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Momento de la escenificación. (Foto: JMV / RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua. 22 de julio de 2015. (RMV / RanchoNEWS).- Édgar Chías (Ciudad de México, 1973) ofrece un teatro dinámico, divertido, fresco y no convencional en su obra «Circo para Bobos» (2002) que representó la compañía Candilejas del Desierto en el Festival de Teatro de la Ciudad que se lleva a cabo en el Auditorio municipal Benito Juárez.
El autor es uno de los dramaturgos más innovadores de su generación, esta obra (2001) marca su rompimiento con el realismo y a partir de entonces comienza a construir su estilo; esta transformación se da porque Chías es también actor (además de profesor) y empieza a escribir drmaturgia desde la perspectiva de éste.
Ha escrito alrededor de 25 obras, y algunas de ellas han sido traducidas a varios idiomas europeos.
«Circo para Bobos» trata de nada, como afirman los actores vestidos de payasos cuando inicia la representación y después se divide en una serie de cuadros compuestos por sus «papeles circenses»: un lanzador de cuchillos, una entrenadora de pulgas, un domador de leones y una levantadora de pesas.
Estos cuadros son realizados con mímica y son intercalados por cuadros donde los personajes ofrecen su versión de personajes de clase media en la Ciudad de México.
Al final un cuadro donde las mujeres dan su visión de los hombres y viceversa. Enseguida los personajes circenses vuelven a declarar que nada ha pasado y los personajes urbanos mueren arrollados por un camión.
Por supuesto que no es cierto que nada pase. Lo que ocurre es que la obra no está basada en la estructura dramatúrgica tradicional. «Circo para Bobos» es una obra muy afín a las teorías teatrales del alemán Bertolt Brecht.
El trabajo en conjunto de Candilejas del Desierto funcionó muy bien, salvo algún error menor de audio. Con elementos escenográficos muy básicos y fácilmente manejables (cuatro cubos, un aro, un palo que sostendrían los pasajeros del camión); la obra estuvo sostenida por una buena iluminación y la dirección de Virginia Ordóñez.
El público interactuó y se divirtió bastante. El calor no se sintió tanto porque los organizadores tuvieron la sensata idea de no abrir las puertas laterales y no permitir el acceso del público hasta enfriar bien la sala. De cualquier manera, a la mitad de la representación los asistentes se estaban abanicando.
Créditos
Zula: Virginia Ordóñez.
Mona: Karla Giselle.
Bolo: Eduardo Bernal.
Maco: Jorge Mendoza.
Presentador: Emanuel Marín.
Asesoría: Gerardo Santiago.
Iluminación: Gabriel Reyes.
Dirección: Virginia Ordóñez.
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