Monolito de la diosa mexica Tlaltecuhtli, descubierto en Las Ajaracas. (Foto: Mauricio Marat/ INAH)M éxico, 16 de enero (El Financiero).- La falta de presupuesto mantiene "detenida" la investigación en torno al monolito de Tlaltecuhtli, localizado el 2 de octubre de 2006 en el predio Las Ajaracas, en el centro de la Ciudad de México, informó hoy aquí el arqueólogo Alvaro Barrera, responsable de los trabajos.
En entrevista, el especialista agregó que se desconoce la fecha y el monto que será destinado al proyecto, pero que ya se prevé utilizar radares de prospección a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para confirmar la existencia de los restos del tlatoani Ahuizotl bajo la escultura.
De acuerdo con los estudios realizados hasta el momento, la pieza de alrededor de 12.5 toneladas, que corresponde a la séptima etapa constructiva del Templo Mayor (1502 a 1521), podría ser la lápida mortuoria de Ahuizotl, quien en su calidad de ser solar descendió muerto al Mictlán, donde transmitió el poder a su sucesor
Moctezuma II.
Barrera señaló que esperan que el próximo mes empiecen ya los trabajos, pues en este momento "está detenida la investigación pero no se ha terminado y los elementos ahí están, estamos en pláticas para que por parte del INAH destinen recursos, pero no sabemos para cuándo y cuánto sería el dinero".
Por el momento, dijo, "lo único que se hace es monitorear la escultura y mantenerla en condiciones que no sean extremas, ni de humedad ni de resequedad. Prácticamente consiste sólo en mantenerlos cubiertos (con lonas) y no exponerlos a cambios bruscos".
Una vez aprobados los recursos, expuso, el trabajo de los especialistas consistirá en retirar la escultura del lugar donde fue ubicada (en cuatro fragmentos) y "colocarla en una mesa a un costado para saber exactamente lo que hay bajo de ella", donde se distingue una oquedad que podría contener los restos del toatloani (gobernante
azteca).
En este sitio, añadió, será también colocado el radar de instrospección con el que se espera revelar posibles huecos bajo la pieza. Estos trabajos estarán a cargo del especialista Luis Barba, del Laboratorio de Prospección Arqueológica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.
El monolito se encuentra en muy buen estado de conservación y hay color en toda la pieza, donde se percibe el rojo, ocre, negro, blanco y azul.
La pieza contiene fechas calendáricas en una garra de la Diosa de la Tierra o Tlaltecuhtli, que corresponde a la fecha 10-conejo, que hace alusión al año en que Ahuizotl muere, y que correponden a 1502 después de Cristo.
La escultura tallada en piedra andesita rosa es de cuatro metros de largo por 3.57 de ancho y 40 centímetros de espesor, y constituye el más importante hallazgo realizado en 28 años en el centro de la ciudad, después del descubrimiento de la Diosa Coyolxauhqui, ocurrido en 1978.
REGRESAR A LA REVISTA
