El artista español. (Foto: Sergio Enríquez-Nistal)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 9 de abril de 2010. (RanchoNEWS).- Pionero en España del arte conceptual y las instalaciones, el escultor y artista experimental Nacho Criado, Premio Nacional de Artes Plásticas 2009, ha fallecido esta noche en Madrid a causa de una enfermedad, informa la agencia EFE en Madrid.:
Nacido en Mengíbar (Jaén) en 1943, los restos mortales del artista se encuentran en el tanatorio de la M-30 de Madrid, donde hoy serán incinerados, informaron a EFE fuentes cercanas a la familia.
Días después de recibir de manos del Rey Juan Carlos la Medalla de Oro de Bellas Artes 2008, Criado fue galardonado el pasado mes de noviembre con el Premio Nacional de Artes Plásticas por su papel fundamental en la ampliación de los límites de realización de la obra artística, la composición de un extenso universo poético y su contribución a un pensamiento estético inédito.
Una prolífica carrera
Dentro del minimalismo, Criado ha trabajado la madera y el hierro, y en los años 70 exploró el land art y el arte conceptual. En sus inicios, a mediados de los años 60, se preocupó por el reduccionismo formal, el comportamiento del material, así como de aspectos procesales y espaciales.
Admirador de Duchamp y Rothko, desde 1970 su trabajo se dirige hacia una ampliación y liberación de lenguaje y fue uno de los artistas más representativos del arte contemporáneo español de los últimos 40 años.
Nacho Criado (Jaén, 1943) estudió arquitectura en Madrid y Ciencias Sociales en Barcelona, para volver a Madrid después de presentar sus primeras obras en 1968, en la muestra colectiva Cercle Maillot y en el Instituto Francés de Barcelona.
Participó posteriormente, en el XII Salón de Mayo de Barcelona. El galardonado está considerado como uno de los artistas más fieles del arte conceptual y ha tenido una intensa relación con el grupo Zaj, capitaneado por Juan Hidalgo y Walter Marchetti. Dentro de esta cooperación con el primero, destacan sus obras Acción Combinada (1977) y 0'13 (1983).
En 1970, expuso por primera vez de forma individual, en la "Galería Sen" donde participó en el "Homenaje a Rothko". Desde entonces, ha participado en numerosas muestras tanto individuales como colectivas en numerosas ciudades españolas y en el extranjero.
En 1972 asistió a la muestra colectiva Encuentros que se celebró en Pamplona y a la que actualmente dedica una gran exposición el Museo Reina Sofía.
En 1977 mostró su obra en el Palacio de Cristal del Retiro madrileño y posteriormente en la colectiva Intersección del Pabellón Español en la Bienal de Venecia.
1982 fue uno de los años en los que Nacho Criado se prodigó más, participando en cuatro colectivas: Colectiva Boabad, en el Colegio de Arquitectos de Canarias; III Festival de Libre Expresión Sonora, en la Facultad de Bellas Artes de Madrid; Libros de Artistas , en la Biblioteca Nacional y en la itinerante Pintores Andaluces que viven fuera de Andalucía .
En 1983, presentó Fuera de Formato, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, y participó un año más tarde en el Ciclo Música y Perfomances, en la Universidad Complutense de Madrid, así como a las colectivas Sis Dies d'art actual, en el Antiguo Hospital de Santa Cruz de Barcelona, y en Madrid, Madrid, Madrid (1974-84), en el Centro Cultural de la Villa.Su exposición de 1991 en el Palacio de Cristal del Retiro, Piezas de Agua y Cristal, resumió su trayectoria de los años sesenta.
Ese mismo año participó en una colectiva en el Reina Sofía. También ha experimentado con la imagen en movimiento y es autor de dos películas: Cuerpo en acción, 1974 y Extensiones, 1975.
En su haber tiene también el Premio Pablo Picasso, y el Mariano Benlliure de 2007 por su exposición No existe en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Reflexiones de un artista difícil
Las referencias filosóficas, arquitectónicas y musicales que Criado introduce constantemente en su obra lo alejan de esa figura del artista ermitaño. Samuel Beckett, San Juan de la Cruz, Ungaretti y Salvatore Quasimodo vienen nutriendo sus obras.
