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viernes, septiembre 15, 2006

Noticias / México: La escritura más antigua de América


Dibujo epigráfico de los signos del bloque de Cascajal.
(SCIENCE)


Ricardo Cerón
El Universal
Viernes 15 de septiembre de 2006

U
n sistema de escritura hasta ahora desconocido y que podría convertirse en el más antiguo de América, es el que guarda un bloque de piedra hallado en 1999 en el estado de Veracruz, según reportan científicos en un artículo de la revista Science.

La piedra denominada el Cascajal, perteneciente a la cultura olmeca, fue encontrada en el municipio de Jáltipan, Veracruz, y data de alrededor del año 900 antes de nuestra era.

El Cascajal está compuesto de 28 signos di ferentes, algunos de ellos se repiten hasta cua tro veces, lo que da un total de 62 imágenes grabadas, según reporta el equipo de arqueólogos que estudia este bloque, encabezado por los in vestigadores mexicanos Carmen Rodríguez Martínez y Ponciano Ortiz Ceballos.

Las imágenes de esta piedra, de aproximadamente 12 kilogramos de peso, son figuras de la naturaleza, específicamente vegetales, representados de manera vertical. Se aprecian peces, maíz o abejas. El Cascajal mide 21 centí metros de ancho, 36 de largo y tiene unos 13 centímetros de espesor, su fecha de origen, de acuerdo con los investigadores, data de entre el año mil 200 y 900 antes de nuestra era, lo que significa de por lo menos 400 años antes de la aparición de la más antigua escritura en América hasta hoy conocida.

Cinco lados del bloque son convexos, mientras la superficie restante que contiene el texto aparece cóncava; de ahí que el equipo es tablece que el bloque fue tallado repetidamente y borrado, lo que para los científicos sería un hecho sin precedente.

“Parece ser que la piedra era empleada por los gobernantes para comunicar algo, como se hacía en algunas culturas, donde había unos bloques de inscripciones en las que se reportaba la lista de tributos”, explicó Ponciano Ortiz, uno de los líderes de este estudio.

Sin embargo, varias secuencias paralelas de signos también conducen a los investigadores a creer que el texto contiene coplas poéticas que serían los más antiguos ejemplos conoci dos de esta expresión en Mesoamérica.

Las imágenes que aparecen talladas en el Cascajal, ya han sido identificadas en otras piezas olmecas de menor tamaño, por lo que el origen de esta piedra está totalmente claro pa ra los científicos. Sin embargo, el contenido de esa escritura será esencial para un mejor conocimiento de la civilización olmeca, la cual se cree es la más antigua de la región de Mesoamérica, aunque recientemente se han descu bierto piezas arqueológicas anteriores al surgi miento de esa cultura (1200 al 400 a.C.).

La piedra del Cascajal fue descubierta en una cantera de grava cerca del sitio arqueológico de San Lorenzo y a unos kilómetros de La Venta, capital de la civilización olmeca.

El hallazgo de finales de la década pasada fue un hecho fortuito, indicó Ortiz. La piedra fue encontrada por unos trabajadores que construían un camino cerca del sitio; el lugar era empleado como mina de materiales para construcción.

Ponciano Ortiz, adscrito al Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana, explicó que desde 1999 se comenzó a estudiar el bloque a partir de la toma de fotografías.

Más tarde, un grupo de geólogos determinó la antigüedad de la piedra y algunas otras piezas encontradas en las inmediaciones del sitio. Los resultados de esos trabajos fueron dados a conocer en el Congreso Mexicano de Arqueología en 2002. A partir entonces, se iniciaron los trabajos conjuntos con investigadores de diversas universidades en el extranjero, con quienes se había trabajado previamente en otras zonas arqueológicas, como en Chiapas, cuyas especialidades están dirigidas a identifi car y descifrar la escritura antigua.

El hallazgo de más objetos cerca del Cascajal da esperanzas a los científicos de encontrar nuevas piezas con escrituras similares, que re sultarían esenciales para descifrar el significado de la escritura de este bloque y, con ello, abrir mayor conocimiento en torno de las civilizaciones mesoamericanas, en específico, la olmeca. Para Stephen Houston, coautor de la investigación, el hallazgo “podría ser el princi pio de una nueva era de estudios olmecas”.

El equipo de investigadores que actual mente siguen con el análisis de esta piedra está compuesto, además de por Ponciano Ortiz Ce ballos y Stephen Houston, por María del Car men Rodríguez Martínez y Alfredo Delgado Calderón, del Centro INAH Veracruz. Además están Michael D. Coe de la Universidad de Ya le; Richard A. Diehl de la Universidad de Alaba ma, y Karl A. Taube de la Universidad de Orilla de California.