Rancho Las Voces: Noticias / Familia de García Lorca se opone a su exhumación
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viernes, agosto 18, 2006

Noticias / Familia de García Lorca se opone a su exhumación

La sobrina de García Lorca

M ADRID, España. Viernes 18 de agosto de 2006 (Ana Anabitarte/ El Universal).- Hoy viernes se cumplen 70 años de que el poeta Federico García Lorca fuera asesinado por un pelotón de fusilamiento de las tropas franquistas en el Barranco de Víznar, junto a un olivo, en un paraje solitario de la localidad granadina de Alfacar (Andalucía, sur de España), el 18 de agosto de 1936.

Tras recibir amenazas de muerte, el escritor se había refugiado en casa de su amigo Luis Rosales, que pertenecía a una familia de falangistas, pero que compartía con él su afición por la literatura. Un día uno de los hermanos de Luis, con una copa de más, contó en un bar que en su casa había "una horrible peste a maricón, por culpa de un poetilla amigo de mi hermano Luis".

Aquella frase llegó a oídos de Ramón Ruiz Alonso, un linotipista homófobo que trabajaba en el periódico Ideal, quien lo delató ante el gobierno civil.

El 16 de agosto el comandante José Valdés fue a buscar a García Lorca a casa de los Rosales. Dos días después el poeta fue fusilado.

Pero Lorca, que tenía 38 años, no murió solo. El escritor fue fusilado junto a tres personas más, todos ellos anarquistas: un maestro de escuela, Dióscoro Galindo, y dos banderilleros: Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.

Sus cadáveres fueron enterrados en una fosa común en algún lugar del Barranco de Víznar, cerca de otros 3 mil cuerpos más.

García Lorca y Luis Buñuel.

Setenta años despúes, en el Barranco de Víznar, un monolito recuerda al escritor con las siguientes palabras: "A la memoria de Federico García Lorca y de todas las víctimas de la Guerra Civil (1936-1939)". Y un olivo guarda en su tronco los agujeros de las balas que los asesinaron. No hay nada más. Ni un monumento, ni una tumba, ni una lápida, ni unas flores. Nada recuerda que allí reposan los restos de uno de los escritores más importantes de las letras españolas.

Ahora las familias de los tres anarquistas asesinados junto al poeta reclaman la exhumación de los restos para, como ellos dicen, poder enterrarlos dignamente en un cementerio y así honrar su memoria. Sin embargo, la familia del escritor se opone.

En los últimos años.

Francisco González, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada (ARMH) no entiende por qué la familia de Lorca no quiere recuperar los restos del poeta. "Ellos no pueden impedir que los otros familiares sí encuentren los de los suyos y les den una sepultura justa", explica a EL UNIVERSAL. "Abrir las fosas comunes de la Guerra Civil no va a ser una manipulación tosca ni desconsiderada. No vamos a buscar los restos de Lorca, sino los de las otras tres víctimas, tal y como quieren sus nietos. Si se abre la fosa y aparecen los cuatro cadáveres serán los familiares los que digan qué se hace con los huesos."

Laura García Lorca es uno de los seis sobrinos de Lorca. Ella respeta la opinión de la ARMH, pero reconoce que para ella y para su familia sería muy doloroso hacerlo, y añade que la memoria histórica "no está en los huesos ni en las cenizas". "Hay una parte de mí que quiere saber dónde está el cuerpo de Lorca, pero me doy cuenta de que acabaría convirtiéndose en una operación exhibicionista, en un show mediático e impúdico. Aparecerán unos huesos, habrá que identificarlos. pensar en eso me repugna. Y después, imagínate que se identifican sus restos. ¿Qué se hará con ellos? ¿Donde se enterrarían?", se pregunta.

Ante esta negativa Francisco González ha anunciado su intención de acudir en septiembre a la vía judicial para que sean los jueces los que decidan si los huesos se exhuman o no. Hasta el momento, la ARMH y otras entidades ya han localizado, exhumado y entregado a sus descendientes los restos de 905 personas, aunque el historiador Santos Juliá cifra en más de 90 mil a los represaliados republicanos durante el conflicto y los años posteriores. Sin embargo, tras la aprobación de la futura ley de la memoria que prepara el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, serán muchos más los exhumados, ya que se obligará a las instituciones a facilitar a los familiares de los desaparecidos su localización e identificación, y se elaborarán mapas donde figuren las fosas comunes en las que fueron enterrados. Y entonces, 70 años después de su muerte, por fin se sabrá dónde están los restos del poeta Federico García Lorca.