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El pintor, con gorra, delante de una de sus obras. (Foto: Efe)
C iudad Juárez, Chihuahua. 14 de mayo de 2012. (RanchoNEWS).- Cuando la Royal Academy of Arts de Londres se planteó en 2007 organizar una exposición sobre el artista británico David Hockney, tenían claro que no querían hacer una retrospectiva, sino centrarse en su producción más reciente. Los puntos de partida para la muestra se convirtieron entonces en el interés de Hockney por los paisajes y su regreso a Yorkshire tras una larga estancia en Los Ángeles. Una nota de Beatriz Rucabado para El Mundo:
El artista se puso entonces a trabajar, descubrió las posibilidades creativas del iPad y creó numerosas obras que llegan ahora al Museo Guggenheim Bilbao en la exposición Una visión más amplia, que se inaugura este lunes y que estará abierta al público hasta el 30 de septiembre.
La muestra llega precedida por la «expectación inusitada» y la «gran calidez de público y crítica» que despertó en Londres y pone de manifiesto la importancia del paisaje en la trayectoria artística de Hockney, según ha resaltado el director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, quien ha explicado que la exposición reúne 190 obras en distintas técnicas, la mayoría de las cuales se han realizado en los últimos ocho años. La exposición, comisariada por Edith Devaney y Marco Livingstone, viajará después al Museum Ludwig de Colonia.
Pinturas al óleo, carboncillos, dibujos realizados con iPad, cuadernos de bocetos y vídeos digitales componen una exposición que se asoma al universo creativo de Hockney.
Nacido en Bradford en 1937, el artista asistió a la Bradford School of Arts antes de entrar en el Royal College of Art, donde permaneció entre 1959 y 1962. A comienzos de los sesenta visitó Los Ángeles, ciudad en la que pronto se estableció, atraído por la luz de California. Su regreso a Yorkshire marcó un redescubrimiento de los paisajes de su infancia y juventud que recoge la muestra que ahora puede verse en el Guggenheim.
Desde pequeñas acuarelas en las que Hockney explora su hipótesis sobre la influencia que tuvo en la pintura la visión a través de la cámara hasta enormes obras compuestas de varios lienzos, el tamaño de las pinturas va creciendo de forma pareja a su apasionamiento al volver al paisajismo, según ha explicado la comisaria Edith Devaney.
El bosque de Woldgate y los Árboles de Thixendale, creadas entre 2006 y 2008, dan paso a series como El espino en flor y Árboles y tótems, en los que el artista representa el ciclo de la naturaleza al completo.
La evolución de la naturaleza según las estaciones se convierte en protagonista en la monumental La llegada de la primavera en Woldgate, East Yorkshire en 2011, una gran pintura de 32 lienzos que el propio Hockney ha destacado como una de las obras más relevantes de la exposición.
La instalación aparece además rodeada por 51 dibujos realizados con el iPad e impresos sobre papel que le sirven a Hockney para mostrar la transición desde el invierno hasta el final de la primavera en un pequeño sendero de East Yorkshire y hacer uso de la capacidad de transmitir el «dramatismo en la distancia» que adquirió cuando trabajaba en escenografías operísticas, según ha destacado la comisaria.
El uso del iPad, que gradualmente ha ido sustituyendo a sus cuadernos de notas, es también fundamental en el conjunto dedicado a reinterpretar la obra de Claude Lorrain El sermón de la montaña (1656). Cautivado por la pintura durante una visita en Frick Collection en Nueva York, Hockney tomó una imagen que después limpió digitalmente para «volver al original», ha indicado la comisaria. El trabajo incluyó también un estudio sobre el efecto espacial conseguido por Lorrain.
El proyecto culminó en el óleo sobre 30 lienzos titulado Un mensaje más amplio, pero en la sala aparece acompañado de varios lienzos en los que Hockney «descompone el espacio» de la obra de Lorrain, así como por obras a enorme escala, inspiradas por el lienzo, en las que el artista plasma la belleza del Parque Nacional de Yosemite, en EEUU.
Se trata de pinturas a gran escala imprimidas desde el iPad, un instrumento con el que empezó a trabajar en 2007 y que Hockney destaca que es «una nueva herramienta muy fascinante» y mucho más que un simple «cachivache». «Es muy bueno para los artistas en todos los sentidos; puede ser que cause algunos daños, pero también abrirá nuevos caminos», ha destacado.
La exposición, patrocinada por Iberdrola, se completa con una video-instalación en la que 18 pantallas reproducen las imágenes captadas con nueve cámaras diferentes que asoman al espectador al modo de mirar de David Hockney.
Una sala dedicada a sus obras de juventud muestra asimismo el modo en que la representación del entorno natural ha estado presente a lo largo de toda la carrera de Hockney y revela también su temprana preocupación por el uso del color y el tratamiento de la perspectiva para reflejar el mundo natural.
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