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El intelectual español durante su discruso tras recibir la distinción. (Foto: Efe)
C iudad Juárez, Chihuahua, 9 de marzo 2011. (RanchoNEWS).- El escritor y economista José Luis Sampedro, que ha recibido este miércoles la Orden de las Artes y las Letras de España de manos de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha subrayado que, después de 94 años de camino, ha podido convertirse en aprendiz de sí mismo. Una entrega de Europa Press:
En su discurso, Sampedro ha censurado el sistema económico mundial, basado, según él, en un «desarrollo sostenible absolutamente insostenible». «He resultado ser un disidente, no he compartido las doctrinas oficiales. Estas cosas que ocurren me sitúan fuera de la corriente general, junto a otros que piensan como yo y que aspiran a otro tipo de desarrollo», ha dicho.
Según el académico, habría que apostar por «un desarrollo que en vez de buscar más buscara ser mejores». «Es asombroso que la Humanidad todavía no sepa vivir en paz, que palabras como 'competitividad' sean las que mandan frente a palabras como 'convivencia'», ha señalado.
Asimismo, José Luis Sampedro ha apostado por el ser humano y su pensamiento. «Su grandeza está en el pensamiento, sobre todo el pensamiento libre, porque en ese aspecto nos educan mal, introduciendo en nuestra infancia dogmas. Si no hay libertad de pensamiento no hay libertad humana plena, y si no uno no puede ser quien es, no puede guiar su brújula interior», ha dicho.
A su vez, ha definido la mención como el «coronamiento» de su vida, como una coda existencial. «Para mí es un poco el final y agradezco que todo haya sido tan hermoso. Lo he hecho lo mejor que he podido. Pienso vivir lo mejor posible, y morir como un acto vital», añade.
Antes de su discurso, los actores Julieta Serrano y Héctor Alterio han leído sendos fragmentos de La sonrisa etrusca frente a diversas personalidades del mundo de la cultura, entre los que figuraban el autor Juan Cruz y la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel.
Por su parte, González-Sinde ha subrayado la «brillante trayectoria literaria» de Sampedro y el pensamiento «lúcido y comprometido que llena sus obras y ha llenado toda su vida». «Uno es minero de sí mismo y, tras haber bajado a sus profundidades, Sampedro ha encontrado lo mejor de sí mismo. Sampedro es, en el buen sentido de la palabra, un hombre 'bueno'», ha indicado.
Trayectoria
Economista, escritor, catedrático de Estructura Económica, exsenador y miembro de la RAE desde 1990, Sampedro ha desarrollado una intensa labor como profesor, novelista y humanista, que lo cualifican como uno de los más importantes escritores vivos en lengua española, así como una referencia intelectual y moral en la España de la segunda mitad del siglo XX.
El novelista y ensayista nació en Barcelona el 1 de febrero de 1917 y, con sólo un año, se trasladó junto a sus padres a la ciudad portuaria de Tánger (Marruecos), donde permaneció hasta los 13 años y que en aquel momento estaba administrada por varios países europeos.
Polifacético en su vida profesional y literaria, ha conciliado el desempeño de altos cargos administrativos y académicos con una reconocida producción literaria. En todas estas facetas ha alcanzado la aceptación del público y el reconocimiento y respeto de la crítica.
Su pensamiento económico se proyecta sobre la naturaleza social de la actividad económica y sus efectos sobre la realidad social en que se desarrollan. En este sentido, aboga por una economía más humana y solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos.
Antes de la Guerra Civil, logró una plaza como funcionario de aduanas en Santander y, ya en 1940, pidió el traslado a la capital, donde se casó con su primera esposa, Isabel Pellicer, y comenzó la carrera de Ciencias Económicas, licenciándose en 1947 con Premio Extraordinario.
Primeros pasos literarios
Durante esta época, escribió sus dos primeras novelas, La estatua de Adolfo Espejo (1939) y La sombra de los días (1947), que no vieron la luz hasta los años 90. Asimismo, el autor publicó su primera obra de teatro, La paloma de cartón, en el año 1948.
En 1948, comenzó a trabajar en el Servicio de Estudios del Banco Exterior de España y, durante esta etapa, compaginó su labor con su faceta como profesor en la Universidad de Madrid. Tres años más tarde, se convirtió en asesor en el Ministerio de Comercio.
Ya en 1955, accedió a la cátedra de Estructura Económica de la Universidad de Madrid, donde permaneció hasta 1969, y regresó al Banco Exterior. Durante estos años, escribió su segunda obra de teatro, Un sitio para vivir (1955), y diversos libros de carácter económico.
Por aquel entonces, el autor de El río que nos lleva (1961) sus artículos y obras de carácter económico ya denunciaban los excesos del capitalismo, que, según Sampedro, ha entrado en barrena y sólo se detendrá cuando se tope con el suelo, cuando llegue la «catástrofe».
Tras su jubilación, Sampedro se dedicó a su principal pasión, la escritura, y durante esta etapa publicó, entre otras obras, La sonrisa etrusca (1985), La vieja sirena y El amante lesbiano (2000), con las que obtuvo el reconocimiento de crítica y público.
A lo largo de su carrera, el autor ha recibido diversos galardones y menciones, entre los que figuran el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2010), por su carácter humanista y polifacético, y la distinción como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla.
Entre sus obras económicas figuran Principios prácticos de localización industrial (1957), Las fuerzas de nuestro tiempo (1967), Conciencia del subdesarrollo (1973), Inflación: una versión completa (1976), El mercado y la globalización (2002).
Mayor información: José Luis Sampedro
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