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El sitio Nakbé. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de marzo de 2011. (RanchoNEWS).- Con un homenaje a cuatro destacados estudiosos de la cultura maya –tres de ellos fallecidos en 2010–, quienes abrieron nuevos caminos de investigación sobre esta civilización en los años 70, dio comienzo en la ciudad de Mérida, Yucatán, el III Congreso Internacional de la Cultura Maya, en el que el investigador estadunidense Richard D. Hansen refirió que el decaimiento de las antiguas ciudades de la Cuenca Mirador-Calakmul, se debió a la excesiva explotación de los recursos naturales, reporta la Redacción de El Economista desde la Ciudad de México:
Con la participación de más de 200 investigadores que presentan enfoques académicos más amplios sobre esta región cultural de Mesoamérica, en el foro académico se reconoció in memóriam el trabajo de los arqueólogos Enrique Nalda, Lorenzo Ochoa y Juan Pedro Laporte, éste último considerado «Padre de la arqueología guatemalteca», quienes dejaron un importante legado para el conocimiento de esta cultura.
Así mismo, se entregó un reconocimiento al antropólogo y lingüista yucateco Juan Ramón Bastarrachea Manzano, por su labor en favor del estudio y enseñanza de la lengua maya; es autor de diversos diccionarios como el de la Academia de la Lengua Maya y cofundador de la Facultad de Ciencias Antropológicas, de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Luego del homenaje, el arqueólogo y ambientalista Richard D. Hansen, de la Universidad Estatal de Idaho, ofreció la conferencia magistral de apertura del Congreso, en la que señaló que a partir de recientes investigaciones «se empieza a reconocer el valor de la cultura maya durante el periodo Preclásico (1000 a.C. – 150 d.C.), correspondiente al lapso en que históricamente se establecen las ciudades más antiguas del área maya y del hemisferio americano. Se ubicaron en la Cuenca Mirador–Calakmul, una región asentada en ambos lados de la frontera entre México y Guatemala, específicamente en Campeche, y fueron las más grandes del mundo en cuanto a su volumen, e incluso las de mayor población en Mesoamérica. Es un área que aún guarda mucha información por descubrir».
El III Congreso Internacional de la Cultura Maya, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), con apoyo del Gobierno del Estado, el Ayuntamiento de Mérida y la Universidad del Mayab, fue inaugurado por la directora del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya, Abigail Uc Canché, en representación de la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega; la presidenta municipal de Mérida, Angélica Araujo Lara; el director del Centro INAH-Yucatán, Eduardo López Calzada, y los coordinadores académicos del foro, Alfredo Barrera y Ruth Gubler.
A nombre del INAH, Eduardo López Calzada dio la bienvenida a los más de 200 investigadores procedentes de América, Europa, Asia y Oceanía, y expresó el papel primordial del Instituto como un organismo dedicado a la investigación, interesado en seguir estudiando temas aún por registrar e interpretar en torno a la cultura maya, como por ejemplo en el caso de la lengua, un recurso cultural no renovable.
Colapso de ciudades mayas por daño ambiental
Posteriormente, el experto Richard D. Hansen, de la Universidad Estatal de Idaho, EU, en su la ponencia titulada Ex Lux Terminus: orígenes, dinámicas y colapso del apogeo Preclásico en la Cuenca Mirador-Calakmul, refirió que en dicha región –en la que se ubican los sitios El Mirador, Nakbé, Wakná, Tintal y Nacchtum, en Guatemala– su decaimiento se registró durante el periodo Preclásico Tardío, hacia 150 d.C.
«Fue similar al ocurrido a finales del periodo Clásico (300 - 900 d.C.), en ciudades como Palenque, Copán y Tikal, a causa del daño ambiental, derivado de la excesiva tala para la quema de cal y la producción de estuco con el que se recubrían los edificios. Un consumo “conspicuo” de los recursos naturales causó deforestación y daños en el sistema agrícola, lo que impidió cultivar la suficiente cantidad de alimentos para mantener a una población que para esa época llegaba alrededor de un millón de habitantes en toda la Cuenca Mirador–Calakmul», precisó.
El investigador, quien actualmente dirige el Proyecto de Investigación Cuenca-Mirador en Guatemala, dijo que tal conclusión es producto de 30 años de estudio en la cuenca, durante los cuales recolectó evidencias arqueológicas, como polen, isótopos, cerámica y lítica, que le han permitido comprobar la agresión ambiental. «Se trató de un colapso y no de un abandono, porque el segundo es temporal; en tanto que el primero representa un abandono a largo plazo y la destrucción del sistema social y económico que mantiene a un Estado, como ocurrió en dicha región».
Por su parte, el arqueólogo Alfredo Barrera, del Centro INAH-Yucatán, reiteró que en la historia de las culturas mesoamericanas, y en particular de la maya, se han registrado momentos clave, críticos o de crisis, que han impactado de manera decisiva en su devenir; «por eso en este congreso se discutirán esos aspectos durante seis días, del 13 al 18 de marzo, desde una perspectiva multidisciplinaria y tomando en cuenta que fueron varios colapsos y varios desarrollos los que ocurrieron en esta área cultural, y no solamente uno como se veía hasta hace poco y que se enfocaba al periodo Clásico».
El foro académico continúa con la ponencia magistral del arqueólogo e historiador de arte Kart Taube, de la Universidad de California, en Riverside, E.E.U.U., titulada Chichén Itzá y Tula, contacto cultural, cambio y continuidad en el Posclásico Temprano del área de Yucatán, en la que analiza la influencia tolteca que se ha identificado en ese sitio maya, misma que el investigador considera recíproca, pues también en dicho sitio prehispánico se han identificado elementos de iconografía maya.
Otros temas que serán abordados los días siguientes son los relativos a las investigaciones recientes en Chichén Itzá, Dzibilchaltún y Mayapán, así como los estudios llevados a cabo en las cavernas inundadas de Yucatán, donde también se han localizado vestigios culturales de época prehispánica.
Salud, prácticas terapéuticas, aspectos culturales del cultivo de abejas y enseñanza de la lengua maya, son otros de los estudios que completan el programa del III Congreso Internacional de la Cultura Maya.
El foro académico tiene como sede el Teatro Armando Manzanero, ubicado en el centro de la ciudad de Mérida. Las actividades se desarrollan de las 9:00 a las 20:00 horas. Entrada libre.
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