Uno de los integrantes del espectáculo. (Foto: JMV/ RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de septiembre de 2009. (Jacqueline Rodríguez Jiménez / RanchoNEWS).- Directo desde el Bronx, el Hip Hop y el Break Dance dijeron «presente» en el 5to. Festival Internacional Chihuahua, sorprendiendo la gran cantidad de adeptos que tiene esta expresión artística en la frontera.
Break! The Urban Funk Spectacular, fueron los encargados de dar muestra de este arte urbano que tuvo su auge en los 80’s en los barrios neoyorkinos, entre comunidades afroamericanas y latinoamericanas, quienes al no tener acceso a escuelas de baile, tomaron las calles como escenario y desarrollar su movimiento.
A simple vista, se pudiera pensar que un baile que no requiere de gran ciencia, pero al ver la serie de movimientos que son capaces de hacer los ocho bailarines que conforman este espectáculo, es digno de respeto y admiración.
Pudiera decirse que estos artistas son gimnastas urbanos, por la fuerza, flexibilidad y agilidad que deben de tener para desarrollar su baile, ya que la mayoría de sus movimientos requiere sostener su propio peso para realizar diversidad de acrobacias y saltos, al ritmo del hip hop o rap.
Esto es sin duda una pieza clave para desarrollar su estilo, ya que tienen que coincidir sus desplazamientos con el compás de la música, lo cual quedó más que demostrado por cada uno de los ejecutantes que dejaron a más de uno con el ojo cuadrado, a través de los diez cuadros que compone su espectáculo con el que se han presentado en los cinco continentes con gran éxito.
Uno de los bailes que sin duda causó mas revuelo fue el de «robot», donde se hacía referencia a un videojuego, de donde se escapan sus personajes para hacer una pelea, y en el cual la única integrante mujer del grupo hizo gala de su habilidad junto a dos compañeros.
Cabe destacar que este estilo lo popularizó el extinto Michael Jackson y que por supuesto sería recordado por uno de los bailarines al interpretar pasos de sus famosos temas «Billy Jean» y «Thriller».
Pero no sólo hubo baile, también hubo diversión pues los chicos tuvieron la idea de invitar a varias personas al escenario para hacer la «ola bailadora», la cual tuvo que esperar unos minutos ya que tres chicos juarenses retaron a los bailarines, tal como sucede entre bandas rivales, que resuelven sus disputas haciendo bailes por turnos, resultando ganador quien muestre mayor habilidad y ridiculice a su contraparte.
De este modo, los chicos lograron sus cinco minutos de fama, mostrando con cierta altivez, lo que se hace en esta frontera.
También pudo disfrutarse de clases de «Beatboxing», la habilidad de imitar sonidos con la boca y que se usa de colchón rítmico del rap, donde la asistencia seguía las indicaciones del instructor, aunque no les salía igual pero al menos hacían el intento.
Definitivamente un encuentro cultural de lo más enriquecedor, donde los bailarines se dan a la tarea de improvisar sus pasos, mezclando las artes marciales, con la pantomima y la acrobacia, en infinidad de ritmos que pueden ir desde el funk hasta la salsa.
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