El artista mexicano. (Foto: Excélsior)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 26 de marzo de 2023. (RanchoNEWS).- Las ondas nos atraviesan todo el tiempo. Todos los días, el cuerpo humano interactúa con la radiación electromagnética, partículas varias y ondas gravitatorias. Hay un universo inconmensurable e intangible de líneas que se mueven a través de nosotros y lo mapean todo a su paso, escribe Ricardo Quiroga en El Financiero.
Este fenómeno ha obsesionado al pintor jalisciense Roberto Rébora en los últimos años y es motivo de una de sus series más abundantes, Flujo Mundo, donde, desde el poder que confiere la pintura, Rébora plasma escenas varias de personajes que son atravesados por esas ondas de luz mientras se besan, mientras caminan, mientras bailan. Es como si Rébora situara su pintura en un plano intermedio entre la representación del mundo físico, totalmente figurativo, y aquel reino de la energía que tanto le obsesiona y termina por distorsionar la escena, convierte esa sugerencia de realidad en un mundo de fantasmas que parecen tan frágiles que podrían desvanecerse un segundo después. Afortunadamente, la pintura detiene el tiempo y lo trasciende. El trabajo del artista es un ejemplo claro de las cualidades inimitables del oficio pictórico y, por esto mismo, de su imperecedera razón de ser.
Conversamos con Rébora, él desde París, donde está haciendo una residencia artística de tres años auspiciado por un grupo de mecenas que se enamoraron no sólo de su trabajo reciente sino de los pininos de juventud.