Escena del montaje. (Foto: Cortesía FMX)C iudad Juárez, Chihuahua, 10 de marzo 2011. (RanchoNEWS).- Invisible a los ojos humanos, la ninfa acuática Rusalka anhela vivir la vida de una mujer, pues se ha enamorado de un príncipe. Para vivir el amor, recurre a la bruja que, a cambio de cumplirle su deseo, le impone una condición difícil: enmudecer. Este mito eslavo, del que existen muchas versiones en los cuentos, es el eje de la ópera Rusalka, que abre esta noche el 27 Festival de México (FMX), en Bellas Artes. Una nota de Sonia Sierra para El Universal:
La elección de este año para el Festival es singular en varios sentidos: se trata de una ópera muy popular en los países de Europa central (fue estrenada en Praga el 31 de marzo de 1901), es la ópera más importante de Antonín Dvorak, y es una pieza que presenta una gran riqueza visual.
«Se trata de una ópera musicalmente muy bella, una joya –comenta el director de escena Enrique Singer–. En México es, hasta cierto punto desconocida, pues es la primera vez que se monta en el país. Desde el punto de vista musical, esta ópera tiene muchos matices: es muy difícil para los cantantes, pero para los asistentes es una pieza muy fácil de escuchar».
El director concertador de la obra es el músico griego Iván Anguélov. El rol de Rusalka es interpretado por la soprano sueca Elisabet Strid; el gnomo del agua será representado por el bajo Alexander Teliga. Los demás miembros del elenco son cantantes mexicanos, como el tenor José Luis Ordóñez en el papel del príncipe.
«Contamos con un elenco de cantantes que la han interpretado en otros países, y los cantantes mexicanos la han dominado; vocalmente está insuperable», asegura Singer.
Para la que es su primera dirección escénica de una ópera, Singer trabaja con el escenógrafo Jorge Ballina y el iluminador Víctor Zapatero, con la idea de construir un mundo fantástico y bello al mismo tiempo.
«Dirigir una ópera no es nada sencillo, estamos hablando de la participación de cerca de 100 personas. Entre el teatro y la ópera el paso es pequeño; la música es la aportación, pero el teatro tiene su musicalidad. Aquí lo que sucede es que esa música ya viene implícita en las partituras, en la obra del compositor. Permite juegos arriesgados y muy grandes».
Acerca de los problemas de sonido que presenta la sala principal del Palacio de Bellas Artes, el director de escena está convencido de que «conforme se vaya utilizando el recinto, se van a acomodar muchas cosas; es como todo lo nuevo, se tiene que probar. La mecánica teatral se ha probado para la ópera, pero es nueva, y no sólo eso, además se requiere de un tiempo de aprendizaje para su utilización. Yo no soy un experto en la acústica, pero espero que con el tiempo todas las fallas se vayan subsanando».
La ópera Rusalka es una coproducción del Festival de México y la Compañía Nacional de Ópera del INBA; Eloise Kazan realizó el diseño de vestuario y la coreografía es de Laura Morelos. La producción ejecutiva está a cargo de Bertha Coutiño.
Rusalka se presentará en el Palacio de Bellas Artes hoy a las 20 horas; el domingo 13 de marzo a las 17 horas, el jueves 17 de marzo a las 20 horas, y el domingo 20 de marzo a las 17 horas.
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