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El escritor presentará su nueva novela en la Feria Internacional del Libro de Minería . (Foto: Patricia Juárez)
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iudad Juárez, Chihuahua. 11 de febrero de 2014. (RanchoNEWS).- Alfonso Reyes, el ensayista e intelectual, recibió de su padre la gran sensibilidad artística y poética; su hermano Rodolfo, por su parte, fue el hijo predilecto de Bernardo Reyes, el que heredó su fuego, su temple, su espíritu de estratega militar. Lo que escribieron de su progenitor es parte de la investigación documental e histórica sobre la que se sustenta la nueva novela del escritor y colaborador de EL UNIVERSAL, Ignacio Solares. Yanet Aguilar Sosa lo entrevista para el mismo diario:
Un sueño de Bernardo Reyes (Alfaguara), recupera la figura del general Bernardo Reyes, quien murió leal a Porfirio Díaz. El escritor recrea los últimos días de la vida del estratega que se rebeló contra el presidente Francisco I. Madero, y en medio de una recuperación de pasajes de su vida, Solares presenta a Reyes como un hidalgo, un caballero andante y romántico, un Quijote mexicano que soñaba con liberar a su patria de la debilidad del presidente Madero.
Una frase encontrada en la autobiografía de Rodolfo Reyes le dio a Ignacio Solares la chispa de la curiosidad y el fuego de la novela: «Rodolfo dijo que su padre don Bernardo, ya al final de su vida, todas las tardes tenía unas temperaturas altísimas, supuestamente producto de una malaria que adquirió en alguna campaña; dice su hijo que no sólo no dormía bien sino que cuando dormía tenía terribles pesadillas. Ahí está el dato histórico y ahí le estaba abriendo la puerta a la imaginación».
A partir de ese relato comenzó una investigación para tejer esta novela que pretende ayudar a terminar con el estigma que hay de Bernardo Reyes, y decir que sí fue leal a Porfirio Díaz, pero también que fue un hombre honesto que luchó por México.
¿Hay un Bernardo Reyes contado desde la ficción?
La ventaja del novelista es que puede llenar con la imaginación los huecos que deja la historia, ahí donde la historia ya no puede ir más adelante empieza la imaginación del novelista; se trata de que tu base sea la historia... Esta novela surgió hace año y medio, la parte novelística surgió al intentar pensar qué soñaba don Bernardo, y entonces cómo me encanta lo paranormal, lo que sale de la realidad, yo imagino que tenía sueños premonitorios y que estaba viendo en sueños la guerra civil a que nos llevaría la debilidad de Madero. Él vio todo lo que iba a suceder y por eso se inmoló, por eso hizo todo lo que pudo por salvar al país, hasta entregar su vida de forma casi suicida a las puertas de Palacio Nacional.
¿Reyes es un hidalgo para usted, un caballero andante?
Eso es al final, un caballero andante. La esposa de Bernardo Reyes decía: «Yo soy una Adelita que voy siguiendo por el campo de batalla a mi caballero andante». Ese es Reyes, un caballero andante que al final enloquece, un Quijote que entrega su vida por un sueño imposible.
Yo sí creo que si Reyes, cuando viene la última elección de don Porfirio, en lugar de hacerle caso de que necesitaba un periodo más para terminar lo que tenía que hacer, como le aseguró, le hubiera dicho a don Porfirio «yo voy», todo el país lo respalda y Díaz, que ya estaba viejo y harto, hubiera terminado por dejarlo porque siempre fue gran admirador de Reyes; pero Reyes que era muy institucional, todo un caballero que había dado su palabra de obedecer a don Porfirio, no lo hizo.
Estoy seguro que si Reyes se lanza a la presidencia no hubiera habido Revolución, nos hubiéramos ahorrado miles y miles de muertos, hubiera habido una transición pacífica porque Reyes hubiera abierto otro rumbo al país. Además, como sabía gobernar, hubiera encontrado la forma de encausar al país al progreso. Creo que ese fue un momento clave en la historia del país, fue un momento en que de alguna manera nos marcó su indecisión porque la historia la hacemos los hombres, la hace nuestra circunstancia. Una decisión mal tomada desencadena una serie de cosas. Me parece que sí era un Quijote que fue capaz de inmolarse por la patria.
