Lubov Tchernicheva como Cleopatra
1918
EO Hoppé y los Ballets Russes rinden homenaje al genio de dos hombres: Sergei Diaghilev, fundador de los Ballets Russes, y Emil Otto Hoppé, el fotógrafo cuyos retratos incomparables capturan la energía y el entusiasmo de la compañía durante sus temporadas en Londres, de 1910 a 23.
Como uno de los fotógrafos de arte más influyentes de la primera mitad del siglo XX, Hoppé (1878-1972) fue en 1920 "el fotógrafo más famoso del mundo" según el legendario curador e historiador Bill Jay. Tras formarse en dibujo y composición en Múnich, París y Viena a finales del siglo XIX, Hoppé eligió la fotografía como medio en 1902, poco después de instalarse en Londres. Exhibiendo su trabajo en la Royal Photography Society de Londres, su reputación creció rápidamente y fue invitado a exhibir con The Linked Ring Brotherhood, la contraparte del Reino Unido de otras sociedades de fotografía notables como el Vienna Camera Club y New York Photo-Secession. En 1907 abrió su primer estudio comercial donde se hizo famoso por sus retratos de la élite artística, literaria y política.
Con retratos de estudio y secuencias de ballet, la crónica visual de Hoppé no solo presenta a las principales estrellas de los Ballets Russes, como Vaslav Nijinsky, Tamara Karsavina, Adolph Bolm, Michel y Vera Fokine, Olga Spessivtseva y Leonide Massine, sino también a celebridades en la órbita de Diaghilev. . , como Mathilde Kschessinska, Anna Pavlova y Hubert Stowitts. Estos retratos tras bambalinas nos dan acceso íntimo a muchos de estos ahora legendarios bailarines cuyo extraordinario talento y vestuario, escenarios, música y danza sin precedentes los convirtieron en la compañía de ballet más famosa de la primera mitad del siglo XX. La pura sensualidad de estos retratos revela la esencia de los bailarines que, interpretando su innovadora coreografía con trajes de Léon Bakst,
