Nicole Kidman y Steven Shainberg, durante la presentación en Roma de Fur.
(AP)
R oma 13 de Octubre 2006. (El País /Agencias).- Con una cuidada puesta en escena, la pretensión de hacerse un hueco en el copado mundo de las grandes citas cinéfilas y la fuerza de diez millones de euros ha arrancado hoy el primer festival de cine de Roma, la Festa. La encargada de inaugurarlo ha sido Nicole Kidman, que ha presentado ante la prensa su último trabajo, Fur. Dirigida por Steven Shainberg, la película habla del monstruo que habita en el interior de los grandes genios.
La Festa, sobre la que planean grandes dudas en cuanto a sus verdaderos fines o a su capacidad para sobrevivir, tuvo anoche su inauguración con la entrega a Sean Connery del Marco Aurelio -el galardón del festival- a su carrera. Los responsables de la Festa, con el alcalde, el socialdemócrata Walter Weltroni, a la cabeza, aseguran que no es un mero certamen cinematográfico: hay proyecciones, exposiciones, conciertos y otros actos en la Casa de la Literatura, la Casa del Cine, el Auditorium y Cinecitta. En total son 95 películas, 32 más que las proyectadas en la Mostra de Venecia, decana de los festivales de todo el mundo y que acaba de cumplir su 63 edición.
Comparación y competencia
En una ciudad que tiene un lugar propio en la historia del cine y 130.000 personas que trabajan para el sector, no es de extrañar la potente inyección económica aportada: diez millones de euros, frente a los ocho y medio de la Mostra, con la que es inevitable la comparación (y la competencia). De momento, la Festa se ha asegurado ya la atención de las cámaras ya que, junto a Connery y Kidman, desfilarán por Roma grandes estrellas como Robert de Niro, quien ha hermanado la Festa con su festival de Tribeca, Harrison Ford, que entregará un premio dedicado a los representantes de actores, y Leonardo di Caprio. El estreno de hoy se ha visto, sin embargo, entristecido por el fallecimiento del director de cine italiano Gillo Pontecorvo, considerado el maestro del "cine histórico y social" y autor de obras como La batalla de Argel y Operación Ogro.
Para abrir un festival nada mejor que una película dedicada a bucear en el proceso creativo de una de mayores fotógrafas estadounidenses, Diane Arbus. "Lo que me parece más interesante es que explotó a los 35 años", ha afirmado Shainberg en la rueda de prensa posterior a la proyección del filme, en la que ha dejado claro que no se trata de una biografía, sino de pura ficción, como expresa el título del filme: Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus. En efecto, Arbus, papel que encarna Nicole Kidman, se descubrió como artista cuando ya estaba casada y tenía dos hijas. El descubrimiento de su genio creativo, a quien en la película da vida Ty Burrell, le llevó a abandonar a su marido, interpretado por Robert Downey.
Un jurado popular
"Hasta entonces estuvo encerrado como en una caja de acero", ha explicado Shainberg, que ha destacado "la profunda necesidad" que puede sentir una persona "de sacar afuera" ese impulso que le lleva a la creación artística. La cinta muestra la confusión que los genios y los artistas pueden sufrir,al descubrir lo que emana de su interior algo que Shainberg ha representado en forma de personas deformes, minusválidas o enfermas. Esa confusión se refleja en la película cuando Kidman pregunta a Burrell, un hombre que padece una enfermedad por la que tiene todo el cuerpo cubierto de pelo, "¿tu qué buscas en la vida?" y él responde: "Un monstruo".
También revela como el artista puede encontrarse a gusto con esos monstruos que, en el mejor de los casos, apenas son tolerados por la familia y, en el peor, son completamente rechazados. Una incomprensión que redunda en la desorientación, como en el caso de Arbus, y que es uno de los motivos que atrajo a Kidman a interpretar el papel, según ha explicado hoy ella misma. "La relación entre el artista y la familia es complicada", ha dicho Kidman, que ha comparado esa relación con la fidelidad. Aunque la actriz cree en la fidelidad sexual, ha dicho que en la artística hay que dejarse llevar.
Dentro de esa creación artística se enmarcaría su rechazo a dirigir películas, al confesar que no tiene la sensibilidad necesaria para ello, pero sí estaría su proceso creativo en la interpretación. "Cuando se representa a personas que han existido, se puede sentir las mismas cosas que ellas o pensar lo mismo; entonces se produce una conexión espiritual", declaró. La Festa continuará hasta el día 29 con la vocación de llegar al corazón de Roma, para lo cual se ha previsto que sea un festival muy popular: el jurado está formado por 50 personas del público, en lugar de por expertos y críticos.
Tráiler de la película