Su novela explora la parte luminosa de Reyes, pero el lado oscuro es su gran fidelidad a Porfirio Díaz, la defensa de una dictadura
Ese es el problema por el cual Bernardo Reyes quedó del lado de los malos, eso me choca. La historia la escriben los que ganan, Reyes quedó estigmatizado porque quedó del lado de don Porfirio y además como se rebeló contra Madero y Madero es el mártir de la Revolución entonces desgraciadamente es una figura que estuvo estigmatizada. Yo lo que hago es sacar todo lo bueno y todo lo malo, fue un error de él no lanzarse como candidato, fue un error que nos costó miles de muertos, así como la debilidad de Madero nos costó miles de muertos.
¿Madero y Reyes son figuras antagónicas y al tiempo complementarias?
Es el hombre que era todo fuego y el hombre que era todo bondad y cada quien en su órbita, hay que pensar que Madero era espiritista y que 10 años antes los espíritus le anunciaron que iba a ser sacrificado y que debía empezar a perdonar.
No podemos dejar de pensar en el destino, nuestro destino fue ese: la Revolución, la guerra civil, el gobierno de Victoriano Huerta, pero para humanizar a los personajes pensé en suponer en la novela lo que hubiera pasado si actuaban diferente. Es el gran enigma de la condición humana, somos polvo del mismo lodo, todo lo que sucede son ondas en el agua que van a traer otras ondas. Una de las funciones de la literatura es mostrarnos que por más firme que parezca el suelo que pisamos y por más luminoso que esté el sol que nos ilumina, en el fondo estamos rodeados de fuerzas invisibles, por eso me seducen los sueños premonitorios de don Bernardo Reyes.
¿Por qué Bernardo Reyes? La veta de oro la encuentras o no la encuentras y no la puedes forzar, mucha gente me dice «¿porque no escribes la biografía de don Porfirio?» Porque no me ha hecho tilín, porque no me he enamorado de él como tampoco me he enamorado de Zapata.
¿Lo sedujo su romanticismo?
La violencia tiene el antídoto de la cultura, yo sí creo que la cultura es una manera de amortiguar la violencia. En un reclusorio a un montón de presos les dieron a leer Pedro Páramo, La Muerte de Artemio Cruz, esas lecturas cambiaron su visión del mundo; sí creo que el arte te vuelve mejor para ver a tu prójimo, lo que nos puede salvar es ver al prójimo.
¿Rodolfo era el hijo predilecto de don Bernardo Reyes y Alfonso era su corazón intelectual?
Sí, creo que la felicidad de don Bernardo era Rodolfo, quizás por eso después ya que había muerto don Bernardo, Rodolfo y Alfonso tuvieron serias diferencias.
A Alfonso le transmitió toda su riqueza intelectual, literaria y poética, toda su sensibilidad artística y a Rodolfo le dio toda la capacidad política, esa capacidad también de intentar culminar su sueño.
Camus decía: «Conozco algo peor que el odio, el amor abstracto». Creo que tienes que amar físicamente, carnalmente, vitalmente.
¿Qué nos enseña el Bernardo Reyes que descubrimos a través de esta novela?
Por lo pronto que hay en nuestra historia personajes de una gran rectitud, honestidad y gran amor a México, y que además fueron grandes románticos, que debemos atenderlos para ser nosotros mismos mejores, porque su capacidad de honor, disciplina y su capacidad administrativa conforman a un personaje digno de ser revalorado, un personaje digno de sacarlo del limbo de los personajes estigmatizados por haber sido porfirista. Como te decía, somos polvo de aquellos lodos, también nosotros venimos de allí, y digo que ojalá hubiera muchos Bernardos Reyes.
¿Bernardo Reyes está comenzando a ser sacado del olvido?
Yo puse mi granito de arena para quitarle el estigma, no es fácil cuando Madero es el mártir y Bernardo Reyes está en el panteón de los porfiristas; pero creo que la realidad es más compleja que eso, no creo en maniqueísmo de buenos o malos. Hay que rescatarlo por su honestidad, por su caballerosidad, por su creencia; es un personaje admirable.
¿Comparado con quien de su época por su inteligencia?, ¿Felipe Ángeles?
Bernardo Reyes es un Quijote que enloquece, Felipe Ángeles también fue un caballero andante pero muy realista, muy centrado en su realidad, mientras que Reyes se fue a la estratosfera, se fue a las estrellas, pero por eso es tan fascinante para mí.
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