Escena de Fiebre 107 grados, basada en la obra de Silvia Peláez y dirigida por Silvia Ortega. (Foto: Especial)M éxico 26 de Enero 2007. (Jesús Alejo/Milenio).- La historia de amor entre la poeta estadunidense Sylvia Plath y el británico Ted Hughes parece ser más ficción que realidad, aun cuando resultó tan real que llevó al suicidio de la escritora.
Drama ya retratado en libros y hasta en la película Sylvia –protagonizada por Gwyneth Paltrow y Daniel Craig–, convertido en esencia de la puesta en escena Fiebre 107 grados, de Silvia Peláez, y dirigida por Silvia Ortega.
“El germen viene de la fascinación hacia la poesía de Sylvia Plath, lo que se combina con la fascinación por los elementos trágicos en su historia, que culmina en el suicidio por muchos conocido, ocurrido en 1963”, cuenta la dramaturga.
Es un acercamiento de un voyeurista a la vida íntima de los escritores, reconoce Peláez: de alguien que se atreve a mirar por una rejilla para mostrar la relación amorosa como un detonante de múltiples sensaciones y actitudes.
“De su encuentro con Hughes, creo, se dieron situaciones en la vida de la propia Sylvia, como que haya producido su mejor poesía. En un sentido último del texto, el tema viene a ser la relación amorosa, cada uno con sus cualidades y defectos, con sus deseos y sus voluntades, y cómo se desenvuelve esta relación amor-pasión y tiene final doloroso para uno u otro.”
La intención de la dramaturga era mostrar las formas en que se puede trastocar una pasión a partir de los deseos de cada uno: los problemas de compartir lo individual en una relación de pareja, lo que se ve muy claro en la historia de ellos dos, asegura, porque en la final ese espacio individual les provocó el desencuentro.
“Durante mucho tiempo Sylvia Plath fue considerada como víctima de Ted Hughes, cuando creo que en las relaciones cada uno aporta sus ingredientes”, asegura Sylvia Peláez. “Ted decía que las estrellas se habían confabulado para ese encuentro y así vivía esa relación.”
Para reconstruir el drama, la autora se basó en los poemas del libro Ariel, donde se reunió lo que había escrito durante los dos últimos meses de vida, ya cuando se había separado del escritor británico, amén de consultar las cartas que le escribió la poeta a su mamá.
Sin embargo, se trató de una investigación larga, en la que llegó el momento en que debió terminar con la obra, publicada ya por Ediciones El Milagro y el Conaculta.
“Me importaba despertar las emociones de los espectadores, independientemente de los personajes. Me interesaba explorar las relaciones entre todos: la de Sylvia con su madre y con su padre; vinculaciones que todos tenemos, resueltas o no.”
Con la esperanza de que la obra trascienda el drama de los poetas, Fiebre 107 grados cuenta con las actuaciones de Érika de la Llave, Carlos Aragón, Mercedes Pascual, Rocío Leal, Héctor Holten y Óscar Narváez.
Reestreno en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque; viernes 20:00 horas y sábados 19:00.
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