Rever. (Foto: Bradford University Theatre Group)
M éxico, Miércoles 12 de julio (EFE).- El especialista mexicano en neuropsiquiatría Jesús Ramírez Bermúdez cuenta en su recién publicada primera novela cómo son los laberintos que atraviesan muchos de los enfermos mentales.
Bermúdez dijo que Paramnesia (2006) se basa en las constantes historias nuevas que afloran en el mundo de la medicina relacionadas con la condición humana.
«El arte del buen clínico es saber escuchar a sus enfermos y ellos siempre tienen historias que narrar, y si bien el médico por un sentido de respeto no las difunde, yo quise comunicar este tipo de experiencias», indicó.
El autor, que dedica la mayor parte de su tiempo a la investigación y a la práctica clínica en el Instituto Nacional de Neurología, reúne en la novela historias fantásticas que le contaban sus enfermos y las combina con relatos de terror que escuchó de niño.
Bermúdez aseguró que en su libro le interesaba narrar el camino de las personas que se quedan aisladas por culpa de la enfermedad.
«Los enfermos mentales cruzan fronteras desconocidas para nosotros, pero dejan una serie de huellas y relatos que pueden ser usados para tratar de reconstruir e imaginar cómo es ése más allá que viven», dijo el galeno.
Al referirse al título de su novela, señaló que Paramnesia es un término infrecuente en la literatura médica, que se utiliza para describir a una persona que tiene falsos recuerdos.
Esto ocurre en enfermedades de esquizofrenia o como resultado de lesiones muy puntuales del cerebro, indicó.
En la novela, Bermúdez narra la historia de un niño que sufre del síndrome de Cotard, que consiste en un delirio esquizofrénico de negación que lleva a la persona a creer que está muerta o que no existe.
El autor confesó que ha tenido muchos enfermos con ese síndrome, los cuales le han impresionado mucho «porque era imposible convencerlos a través de la razón de que estaban vivos».
El término paramnesia se utiliza en el libro de modo metafórico, «como un recurso literario para hablar acerca de todos los laberintos de la memoria», manifestó el especialista.
Ramírez Bermúdez dijo que el origen de su libro está en el mundo de los cuentos que se transmiten en las comunidades indígenas, donde cursó la educación primaria.
«Allá los relatos impactan, provocan miedo y una sensación de horror de la que espero haber logrado transmitir por lo menos una brizna, porque creo que ésos son los orígenes de la narrativa», agregó.
El especialista, que ha publicado un sinfín de artículos médicos en revistas especializadas, aseveró que en México hay casi un millón de personas que padecen esquizofrenia.
Estas personas viven «toda una serie de experiencias que están ocultas justamente porque la sociedad no les presta atención», concluyó.
Random House Mondadori dice:
México.- Misteriosa, inexplicable, tortuosa y llena de situaciones ciertas e inciertas, la primera novela de Jesús Ramírez Bermúdez, Paramnesia, se torna perturbadora no sólo por su acabado manejo del contenido y el ritmo narrativo, sino porque su desenlace nos descubre que la historia contada no es producto de «la realidad comprobable o real», sino de la realidad que tanto les gusta inventar a quienes escudriñan en las vidas, las almas e historias de los otros.
Publicada por Random House Mondadori, dentro del sello Sudamericana, esta historia alucinante inicia con la maldición de un anciano sobre un niño de doce años, provocándole un viaje agónico y de consecuencias inesperadas. A partir de ahí, el autor teje la historia de este singular libro en el panorama de las letras mexicanas, pues su género podría denominarse «ciencia ficción religiosa».
Con eficacia narrativa debida, en gran medida, a su profesión de neuropsiquiatra y a su capacidad para comprender y describir la psicología humana, Ramírez Bermúdez cuenta cómo un día de octubre del año 1985, David festeja su cumpleaños número doce, viendo en ello su iniciación en otras responsabilidades y diferentes aventuras. Por ello, al adolescente se le ocurre que una manera “ambiciosa y espectacular”de dar la bienvenida a su nueva edad, es bajar por la barranca que conduce al río que atraviesa el pueblo de Tetelcingo.
Imantado por historias donde brujos y maldiciones terribles asustan en serio a los habitantes del lugar, el río resulta profundamente atractivo para David, quien en un gesto de valentía quiere explorarlo para conocer los orígenes de su cauce. Sin embargo, para esta arriesgada expedición, decide ir solo, sin la compañía de sus amigos de escuela, Pedro y Matías.
Así, el joven comienza el descenso, y entre enormes hileras de ramas, árboles y piedras, divisa a un niño, que después de hacer «un gesto de angustia o dolor, cae al suelo, donde sus brazos y piernas temblaron primero y luego se pusieron rígidos, como si luchara contra un enemigo invisible. […] Usaba una playera sucia con letreros en inglés; los pantalones rotos estaban mojados entre las piernas, como si hubiera orinado. Solamente traía una sandalia puesta; la otra posiblemente estaba tirada cerca de nosotros. El niño abrió los ojos, pero no parecía verme: estaba confuso o adormilado, porque decía palabras sin sentido».
En medio de la confusión y el susto aparece don Elías, quien le dice a David que el pequeño es su nieto y que lo aqueja un «mal en la panza» que va a provocarle la muerte. Por ello, Elías le pide a David ayudarlo a curar a su nieto, prestándole por un rato su cuerpo. Ante la propuesta, David sale despavorido y el anciano lo maldice. Al día siguiente, el joven se enferma iniciando una historia en la que las alucinaciones, las creencias e invenciones ocupan el lugar protagónico en la novela.
Especialista e investigador en los terrenos del cerebro y la neurología, Jesús Ramírez Bermúdez echa mano, en los cuatro capítulos que conforman Paramnesia, de los recursos que como psiquiatra ha adquirido a lo largo de sus años de práctica profesional.