Muchos de los proyectos de Criado nunca han llegado a realizarse bien por resultar demasiado inmateriales (como Ellos no pueden venir esta noche, concebido en 1977) bien por falta de medios para su producción. « »Eso me he hecho desarrollar el trabajo más que en un plano físico, en un plano mental, que tiene que ver con un ideario y no con lo que redunda en lo que ya se ha hecho, como pintar un lienzo, firmarlo« ».
La elección de los materiales usados en su obra ha tenido que ver con su voluntad de activar una reflexión en torno al tiempo. En sus esculturas de madera consumida por termitas, éstas eran consideradas por el artista como «agentes colaboradores. Para mí el arte no es una cosa impositiva y facilona. El arte es dificultad. El artista debe plantearse si hace la obra para él o para quién».
La estela de Nacho Criado Mariano Navarro de El Cultural
Con Nacho Criado se interrumpe definitivamente una trayectoria personal y artística impar y extraordinaria, que nos ha acompañado, orientado y beneficiado tanto en la materialidad de sus muchas obras importantes, como en la elaboración de un pensamiento estético que debía abrirse a las nuevas prácticas que impuso el artista. Y esto, siempre en primera línea, durante cuatro fructíferas décadas. Nacido en Mengibar (Jaén) en 1943, hizo su primera exposición individual en Madrid, en la galería Sen en 1970, entonces en la calle Nuñez de Balboa. Un inclasificable hoy (¡cuánto más entonces!) Homenaje a Rothko, en el que mezclaba esculturas, objetos y pinturas sobre bastidores, que podrían relacionarse con el minimal o el povera pero que, como ocurriría a lo largo de su vida, eran la expresión de una poética nueva a la vez que una finísima disección de los dispositivos que hacían posible la transformación de sus muy diferentes ingredientes en una obra de arte.
Fue protagonista y partícipe en la radical metamorfosis que experimentó el arte español durante esa década, los setenta. Así lo demuestran sus exposiciones en Amadís y Buades; sus intervenciones en los ciclos de Nuevos Comportamientos Artísticos organizados por el Instituto Alemán; el espectacular entendimiento y uso del espacio del Palacio de Cristal y la densidad de sus intervenciones; su participación en la Bienal de Venecia o en la muestra que junto a Carlos Alcolea y Santiago Serrano hizo en la madrileña sala Propac. Todas contribuyeron a configurar el discurso artístico que Criado integró a la escena española, con rasgos distintivos y contemporáneos con la escena internacional.
Nacho Criado combinó las performances, de las que en muchas ocasiones era actor principal, con la elaboración de artefactos cuyos elementos eran tanto orgánicos, paupérrimos y de aparente simplicidad, como productos de elaboraciones sofisticadas, en las que demostró su permanente preferencia por el empleo del cristal, los metales y la madera. Sus dibujos, de gestualidad vibrante y contenida, emergían de una proposición conceptual que también trasladó a textos y representaciones próximas a la poesía visual.
Una de las experiencias más fascinantes era conversar con Nacho Criado y, sobre todo, escucharle. No sólo porque fuese dueño de una profunda y singular cultura, que abarcaba los campos más particulares e integraba nombres y conocimientos ajenos para cualquier oyente, sino porque proyectaba con su pensamiento la sugestiva originalidad de su trabajo y, de este modo, abría la posibilidad de ahondar en el silencio meditativo de sus obras. Un silencio, tocado ahora por la tristeza, que sólo consuela a quienes tuvimos la suerte de conocerlo y tratarlo, ya que su trato nos hizo mejores, porque supuso siempre un reto inteligente a nuestra consciencia del mundo, del arte y de las cosas.
Galería
Nacho Criado. ¿Es la memoria una estrategia del tiempo? 1974. (Foto: Archivo)
Nacho Criado. La Montaña Madre. 2003. Hierro. 322 x 676 x 297 cm. (Foto: Archivo)
Nacho Criado. Sin título. 2003. Cartón, madera y alambre. 115 x 153,5 cm. (Foto: Archivo)
Nacho Criado. ¿Es la memoria una estrategia del tiempo? 1974. (Foto: Archivo)
Nacho Criado. La Montaña Madre. 2003. Hierro. 322 x 676 x 297 cm. (Foto: Archivo)
Nacho Criado. Sin título. 2003. Cartón, madera y alambre. 115 x 153,5 cm. (Foto: Archivo)
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