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La pintora de origen francés, ca. 1940, en una imagen de Manuel Álvarez Bravo. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de abril 2009. (RanchoNEWS).- A partir del 16 de abril el recinto exhibirá cerca de 80 piezas de la pintora y poetisa Desarrolló su obra en el país, ya que sus colores «la empujaron a cambiar la pluma por el pincel». El galerista Óscar Román dijo en 2007: «aún falta una exposición que la ubique realmente». Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
La exposición Alice Rahon: una surrealista en México 1939-1987, será inaugurada el 16 de abril en el Museo de Arte Moderno (MAM). La apertura de dicha muestra se había anunciado para el 4 de diciembre del año pasado (La Jornada, 2-I-08), pero por cuestiones de logística se pospuso unos meses.
La muestra forma parte de una revisión del surrealismo emprendido por el recinto, que en 2008 celebró el centenario del nacimiento de la pintora Remedios Varo (1908-1963), de quien resguarda una colección/donación de 39 obras. El pasado 27 de noviembre abrió una exhibición retrospectiva del pintor Alan Glass (Montreal, 1932), avecindado en México.
La exposición pretende revalorar a la poetisa y pintora de origen francés, naturalizada mexicana en 1946, quien llegó al país con su esposo, el artista austriaco Wolfgang Paalen, invitados por Frida Kahlo y Diego Rivera.
Desde la muerte de la pintora en un asilo, según consigna Lourdes Andrade en su libro Alice Rahon, magia de la mirada, pocas personas se habían preocupado por exhibir su obra. Una de ellas ha sido el galerista Óscar Román, coleccionista y admirador, quien en 1994 le rindió un homenaje en su viejo local de Anatole France 26, en Polanco.
Hace dos años, con motivo del vigésimo aniversario luctuoso de Rahon, Román organizó la exposición El ojo del tiempo a través del Surrealismo en su galería de Julio Verne 14. En esa ocasión, Román dijo a La Jornada (8-VI-07): «aún falta por hacer una exposición que la ubique realmente, y eso que en vida gozó de éxito y reconocimiento».
No obstante, vaticinó que la revaloración de Rahon se vería «en poco tiempo, porque ya muchos escritores y autores están dedicados a rescatar toda esta información».
Detonante de la creación
Alice Rahon (Alice Marie Yvonne Philppot) nació en Chencey-Buillon, Quingey, al este de Francia, el 8 de junio de 1904. Pero «sus recuerdos más vívidos de la infancia provienen de Bretaña, de la casa de sus abuelos paternos en Roscoff, donde pasó largas temporadas durante el verano», escribe Andrade.
Cuando Alice tenía alrededor de tres años sufrió un grave accidente; como consecuencia «nunca conocerá el transitar normal. Pasa días, semanas, meses, años acostada, a veces, enyesada a lo largo del tronco con una fractura, cuyo epicentro se encuentra en la cadera derecha». Con el tiempo, lee, escribe, dibuja.
A los 12 años Alice volvió a caerse, se rompió la otra pierna, lo cual «atenúa un poco su cojera, pero de nuevo padece horas de dolor, de inmovilidad y aislamiento». Recibió sus primeros estudios artísticos de su padre, pintor de la escuela académica.
Alice y su hermana Geo Dupin, ambas hermosas, viajan a París, donde frecuentaron el mundo bohemio. En 1931 Alice conoció a Wolfgang Paalen (1905-1959), con quien se casó en 1934. Gracias a Paalen entró en contacto con la fotógrafa suiza Eva Sulzer, quien acompañó a la pareja en un gran viaje, que los llevó a Nueva York, Alaska, Canadá, la Colombia Británica y México.
Hacia 1935, por medio del pintor, historiador y poeta Roland Penrose conocieron a Paul Eluard y a Max Ernst, y se integraron al grupo surrealista. De acuerdo con Andrade, «Alice descubre la poesía escondida en su propia voz». En 1936 publicó A meme terre, con un grabado de Yves Tanguy, y en 1938, Sablier couché, ilustrado por Joan Miró. André Bretón le dio un «espaldarazo incondicional».
Al estallar la guerra en Europa, Rahon, Paalen y Sulzer decidieron quedarse en México. Aquí, «comienza para Alice otra gran aventura: la de la pintura. Ella misma ha dicho que fueron los colores de México los que la empujaron a cambiar la pluma por el pincel», escribe Andrade. Después pintó con su marido.
Poco después de su llegada a México, Paalen decidió editar DYN, revista que incluye temas del arte moderno, con etnografía y arte primitivo. Rahon era colaboradora. De acuerdo con la especialista, el número 4-5, titulado Amerindio, «muestra hasta qué punto los Paalen se hallan inmersos en la cultura autóctona de México, y explica la influencia posterior de ésta en su producción».
Rahon participó en la Exposición Internacional del Surrealismo, organizada en 1940 en la Galería de Arte Mexicano, por Paalen, el poeta peruano César Moro y el apoyo a distancia de Bretón. En un principio firmaba como Alice Paalen. Esa misma galería albergó su primera exposición individual, en 1944. Al año siguiente expuso en California y Nueva York.
Pan de miel para Fitzgerald
Dos años más tarde, Rahon imaginó un espectáculo, Ballet de Orión, a partir de cinco figuras realizadas sobre cartón negro, con pincel, representativas de las constelaciones y que pretendía convertir en marionetas. El espectáculo debía integrarse a partir de ritmos de la India y escenificar el movimiento de las estrellas. Escribió un breve guión, pero nunca se realizó.
Al divorciarse de Paalen, en 1947, se casó con el canadiense Edward Fitzgerald, cineasta y escenógrafo de Los olvidados y otras películas de Luis Buñuel. Fitzgerald no se quedó atrás y se lanzó con Rahon a la aventura de filmar su propia cinta, cuya trama fue dictada por la fantasía de la pintora, quien contribuyó al financiamiento gracias a la venta de chutneys y pan de miel que elaboraba. Andrade agrega: «El proyecto es muy costoso y el filme no se termina sino años más tarde. Cuando Alice y Fitzgerald se separan, la única copia de este curioso experimento fílmico se pierde. Alice nunca logra verla completa».
En 1967, Rahon expuso en la Galería Pecanins, cuando se encontraba en la calle de Niza. Desafortunadamente, se cayó por la escalera y nuevamente se lastimó la columna. A causa de eso, se encerró en su casa, afirma Andrade, aunque volvió a exponer en la Galería de Arte Mexicano en 1975 y celebró una muestra retrospectiva en el Museo del Palacio de Bellas Artes, a principios de 1986.
La muestra del Museo de Arte Moderno, con cerca de 80 piezas, ayudará a desentrañar los enigmas de esta «surrealista en México».
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