Una de las piezas en exhibición (Foto: Archivo)M éxico, 17 de mayo, 2007. (Claudia Gómez Haro/La Jornada).- En 1922 México vio nacer a uno de sus mejores reporteros gráficos, quien contribuyó a revelar nuestra historia social reciente.
Heredero de una familia comprometida con las causas sociales que lo llevó a vivir muchos años en el exilio, Enrique Bordes Mangel es considerado uno de los principales fotógrafos que retrataron la represión en el país.
Los convulsos tiempos del México posrevolucionario fueron el escenario de la infancia y primera juventud de Enrique en el seno de una familia de la vanguardia política y cultural del país, en el corazón de los círculos más audaces y radicales de la alta bohemia nacional.
En la década de los 40, el joven Bordes se hizo fotógrafo de prensa y ya para los años 50 trabaja para la agencia de información Prensa Latina.
Contra petroleros (Mi pelotón de fusilamiento), 1958 (Foto: Archivo)Sus fotografías han viajado por todo el mundo reproduciendo los tragos amargos por los que han atravesado muchos mexicanos cuando se han atrevido a exigir justicia e igualdad, demandas que seguimos escuchando por todas partes.
Las gráficas de Bordes Mangel ilustraron importantes publicaciones, como Revista Política; Solidaridad, del Sindicato Mexicano de Electricistas; Jueves de Excélsior; el Semanario ABC; Hoy; Mañana; Sucesos, y revistas internacionales como Modern Screen, de Estados Unidos; Zeitim Blid, de Dresden, y Frei Welt de Berlín, entre otras.
Durante la represión del 10 de junio de 1971, el Jueves de Corpus, los halcones lo apalearon, pero logró escapar de ellos con su material fotográfico. Luego de publicado el material, fue víctima de persecuciones y amenazas, por lo que tuvo que viajar a Puerto Vallarta, Jalisco.
Desde ahí envía todos sus archivos fotográficos a Canadá, donde más tarde se autoexilia. Bordes Mangel vive fuera del país más de una década. En 1983 regresa para trabajar en el periódico El Nacional, donde fue vejado por «órdenes» que provenían del gobierno de aquel entonces.
La historia del México contemporáneo la conforma también la crónica de la impunidad de un sistema político que ha recurrido, en repetidas ocasiones, a la represión, al crimen, la censura y la cooptación. Su lente captó magistralmente las demandas de democracia sindical desde 1958 cuando cayó el precio del petróleo. A partir de ahí Bordes documenta las manifestaciones y consecuentes represiones contra los ferrocarrileros, petroleros, maestros... y deja impresa en la prensa escrita por vez primera el peso y la fuerza del obrero.
Represiones policiacas a maestros, 1960. (Foto: Archivo)Fotoperiodista, con más de 80 años a cuestas y habiendo registrado con su cámara los movimientos magisteriales, las grandes movilizaciones de los petroleros, los médicos y los estudiantes, su trabajo forma parte de la historia testimonial de México. El archivo fotográfico de Bordes Mangel sobre la represión en México representa una importante crónica de los acontecimientos político-sociales que contribuye al fortalecimiento de la memoria colectiva de México.
Las imágenes no son como las palabras, no se pueden negar. Es ahí donde estriba su fuerza, y por esta razón, bajo la lente del maestro, se convierten en instrumento privilegiado.
Su fotografía habla por sí sola, dice más que múltiples cuartillas, y su función ha sido mostrar evidencias y evitar que esos sucesos vuelvan a acontecer. Pese a las amenazas y persecuciones, Bordes Mangel nunca se intimidó y continuó denunciando y recogiendo las imágenes de la intolerancia y la represión en el país.
El más alto destino de la fotografía profesional en su edad de oro fue la página impresa –periódicos y revistas-, y ahí trabajó Bordes toda su vida. Su labor fotográfica es histórica por su bravura, fuerza y sentido de la oportunidad en su desempeño como reportero gráfico durante varias décadas de feroz represión en la ciudad de México contra movimientos de protesta, sindicales y estudiantiles.
El archivo de Enrique Bordes Mangel contiene un testimonio vivo y terriblemente actual de lo que pasa en la calle, y en estas imágenes podemos leer significados proféticos de la evolución del poder en México en la segunda mitad del siglo pasado.
Como fotógrafo de la mejor escuela (fue asistente en su temprana juventud de los Álvarez Bravo), Bordes dirigió la curiosidad de sus cámaras por todos los ámbitos de su audacia. Además de su importancia testimonial, sus imágenes son técnicamente impecables. Su visión fotográfica siempre busca encuadrar los límites más extremos de la situación, de manera explícita en acciones de violencia policiaca en la calle, pero también en el estudio o en locaciones.
Represiones policiacas contra maestros, 1960. (Foto: Archivo)Los instantes detenidos de Enrique Bordes Mangel, como bien dice Ricardo Vinós, forman parte de nuestra memoria colectiva, y nos presentan un espejo actual del rostro golpeado y ensangrentado de México, una visión que permite reconocer y tal vez asumir el dolor.
Hoy, a las 19 horas, se inaugura la exposición El instante detenido, de Enrique Bordes Mangel, en la Casa Lamm (avenida Alvaro Obregón 99, colonia Roma). Te esperamos.
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