Juárez es la Sociedad Protectora de la Mujer y del Niño, bajo cuyo amparo y protección han encontrado las felicidad numerosas mujeres y centenares de niños como consecuencia de la más tenaz campaña de carácter social y asistencial que núcleo femenino alguno hubiera podido realizar en esta población.

Sin embargo, esta sociedad permanece casi en el anonimato pues materialmente es casi desconocida, dejando como testimonio evidente de su paso una huella de bienestar en incontable hogares juarenses.

Hacer el bien y cultivar el precepto cristiano de dar y dar a todos los necesitados, es la bandera que cobija los actos llenos de altruismo que las componentes de al Sociedad llevan diariamente a cabo en todos los rumbos de Ciudad Juárez.

En medio de una de las más graves crisis económicas que se abatió sobre esta población, en el año de 1949, nació esta organización que desde luego destacó en primera fila entre las que se aprestaron a la lucha por llevar al necesitado lo indispensable para su subsistencia.

Pero su principal objetivo es proteger a la mujer; para lograr este fin, La Sociedad Protectora isntaló en la escuela Miguel Alemán un taller de costura equipado con numerosas máquinas de coser y todo aquello necesario en una escuela de corte y confección.

Luego contrató los servicios de la Srita. Celia Ortega, hábil profesora que se ha encargado de fromar ya una generación de competentes modistas.

En la escuela de corte y confección que sostiene totalmente la Sociedad, pueden estudiar gratuitamente las mujeres que deseen aprender un oficio y carezcan de recursos para ello. Esta obra sólo tiene como única finalidad el encauzar a la mujer juarense por una senda del bien, apartándolas de la ociosidad y del vicio que destruye hogares y ahoga a millares de mujeres que en los momentos de difíciles de sus vidas no tuvieron la oportunidad que una organiismo como el que nos ocupa, les hubiera brindado su ayuda generosa.

Los niños

Paralelamente a su misión de proteger a la mujer, la Sociedad tiene una máxima preocupación: proteger al niño.

Para lograrlo, se ha convertido en la mejor y más eficaz auxiliadora del Comité de Relaciones Asistenciales que preside don Juan N. Armendáriz y todas las damas de la Sociedad Protectora de la Mujer y del Niño, forman el Subcomité de Proteccón a la Infancia, que también preside el mismo Sr. Armedáriz.

Bajo esa doble personalidad, convertidas en un infatigable ejército de voluntarias, las damas de la sociedad protectora aportan su ayuda al centro de asistencia infantil que funciona en las calles de Noche Triste y La Paz; a la sala de niños del Hospital Civil Libertad, a los niños de la escuela anexa al Templo de Nuestra Señora del Carmen que dirige el apdre Juan Gasperini.

Integrantes

¿Quiénes integran la Sociedad Protectora? La presidente de esta Sociedad es doña Virginia G. Pratts; secretaria Sra. Luisa D. A. de Silveyra; tesorera Socorro C. de Ochoa; interventora Amparo C. de Rivas; cronista y Carmelita G. de Martínez; vicepresidenta Sra. Rita H. de Cisneros; pro-secretaria Sra. Dolores R. Buttner; pro-tesorera Sra. Carmen A de Murga; encargada de útiles de escritorio e imprenta Camen R. Méndez; socias activas Sras. Ofelia H. de Flores Garzón, Rosa C. de Zea; Marta Victoria S. de Figueroa, Angelina G. de Lugo, Carmen P. de Díaz Carmona, María B. de Mena Baca, Angela B. de Dennis e Ignacia de Samaniego.

Su labor

Este reducido núcleo de mujeres sienten todas el ideal de socorrer al necesitado, pero lo admirable es que ninguna der ellas lo ha sentido como un impulso fugaz que se apaga al instante todas han llenado su corazón de buenos propósitos y su altuismo no es flor de un día, sino una cadena interminable de actos diarios, ordenados y sujetos a un plan intenso de tra bajo y de sacrificio que reclama su atención todos los días.

Todas, en sus automóviles, han llevado a través de la ciudad, hacia el Centro de Atención Infantil, numerosos niños graves que requieren con urgencia la atención hospitalaria. Todas han utilizado sus vehículos para trasnportar máquinas de coser, sillas, ropa, medicina, ventiladores, estufas, gente menesterosa, necesitads de auxilios económicos, etc., en la lucha de la campaña más grandiosa que las damas hayan soñado llevar a cabo.

Ninguna de ellas es digna de mención especial ni aparte; todas son acreedoras al más férvido homenaje de gratitud por parte del pueblo pues luchando en el anonimato y en la sombra, desde la presidenta hasta la de más reciente ingreso, han convertido a la Sociedad Protectora de la Mujer y del Niño en el baluarte del bien y en el símbolo del heroísmo.





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