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M éxico, 10 de Abril 2007. (MONICA MATEOS-VEGA / La Jornada).- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) alerta que, en cuanto a las condiciones de trabajo de los artistas, en México no existe una protección en materia de salud, así como tampoco un régimen especial en ese rubro para los creadores de arte, a diferencia de lo que ocurre en algunos países de Europa, Canadá y Cuba.
De acuerdo con el diagnóstico elaborado por el World Observatory on the Status of the Artist de ese organismo internacional, en el país ''no existen regímenes de seguros y la protección social no es obligatoria; tampoco los artistas están obligados a recurrir a seguros complementarios para obtener una protección suficiente, ni existe un pago de cotización o indemnización".
La UNESCO resalta que en cuanto a políticas fiscales e impuestos en el ámbito de la cultura, en México la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuenta con el programa Pago en especie, ''el cual sólo se aplica para artistas plásticos".
El diagnóstico añade que en el país no existen estructuras que permitan involucrar a los artistas a la elaboración de las políticas culturales locales y nacionales: ''no existen estructuras como tal" y sólo ''existen foros que cuentan con la participación de artistas e intelectuales de todo el país".
En cuanto a las remuneraciones que reciben los artistas mexicanos por su trabajo, el organismo internacional señala que ''no existe un monto mínimo, ya que no hay un tabulador específico para este tipo de sumas, y no existe un sistema de pago de salarios por intermedio de una organización profesional. Tampoco existe un sistema de seguro de desempleo aplicable a los artistas, ni una ley en la que se prevean sanciones contra el trabajo clandestino, ni existen controles administrativos".
Constantes llamados a los gobiernos
Desde 1997, la UNESCO reconoce la importancia del artista en la sociedad y constantemente hace llamados ''urgentes" a los gobiernos para ''crear y facilitar las condiciones de trabajo favorables para la creación y el desarrollo del talento artísticos".
La división de Artes e Industrias Culturales de esa instancia creó un ''observatorio mundial para el estatus del artista" (World Observatory on the Status of the Artist) el cual, desde hace una década, tiene como objetivo principal recabar información para conformar una base de datos en torno a la situación de los artistas y otros trabajadores de la cultura en varias regiones del mundo.
En particular, el informe tiene que ver con el respeto a los derechos, las condiciones de empleo, trabajo y la seguridad social de los creadores de arte.
Con ello, la UNESCO intenta comparar la situación del artista en diferentes países y ''llamar la atención respecto de las condiciones que necesitan ser cambiadas o de los progresos realizados en cada nación".
En el monitoreo que el Observatorio presenta en la actualidad, se explica que en Cuba ''los integrantes de organizaciones de creadores como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y la Asociación Hermanos Saíz de jóvenes creadores participan en los espacios donde se toman decisiones sobre política cultural, tanto en el ámbito nacional como local. Órganos colectivos de dirección, órganos consultivos, científicos y asesores de las instituciones y direcciones de cultura en el ámbito nacional y en las instancias locales, cuentan también con participación. De igual forma, son tenidos en cuenta en la instrumentación de las políticas, los acuerdos y recomendaciones emanados de sus reuniones y Congresos nacionales".
Tanto en ese país caribeño como en Costa Rica, los artistas gozan del beneficio de exención de impuestos. Mientras que en España ''los cantantes, bailarines y trapecistas podrán causar la pensión de jubilación a partir de los 60 años de edad, sin aplicación de coeficientes reductores, cuando hayan trabajado en la especialidad un mínimo de ocho años durante los 21 anteriores a la jubilación. 'Los demás artistas podrán jubilarse a partir de los 60 años de edad, con una reducción de 8 por ciento en el porcentaje de la pensión, por cada año que falte para cumplir los 65 años de edad".
En cuanto a la integración de los artistas discapacitados, en Cuba éstos son rehabilitados en centros especializados para incorporarlos a la sociedad.
Vulnerabilidad en el país natal de Botero
La UNESCO reporta que si bien en Colombia no se emite una autorización de trabajo específico para los creadores, ''existe un consejo para la profesionalización del artista en el Ministerio de Educación que expide una tarjeta profesional, pero dicha tarjeta no opera en términos contractuales y su utilidad es bastante limitada".
En el país natal de pintores como Fernando Botero, tampoco existe una protección específica para artistas en materia de salud, pero dependen del sistema general de protección social, ''el decreto 2166 creaba un fondo de protección social pero ha desaparecido. A la fecha, los artistas están incluidos como población vulnerable sujeta a la afiliación subsidiada de seguridad social del régimen general (dicha inclusión está en proceso). Tampoco hay medidas especiales para favorecer la integración de los artistas discapacitados".
Nueva convención en favor de la cultura
Estos datos se complementan con la entrada en vigor, el pasado 19 de marzo, de la Convención de la UNESCO sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, hecho que el presidente francés Jacques Chirac ha calificado como un ''momento histórico". Francia es uno de los modelos mundiales, con Canadá, de apoyo a la cultura y al artista.
La nueva convención otorga a los estados ''el derecho a la política cultural de su elección y fomentará el diálogo de las culturas", señaló Chirac en una carta enviada a Koichiro Matsuura, presidente de ese organismo internacional.
El objetivo de esa instancia es la protección de bienes y servicios culturales frente a la ''unificación y estandarización", pues reconoce la diversidad como ''transmisor de identidad y valores".
La convención, ratificada por 52 países, además de los estados de la Unión Europea, contó con el rechazo, hasta el último momento, de Estados Unidos, por considerar que se perjudicarían los intereses comerciales de Hollywood y de la industria musical estadunidense.
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