C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de mayo de 2022. (RanchoNEWS).- El culto de la riqueza excesiva no es una característica exclusiva de Estados Unidos, sin embargo, como escribió Kurt Vonnegut en su novela Matadero cinco: «Todas las demás naciones tienen tradiciones populares de hombres pobres pero extremadamente sabios y virtuosos y por lo tanto más estimables que cualquiera con poder y oro». En su corta historia, Estados Unidos ha construido mitologías a partir de sus multimillonarios, los creadores de inmensas fortunas por la industria del acero, los bienes raíces, los trenes, el robo de ganado, la corrupción, los autos, la especulación financiera, los productos químicos, la comida chatarra, los grandes supermercados, las armas y la industria de la información, por citar algunos campos. Así, nombres como Astor, Rensselaer, Vanderbilt, Rockefeller, Ford, Carnegie, Walton y Gates, entre otros, han pasado a conformar un panteón estadunidense de la opulencia como única expresión del éxito.
LA MITOLOGÍA DEL MILLONARIO
Inflamados por esa obsesión del poder monetario, los ciudadanos de ese país aceptan un sistema que desprecia a los pobres y donde el bien común es entendido como el bien de los poderosos y su generosidad ocasional hacia los desafortunados. Sólo así puede entenderse que el país más rico del mundo no cuente con seguro de salud universal y gratuito, confunda la caridad cristiana con la justa repartición de la riqueza y ofrezca un mínimo de beneficios y protecciones básicas a los trabajadores.
El texto de Naeif Yehya lo publica El Cultural de La Razón