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Mark Adams se rapa, en un edificio del centro de Londres, como parte de una campaña para reunir fondos a beneficio de una fundación de ayuda a adolescentes con cáncer (Foto: Reuters)
C iudad Juárez, Chihuahua, 28 de marzo 2012. (RanchoNEWS).- La mitad de todos los cánceres se podrían prevenir si la gente adoptara conductas más saludables, afirmaron científicos estadunidenses en un estudio publicado el miércoles. Una entrega de AFP:
El tabaquismo es causante de un tercio de todos los casos de cáncer de Estados Unidos, y hasta tres cuartas partes de los de pulmón en el país podrían evitarse si la gente no fumara, señaló el artículo publicado en la revista Science Translational Medicine.
Estudios científicos demostraron que muchos otros cánceres también pueden prevenirse, ya sea con vacunas contra el virus del papiloma humano y la hepatitis, que pueden causar tumores cervicouterinos y de hígado, o con protección contra la exposición al sol, que puede ocasionar cáncer de piel.
La sociedad en su conjunto debe reconocer la necesidad de estos cambios e inculcar en serio hábitos más saludables, dijeron los investigadores.
«Es hora de que invirtamos en aplicar lo que sabemos», dijo la autora principal del artículo, Graham Colditz, epidemióloga del Centro Oncológico Siteman de la Universidad Washington, en San Luis, Misuri.
Hacer ejercicio, comer bien y abstenerse de fumar son claves para evitar hasta la mitad de las 577 mil muertes por cáncer en Estados Unidos previstas para este año, cifra sólo superada por las enfermedades cardiacas, según el estudio.
Sin embargo, los expertos señalaron una serie de obstáculos para el cambio de una sociedad en la que se diagnosticarán más de 1.6 millones de casos de cáncer este año, según estimaciones.
Entre ellos destacaron el escepticismo sobre la posibilidad de que el cáncer se pueda prevenir y la costumbre de intervenir demasiado tarde para detenerlo cuando ya está instalado.
Además, gran parte de la investigación se centra en el tratamiento en lugar de la prevención, y tiende a tener una visión a corto plazo, más que un enfoque a largo plazo.
«Los humanos son impacientes, y ese rasgo en sí mismo es un obstáculo para la prevención de esa enfermedad», señaló el estudio.
Las diferencias de ingresos, que hacen que los pobres tiendan a estar más expuestos a factores de riesgo que los ricos, complican aún más el panorama.
«La contaminación y la delincuencia, el transporte público deficiente, la falta de parques para jugar y hacer ejercicio y la ausencia de mercados con alimentos frescos dificultan la adopción y la práctica constante de un estilo de vida que reduzca al mínimo el riesgo de cáncer y otras enfermedades», indicó el informe.
«Al igual que en otros países, la estratificación social en Estados Unidos exacerba las diferencias de estilo de vida, como el acceso a la atención de la salud, la prevención especial y los servicios de detección temprana», indicaron los expertos.
«Las mamografías, los exámenes de colon, el apoyo a la dieta y la nutrición, los recursos para dejar de fumar y los mecanismos de protección solar simplemente están menos disponibles para los pobres», detalló.
Eso significa que cualquier intento por superar profundos desequilibrios sociales debe ser apoyado por cambios en la política, dijo otra de las autoras del estudio, Sarah Gehlert, de la Escuela de Trabajo Social y de la Escuela de Medicina de la misma Universidad Washington.
«Después de trabajar en salud pública durante 25 años, he aprendido que si queremos salud tenemos que cambiar las políticas», precisó.
Un informe anual de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y las principales instituciones oncológicas de Estados Unidos halló que las tasas de mortalidad por cáncer siguieron disminuyendo en el país entre 1998 y 2008.
Los nuevos diagnósticos de cáncer también se redujeron a menos de uno por ciento anual entre 1996 y 2006 y se estabilizaron de 2006 a 2008.
Relacionan obesidad
Sin embargo, el Informe Anual a la Nación sobre el Estado del Cáncer también destacó el problema de los tumores malignos relacionados con la obesidad, como los colorrectales, de riñón, esófago, páncreas, mama y endometrio.
«Si uno cuida su dieta, hace ejercicio y controla su peso, no sólo puede evitar el riesgo de padecer muchas formas letales de cáncer, sino también aumentará las posibilidades de mejoría si se enferma con algún otro tipo de ese mal», aconsejó Edward Benz, presidente del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston.
Las muertes por cáncer en Estados Unidos sigueron disminuyendo en la década pasada, según el informe anual nacional sobre estadísticas de la enfermedad, publicado el miércoles.
Las tendencias en las tasas de mortalidad por cáncer disminuyeron, en promedio, de 1.7 por ciento al año entre los hombres y 1.3 entre las mujeres y los niños de 1998 a 2008, el último periodo estudiado, señaló el Informe Anual a la Nación sobre el Estado del Cáncer.
Las tasas de cáncer y las muertes comenzaron a disminuir entre los hombres y mujeres estadunidenses en la década de 1990, la primera baja desde 1930.
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