El escritor.
E scribe Juan Palomo en su columna semanal en El Cultural de España lo siguiente:
«Hermanos humanos, dejad que os cuente cómo fue...» Así comienza la sensación del año, Les bienveillantes, primera novela del americano Jonathan Littell (Nueva York, 1967), que escribe en francés, vive en Barcelona y habla, además de francés e inglés, español, servocroata y ruso. Los críticos la han comparado con Dostoiveski, Tolstoi y Flaubert; los lectores franceses, a pesar de sus 900 páginas, han devorado 280.000 ejemplares en seis semanas; ha sido seleccionada para los premios Goncourt, Médicis y Renaudot nada menos, y los editores de todo el mundo han peleado por sus derechos en la feria de Francfort como no se recordaba desde la penúltima novela de Tom Wolfe o la última de Dan Brown. Quienes ya la han leído no dejan de admirar su retrato oscuro y desalmado de la Europa nazi, las tormentosas relaciones de su protagonista y narrador, Maximilien Aue, un oficial de las SS medio alemán y medio francés con sus víctimas, su familia (incesto incluido), y su conciencia. Una bomba que en España lanzará RBA en octubre de 2007, con el título de Los benevolentes y traducción de María Teresa Gallego Urrutia.