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martes, septiembre 19, 2006

Noticias / México: De vuelta, el padre del arte moderno latinoamericano

Germán Cueto

Miguel Angel Ceballos
El Universal
Martes 19 de septiembre de 2006

H aber nacido en el siglo XIX no convierte a Germán Cueto en un artista lejano a las generaciones contemporáneas. Todo lo contrario. Cueto fue un creador de múltiples búsquedas que "renovó la escultura en México", fue vanguardista y tuvo una "imaginación desbordada", no en vano se le considera el padre del arte moderno en América Latina.

La obra de Cueto adquiere tal vigencia hoy que será exhibida en uno de los recintos que más visitan los jóvenes: el Museo de Arte Carrillo Gil, donde el próximo jueves se abrirá una exposición con más de 120 piezas, entre máscaras, pinturas, esculturas y cerámicas.

Delfín Germán Salvador Apolonio Gutiérrez Cueto y Vidal (1893-1975), simplemente conocido como Germán Cueto, fue el principal escultor del Estridentismo Mexicano, un movimiento de poetas y artistas que quería cambiar el arte, la literatura y la sociedad después de la Revolución.

Para la crítica de arte Raquel Tibol, Cueto fue un artista de búsqueda y exploración que renovó la escultura en México.

Tras 25 años de que no se organizaba una exposición con la obra de Germán Cueto en la ciudad de México (la última se presentó en el Museo de Arte Moderno, en 1981), el Carrillo Gil abrirá una muestra que ofrece una amplia panorámica de la versatilidad de este artista que lo mismo hizo máscaras, pintura, escultura en bronce, piedra, alambre y pasta, y que incursionó en el teatro y en la creación de escenografías y vestuario para la danza.




Máscara 507 , ca. 1927
Sheet metal
35.5 x 20 x 10 cm



Las máscaras fueron una constante en la carrera de Cueto. Como la escultura implica altas inversiones, cuando estuvo en Europa maravilló a todos con la creación de piezas que inventaba apenas con un pedazo de cartón. En su estadía en París (en 1927), se unió al grupo Cercle et Carré (Circulo y Cuadrado), en cuyo núcleo se relacionó con Seuphor, Mondrian, Kandinsky, Arp, Léger y Calder.

Javier Cueto, el cuarto de los hijos de Germán y heredero de su obra, señala que si no se habían hecho exposiciones con la obra de su padre durante los últimos años, es porque los funcionarios de la cultura no entienden el arte moderno.

Vía telefónica desde Cuernavaca, advierte que solicitó la Sala Principal del Museo de Bellas Artes para rendir un homenaje a Germán Cueto, "pero puros pretextos. Dijeron que ya se les venía el milenio encima y que no había espacio", indica.

"No lo entienden o simplemente no se quieren meter en broncas. Desgraciadamente en los museos solamente hay espacio para Diego (Rivera), (David Alfaro) Siqueiros, (Rufino) Tamayo, Frida (Kahlo) y un poco de (José Clemente) Orozco, y así están tranquilos."

Ester Echeverría, curadora de la muestra y encargada de la catalogación del acervo de Germán Cueto -que consta de cerca de mil obras-, dice que primero tuvieron que hacerse homenajes a Cueto en Europa antes de que se reconociera en México, como lo muestran las exposiciones en el Palazzo Gras, en Venecia (1986); el Museo de Arte Moderno de Lille, en Francia (2005), y en el Centro de Arte Reina Sofía, en España (2005).

"Es un artista que, a pesar de nacer en el siglo XIX, sigue vigente, todavía su obra es de vanguardia con una imaginación desbordada. Nunca le interesó vender su obra, la regalaba o la vendía muy barato, era un romántico. Vivía de dar clases, de hacer títeres con su esposa Lola, con Ramón Alva de la Canal y su mujer. Eso le daba una libertad para hacer todo lo que hizo."

Raquel Tibol, quien entrevistó a Germán Cueto poco antes de su muerte, indica que fue un artista muy discreto que no participaba en la arena de la polémica para mostrar sus hallazgos.

"Lo que podríamos subrayar es que no era una personalidad ruidosa, era un hombre de búsquedas, de experimentación, se daba su tiempo. Era un maestro que tuvo entre sus alumnos más destacados a Helen Escobedo".

Por tratarse de un artista moderno, quizá el Museo de Arte Moderno sería el apropiado de exhibir su obra, sin embargo Javier Cueto explica que Luis-Martín Lozano no sólo no le respondió las llamadas, sino que ha bloqueado a Cueto.

"Sólo por dar un ejemplo, en el MAM tienen una escultura magnífica de mi padre que se llama La Tehuana, y al señor (Luis-Martín Lozano) no se le pegó la gana prestármela para la exposición en el Reina Sofía, que porque ya había salido muchas veces y era parte del guión del museo, contestaciones que obedecen a un bloqueo a Germán Cueto."