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Ricardo Piglia, Martín Kohan y Guillermo Martínez, expresiones de diversidad literaria e ideológica. (Foto: Guadalupe Lombardo/AFP/Sandra Cartasso)
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iudad Juárez, Chihuahua. 20 de febrero de 2014. (RanchoNEWS).- «Sólo hay una cosa peor que ser invitado a una fiesta: no ser invitado.» Esta frase, atribuida a Oscar Wilde, podría ser el preludio en clave irónica de una polémica que se generó cuando se conoció el listado de escritores que viajarán al Salón del Libro de París –del 20 al 24 de marzo–, donde Argentina será el país invitado de honor. La deliberada estética del escrache y el prontuario logró aglutinar como «escritores K» a Luis Chitarroni, Martín Kohan, Arnaldo Calveyra, Guillermo Martínez, Lucía Puenzo, Claudia Piñeiro, Damián Tabarovsky, Diana Bellessi, Fernanda García Lao, Ricardo Piglia, Liliana Bodoc, Selva Almada, Miguel Vitagliano, Noé Jitrik, Guillermo Saccomanno, Pablo De Santis, Horacio González, Juan Sasturain, Samanta Schweblin y Ana María Shua, por mencionar apenas un puñado de los 46 escritores que integrarán la delegación y que participarán en homenajes a Julio Cortázar, Juan José Saer, Juan Gelman y Quino, además de mesas redondas, conferencias y clases magistrales, entre otras actividades programadas. «Nunca hemos pedido carnet de afiliación para entregar un premio, para invitar a una feria o para contratar un número artístico», subraya Rodolfo Hamawi, director nacional de Industrias Culturales, a Página/12. «Cualquiera que sabe algo del universo literario argentino se va a dar cuenta de que es una selección diversa que tiene como eje la calidad, la trayectoria y, en algunos casos, las potencialidades para proyectarse en un mercado internacional como el de Francia», explica Hamawi. Una nota de Silvina Friera para Página/12:
«La lista no tiene ningún sesgo político. Basta mirar quiénes están invitados. Toda esta especie de polémica que se generó fue para buscar cierto centimetraje en los medios en algunos casos. En otros casos, por desconocimiento. El ministro de Cultura de la Ciudad (Hernán Lombardi) dijo que era una lista absolutamente sesgada y que la Ciudad no iba a participar del Salón porque no quería avalar esta arbitrariedad. En realidad, lo que pasó fue que querían hegemonizar las actividades como ciudad. Lombardi tiene que entender que el país es mucho más importante que una ciudad. Aunque sea la ciudad capital. Así lo entendieron los organizadores y por eso Argentina es el invitado de honor», plantea Hamawi. «Nos parece que es una ocasión para sentirnos orgullosos de la delegación que llevamos, por la calidad de nuestros escritores, por estar invitados a una feria tan importante como el Salón del Libro en un año en que se cumple el centenario del nacimiento de Cortázar. Alentar el bastardeo y el ninguneo de una delegación de calidad es injusto. Yo no sé si Lombardi entiende algo de esto; por eso sale a copiar lo que aparece en los medios hegemónicos en una lógica que es hacer de coro de lo que dicen. Un funcionario de la envergadura de Lombardi debería tener mucho más cuidado e informarse antes de opinar. No hace falta explicar la diversidad que tiene la lista. Lo mismo intentaron hacer cuando entregamos los Premios Nacionales, acusándonos de dar premios a los amigos».
Hamawi aclara que «la lógica de la estética del escrache obliga a los autores a salir a explicar que son invitados por sus obras y no porque son ‘amigos del Gobierno’». «Esto es una perversión absurda; leyendo la lista de los escritores se percibe el equilibrio que tiene», agrega el director de Industrias Culturales. En esa lista figuran también Laura Alcoba, Leopoldo Brizuela, Sergio Bizzio, Tununa Mercado, María Pía López, Ricardo Forster, Vicente Battista, Perla Suez, Mempo Giardinelli, Luisa Futoransky, Marcelo Figueras, Eduardo Rinesi, Ernesto Laclau, Oliverio Coelho, Mario Goloboff y Alicia Dujovne Ortiz, entre otros. «¿Alguien puede discutir la jerarquía intelectual de Horacio González? ¿Alguien puede dudar de que María Pía López o Ricardo Forster son intelectuales con mucha obra publicada, con muchísima presencia en foros internacionales, como para que no tengan un lugar en una lista representativa del país? La intención es sembrar sospechas y tratar de degradarlo todo», afirma Hamawi. «Leí una nota lamentable en la que se decía que los autores que no habían sido traducidos no iban a hacer nada en Francia. Y les recomendaban que visitaran una muestra en el Pompidou. Me parece una falta de respeto enorme y un nivel de ignorancia supino porque los autores viajan a este tipo de ferias a participar en foros y en mesas redondas donde se cruzan con escritores del país anfitrión. Una feria es una plataforma de intercambio y no sólo de compra y venta de derechos».
El diseño del pabellón argentino en el Salón del Libro de París simulará una cinta de Moebius como representación de las infinitas posibilidades de la literatura. El stand, de 500 metros cuadrados, contará con la participación de 30 editoriales argentinas; un mapa interactivo sobre el sector editorial para la libre consulta del público francés; una muestra homenaje a Cortázar con una serie de fotografías inéditas de Sara Facio; el original de la bitácora de Rayuela y pantallas donde se proyectará la bitácora digitalizada; primeras ediciones de sus libros; un mural en vivo realizado por Miguel Rep y la proyección del largometraje Historias de cronopios y de famas, de Julio Ludueña. Hamawi cuenta que se desplegará un mural-homenaje a Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Alejandra Pizarnik y Juan José Saer con fotos y fragmentos de textos y poemas de cada uno. Se presentarán tres libros producidos especialmente para la ocasión: Letras argentinas en Francia/letras francesas en la Argentina, una antología bilingüe con textos de Juan Bautista Alberdi, Lucio V. Mansilla, Ricardo Rojas, Ricardo Güiraldes, Oliverio Girondo, Leopoldo Marechal, Victoria Ocampo, Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo, Raúl González Tuñón, Manuel Mujica Lainez, Julio Cortázar y Adolfo Bioy Casares, entre los autores argentinos, y de Georges Clémenceau, Anatole France, Paul Groussac, Jean Jaurès, André Malraux, Albert Camus, Alain Robbe-Grillet, Gisèle Freund, Jacques Derrida, entre los referentes franceses. Canciones/Chansons por Don Ata es una edición bilingüe de poemas de Atahualpa Yupanqui. Y Ficciones para ver es un catálogo de derechos literarios argentinos para obras audiovisuales que reúne síntesis argumentales de una treintena de textos de novela romántica o negra, aventura, drama histórico, relato costumbrista o político, entre otros géneros. Lidia Borda interpretará textos y canciones de Yupanqui y Raúl Barboza ofrecerá un recital con sus piezas más destacadas.
«Tenemos una rica influencia de la cultura francesa, pero también la cultura argentina ha dejado marcas en la cultura francesa. Basta hablar de (Julio) Le Parc, de Copi, de Cortázar, de (Astor) Piazzolla, de Yupanqui», enumera Hamawi y anticipa que antes del comienzo del Salón se inaugurará Tierra de Luz. Solidaridad y cultura franco-argentina, una exposición que –en sintonía con la conmemoración de un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976– celebra la unión en la diferencia y exalta los lazos de fraternidad entre hombres y mujeres franceses y argentinos.
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