White Chapel Art Gallery
Cultura - Jueves 21 de septiembre
El Financiero en línea
L ondres, 21 de septiembre.- El fantasma del marqués de Sade se cierne sobre una doble exposición en la galería Whitechapel de Londres y que presenta a los artistas Pierre Klossowski y Hans Bellmer muy influidos por el célebre libertino y prisionero de la Bastilla.
Klossowski (1905-2001), novelista, filósofo, ensayista, teólogo, dibujante y algunas cosas más, y Bellmer (1902-1975), uno de los representantes más radicales del surrealismo, están vinculados además a la obra transgresora de George Bataille.
Nacido en París en el seno de una familia aristocrática polaca y hermano del famoso pintor Balthus, Klossowski entabló gracias a su madre amistad con el poeta Rainer Maria Rilke y el novelista André Gide.
Lahire and the young Ogier, 1972.Klossowski
Compaginó los estudios teológicos con los de la filosofía del "Divino Marqués" y estuvo a punto de ingresar en una orden monástica - la de los dominicos-, a lo que renunció para casarse, en 1947, con Marie Roberte Morin-Sinclaire, que iba a convertirse, como "Roberte", en musa tanto de su obra literaria como de sus dibujos.
Tras publicar una obra polémica titulada "Sade, mi prójimo" (1947), Klossowski comenzó una tardía carrera artística a mediados de los cincuenta con seis dibujos para su novela "Roberte, ce Soir", primera parte de una trilogía erótica titulada "Las Leyes de la Hospitalidad".
Animado por otros artistas como Giacometti, André Masson o Robert Lebel, Klossowski continuó su serie de dibujos, que él mismo consideraba no tanto como "ilustración" sino como "prolongación" de su obra novelística.
De fuerte contenido sado-erótico, esas obras, de gran tamaño y algunos de ellos realizados con lápices de colores, tienen un trasfondo mitológico, histórico, folclórico o literario.
Muchos de los dibujos expuestos en Londres muestran a Roberte como Diana en presencia de Acteón, convertido en ciervo, haciendo de gladiadora de circo o atada a dos barras paralelas por dos hombres con claro aspecto de fetichistas.
A la galería londinense han venido también tres esculturas en resina sintética pintadas sobre madera que representan la traslación exacta a ese medio de algunas de sus famosas ilustraciones eróticas.
Al igual que Klossowski, el alemán Hans Bellmer estuvo estrechamente asociado al movimiento surrealista.
Hans Bellmer The Rape of Europe, copper etching 1967
Influido por artistas como Georg Grosz, Otto Dix o Rudolf Schlichter, Bellmer comenzó como pintor tipógrafo e ilustrador, pero tras la llegada al poder de los nazis en 1933, renunció a todo tipo de arte comercial.
Ese mismo año creó su primera muñeca, hecha de cartón piedra y yeso sobre un esqueleto de metal y madera, cuyo cuerpo podía desmontarse o ensamblarse y que fotografío luego en blanco y negro para un libro oportunamente titulado en alemán "Die Puppe" (La Muñeca).
A pesar de que el libro se publicó anónimamente, la obra de Bellmer sería tachada de "degenerada" por los nazis, y el artista abandonó su país natal y se trasladó en 1938 a Francia, donde sería internado al comenzar la guerra, como le ocurrió a Max Ernst, por su condición de alemán aunque más tarde fue liberado y luchó en la resistencia.
En Francia, Bellmer continuó trabajando de modo obsesivo y fetichista con nuevas muñecas de su propia creación, componiendo con sus senos o sus extremidades extrañas criaturas o escenarios de sádica teatralidad.
En muchos de sus dibujos se fusionan las formas masculinas y femeninas para crear organismos monstruosamente andróginos, siempre con una fuerte carga de sexualidad y violencia.
A modo de bisagra entre ambas exposiciones, una tercera, titulada "El Círculo Vicioso", explora en la misma galería temas como el erotismo y las obras del marqués de Sade y el filósofo alemán Friedrich Nietzsche además de analizar el legado surrealista de la posguerra.
Presentada como un gabinete de curiosidades, esa pequeña muestra, que toma su título del libro de Klossowski "Nietzsche y el Círculo Vicioso", incluye manuscritos, fotografías, dibujos o aguafuertes de artistas del mismo período como Marcel Duchamp, Pierre Molinier o Balthus.
