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La cantante mexicana. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de marzo de 2011. (RanchoNEWS).- Una de las voces más entrañables del rock mexicano, la de la tapatía Rita Guerrero (nacida en el 64), cantante de Santa Sabina, se apagó este viernes, víctima del cáncer de mama que padecía desde el año pasado, escribe José Xavier Návar para El Universal:
La noticia que comenzó a circular en las redes sociales lamentablemente fue confirmada por amigos íntimos de la cantante y en algunos sitios oficiales de roqueros allegados a la que, aparte de intérprete, fue también activista y conductora de televisión cultural en el Canal 22, en algunos programas dedicados a nuestro rock, aparte de impartir clases de canto y ser directora del coro en el Claustro de Sor Juana (donde se le veló de cuerpo presente).
Tenía 46 años y, una vez que le fue diagnosticado el cáncer, visualizó su vida de otra forma ante lo inevitable, sobre todo por no contar con fondos suficientes para combatir la enfermedad.
Y ahí sus amigos en el medio roquero –entre ellos los miembros de su banda, Santa Sabina, Tacvbos y Fratta– le tendieron la mano organizando tocadas y conciertos para ayudarla.
«Como dice Don Juan, todos tenemos las mismas posibilidades de que cada momento sea nuestra última batalla. Ahora cada instante que vivo, que estoy con mi hijo y mi esposo; cuando canto, todo tienen más valor», declaraba Rita Guerrero en entrevista a la cadena CNN.
Una trayectoria vasta
La carrera de Rita dentro del circuito del rock nacional no se limitó nada más a su banda, Santa Sabina, con quien grabó ocho álbumes: el homónimo del grupo (1992), Símbolos (1994), Concierto Acústico (1994), Babel (1995), MTV Unplugged (1997), Mar Adentro en la Sangre (2000), Espiral (2003), XV Aniversario En Vivo (1995), que incluye, además de dos discos, un DVD en directo grabado en el Teatro Metropólitan, con sus temas más representativos y varios bonus.
Aunque alguna vez Santa Sabina y Rita formaron parte de la industria discográfica establecida (en el sello Culebra, de la desaparecida BMG), siempre se movió más a sus anchas –porque era bastante entrona– en el terreno de la independencia.
También supo explorar otros contextos (y combinarlos), como el del progresivo, el jazz, la música experimental, los tintes góticos y oscuros, e incluso, como proyecto alterno al grupo, irrumpir en la música sefaradí renacentista, barroca y virreinal, como parte del Ensamble Galileo, dedicado a la música antigua y medieval. Su voz daba para todo.
La última vez que a los Santa se les pudo ver en activo, y con la pila recargada, fue en el Vive Latino de 2008, antes de dedicarse la mayoría a proyectos independientes. Si hay que hacerle justicia a Rita dentro y fuera del rock mexicano, hay que destacar (aparte de su magnifico registro vocal, al que ayudaba mucho su formación teatral, para dramatizar al máximo sus interpretaciones) que fue parte de esa inteligencia, coherente como underground, que no es muy frecuente en el medio. Sabía lo que quería y sabía como pedirlo, y conseguirlo.
Muchos de sus amigos músicos ofrecieron un concierto el 6 de diciembre en el Teatro de la Ciudad para recaudar fondos y ayudarla en la batalla que libraba contra el cáncer que, finalmente, se la llevó. Vamos a extrañar su voz en vivo (imposible olvidarla en «Azul Casi Morado», «Nos Queremos Morir» o «Estando Aquí, no Estoy») su belleza de «yo no fui» y su look escénico elegante, lo mismo formal que desenfadado.
Mayor información: Rita Guerrero
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