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Fotografía de Man Ray Lágrimas. (Foto: EFE)
C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de julio 2009. (RanchoNEWS).-La exposición Lágrimas de Eros se adentra en lado oscuro del Dios del sexo y el amor. Una noat de EFE:
La pasión erótica, desde todas las miradas y orientaciones sexuales, y la íntima relación entre el sexo y el instinto de muerte se mostrarán a través de grandes obras de arte en la exposición que el Museo Thyssen-Bornemisza dedicará en otoño a las Lágrimas de Eros.
La muestra abordará el lado oscuro del dios del sexo y el amor, los tormentos de la pasión, en las más de 120 piezas en las que el comisario Guillermo Solana, director artístico del Thyssen, ha querido plantear un diálogo sobre los mitos de Eros con obras de maestros antiguos, pinturas del siglo XIX, los surrealistas y lo contemporáneo.
Entre estos mitos adquieren especial importancia los relacionados con el sufrimiento implicado en Eros. «El título de la exposición viene del libro de Georges Bataille, en el que el autor pone el acento precisamente en la relación entre la pasión y el suplicio, en los sufrimientos asociados a Eros y a su oponente Tanatos, la pasión sexual y el instinto de muerte», ha declarado a Efe Solana.
En las salas del Museo Thyssen y de Caja Madrid irán dialogando los mitos paganos y las historias bíblicas judeo-cristianas en una narración en la que se combinan pinturas, esculturas, fotografías y vídeos. «Esta combinación supone un paso adelante en las exposiciones del museo. Arriesgar e ir un poco más allá de lo habitual».
Una fotografía de Man Ray, Las lágrimas, y la Venus de Amaury-Duvel, se exhiben en el espacio dedicado al nacimiento de Venus, «el origen de todo», con el que se inicia la muestra.
En una segunda sala, Eva y la serpiente, se mostrarán obras como La encantadora de serpientes de Henri Rousseau, «que se presta en escasas ocasiones», o las fotografías de Nastassia Kinski, de Richard Avedón, o la de Rachel Weisz con una gran serpiente que recorre su cuerpo desnudo, obra de James White.
Un tercer espacio abordará «las dos figuras sobrenaturales –esfinges y sirenas– de la 'femme fatale' donde se podrá contemplar una escultura de Louise Bourgeois; la fotografía hecha por Mapplethorpe a Patti Smith y pinturas de Courbet o Corot».
El tema clásico de las tentaciones de San Antonio lo abordan Furini, Cezanne, Picasso o Antonio Saura, mientras que «la esclavitud erótica, con figuras que sufren, en una especie de agonía voluptuosa» estará presente en la sala sobre San Sebastián «que se aborda desde la pintura del Renacimiento como icono gay o icono del cuerpo masculino voluptuoso», con obras de Bronzino, Guido Reni, Ribera, Bernini, Moreau, Edouard Levé.
Frente a San Sebastián, Andrómeda representada por Rubens, Doré, Dalí, Bellmer o la escultura de Hans Bellmer.
La primera parte de la exposición finalizará con El beso, con insistencia «en el lado violento y oscuro. Hay mucho vampirismo o canibalismo en esta sección, con amantes que desean devorarse», según el comisario.
Vídeos de Bill Viola
Obras de Rodin, Munch, Max Ernst, Warhol, Magritte o Nan Goldin ilustran el apartado que finaliza en una pequeña sala adjunta donde se proyectarán tres vídeos de Bill Viola «que son espectaculares».
En Caja Madrid se tratará «el encanto erótico de la muerte», con capítulos sobre Apolo y Jacinto y Diana y Endimión, «centrados en el cuerpo masculino como objeto erótico, los bellos efebos dormidos, lánguidos y agonizantes», con obras de Tiepolo, Rubens, Luca Giordano, Marina Abramovic o la imagen de David Beckham dormido fotografiado por Sam Taylor-Wood.
«Cleopatra y las bellezas agonizantes» con obras de Man Ray, Dalí, Delvaux o Moreau, es otro de los capítulos del recorrido que finalizará con los dedicados a la Magdalena penitente, representada por Marina Abramovic, Luca Giordano o Canova, y a las decapitaciones.
«Es la sección más heavy, en la que se aborda el tema de la mujer fatal en su extremo. Las Judith y Salome que acaban con su pareja, junto con algunos David, ambiguos, con la cabeza de Goliat. Es la cabeza cortada como fetiche erótico representada por autores como Francesco del Cairo, Valentin de Boulogne, Jacob van Oost, Guernico o Cindy Sherman».
La selección de las obras responden al interés del comisario en que estuvieran representadas «todas las miradas y todas las orientaciones sexuales. También hay sadomasoquismo, voyeurismo, en un relato en que aparecen los principales fetiches de la pasión erótica, abordados con obras de la máxima calidad».
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