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Viñeta del libro. (Foto: El Mundo)
C iudad Juárez, Chihuahua, 14 de marzo 2011. (RanchoNEWS).- En el circo Lorza todo es superlativo, colosal. Nada sale como se espera, pero el fracaso no es drama, sino esperpento, momento absurdo que crea empatía hacia los personajes. No rige la talla 38, ni falta que hace. El creador de este singular espectáculo es, tal como él mismo se define, «Alberto Guitián (103 kg). Tras abandonar su carrera como 'Human Beatbox' y jugador profesional de futbolín, actualmente se dedica a la ilustración y la chanza gráfica. Vive en A Coruña y se rumorea que come pipas a una velocidad vertiginosa». Una nota de Montse Dopico para El Mundo:
El circo Lorza (Dibbuks/Ilarión), es el tercer álbum de Guitián, uno de los nombres que demuestran que algo se mueve en el escenario del cómic gallego en los últimos años. A él debemos además portadas de El Jueves como la titulada «Israel se pasa tres pueblos», sobre el ataque a la Flotilla de la Libertad, o la expresiva «Respiramos mierda», en la que la contaminación de la ciudad convive con la de la política: paro, crisis, 'pensionazo', Gürtel... También es colaborador de la revista gallega de humor Retranca, otro espacio de crítica «sin censura ni subvenciones», tal como sus fundadores la describen.
La boa de la Sherezade del circo Lorza se estresa intentando rodear la generosa cintura de su ama. El trapecio se rompe vencido por el peso de un trapecista amante de la butifarra. La baja del elefante es cubierta por un miembro del circo disfrazado. El hombre bala olvida engrasar el cañón y es el león el que se juega su mandíbula al encontrarse con la barriga del domador. «Hay una obsesión por la delgadez, con ese bombardeo mediático continuo, mientras por otro lado la obesidad es una pandemia. El libro se puede entender como una parodia de esa obsesión por estar delgados, pero no es tampoco lo más importante del álbum», explica Guitián.
«El mundo del circo ya es de por sí estrafalario. Y eso que no me he metido en la parte más escabrosa, como podría ser el peep-show... La idea era partir de los estereotipos de los personajes del circo. Tengo relación con gente vinculada a ese mundo, al clown, al cabaret... También hice carteles para teatro... y así surgió, al irme empapando de esa estética», recordó el autor.
La estética es, precisamente, una de las singularidades de la obra –primer libro ilustrado de Guitián, y tercer álbum contando las historietas de «Petaco» y «Fito y Pita»–. «Todo el libro es muy 'retro', sí. Y esto tiene que ver con el contenido, pues quería que tuviese un cierto toque nostálgico de la época dorada del circo. Por eso partí de la iconografía clásica del circo», indicó. Las ilustraciones del interior están impresas a una tinta, en dos tonos diferentes y el texto aparece enmarcado en un cartel que recuerda al cine mudo. «Lo importante es la composición, la línea. No hace falta más», observa. Casi todos los elementos gráficos (ilustraciones, rotulación, ornamentos) están hechos, además, a mano. Como se hizo toda la vida.
Los personajes de mi circo generan cierta empatía
El circo Lorza es diferente, en el aspecto estético, a lo que ha hecho antes Guitián. Aunque conexiones temáticas sí se pueden encontrar con otros personajes suyos. Petaco, por ejemplo, no es precisamente un triunfador. «Hay gente que dice que el fracaso es el puntal del humor, como lo era en el gag del cine mudo, por ejemplo. Es importante determinar el momento del gag que vas a recrear con el dibujo: antes del fracaso, durante, después... Yo creo que los personajes de mi circo generan cierta empatía... Además, por el autorretrato que hago se puede deducir que uno de ellos podría ser yo...», sostuvo. Complicidad, y quizás cierta ternura, es lo que sus disparatados personajes despiertan en el lector.
Petaco nació, de hecho, como personaje secundario. «A la gente le gustaba, y acabó siendo el protagonista de su propio libro. Todo el mundo conoce a alguien así. Una persona que pasa de todo, que lo que quiere es pasarlo bien, que no estudia ni trabaja, que tiene ideas raras... Me inspiré un poco en Joey Ramone, su actitud...», contó el autor. Fito y Pita, nacidos en la revista Retranca, son un poco macarras, y viven su jubilación a tope a golpe de «drogaína, sexo y bacalao». Son campeones de la ingestión de 'solisombras' y siempre encuentran la acción: 'afters', apuestas kamikazes, revolcones en el pajar...
El humor como vía para acercarse a la actualidad
Guitián es también el autor de los fondos de Chico y Rita, película de animación de Fernando Trueba y Javier Mariscal que se llevó el Goya en el 2011. «Fue una experiencia muy buena, y mucho trabajo porque había que reconstruir con fidelidad los fondos de diversas ciudades: La Habana, Nueva York... Fue un trabajo complejo», aseguró. Entre sus proyectos figura ahora la edición de un libro recopilatorio de las tiras bimensuales de Temas de Hoxe que publica con Leandro en la revista Retranca.
«Pues los aludidos no protestan, no, aunque no nos importaría que lo hiciesen. Supongo que la gente que está acostumbrada a salir en los medios sabe que unas veces es para bien y otras para mal. La retranca gallega es además un tipo de humor muy irónico, que forma parte de nuestra identidad. Y yo no creo que se esté perdiendo, salvo quizás en determinados contextos urbanos. Creo que la seguimos entendiendo», afirma.
El humor puede ser, además, un buen modo de acercarse a la actualidad sin censuras ni autocensuras. Con excepciones. Hace unos meses, Retranca denunció que su número sobre el Papa había sido «secuestrado» por la imprenta –aunque la versión de la misma era que no habían llegado a firmar contrato alguno–. Y El Jueves también tuvo problemas por su portada sobre los príncipes. «El humor puede ser catárquico, si... Yo me siento muy afortunado por colaborar en estas revistas», dice. En este tipo de humor, los arquetipos son elemento fundamental. «Funcionan muy bien para comunicar, pero también hay que tener cuidado de no quedarse en el tópico, en algo pobre e inerte, en lugar de fresco», piensa.
Sobre el estado de salud del cómic en Galicia, es optimista. Destaca la experiencia de la asociación «BD Banda» con su revista, de Polakia, el encuentro coruñés Viñetas desde o Atlántico o las Xornadas de Banda Deseñada de Ourense, «menos mediáticas, pero punto de encuentro muy importante para los autores. Es como Retranca, que es una oportunidad para visibilizar a la gente que empieza», opina.
«El cómic empieza a estar normalizado culturalmente; los autores comienzan a ser considerados al mismo nivel que los escritores; la oferta para adultos es cada vez mayor y mejor, como la oferta en gallego; el cómic tiene su espacio en las librerías no especializadas... Es cierto que es difícil vivir de esto, pero eso pasa en toda España. Es habitual que los autores publiquen en Francia, en Estados Unidos...», añade.
Del lado negativo, sitúa la última convocatoria de ayudas de la Xunta de Galicia, en la que se pedía licenciatura como requisito, excluyendo así a gran parte de los profesionales. «Es como si a un director de cine le piden título universitario. Esperemos que en la próxima convocatoria rectifiquen», indica.
Mayor información: Sr. Guitián
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