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Ko Murobushi en una escena de Quick Silver, espectáculo de danza butoh que presentará en la Universidad del Claustro de Sor Juana. (Foto: Paula Zacharías)
C iudad Juárez, Chihuahua. 7 de abril 2010. (RanchoNEWS).- La energía se fuga y regresa en la respiración, así que el cuerpo no nos pertenece del todo; estar conscientes de este intercambio hace más sensitivo al ser humano, asevera Ko Murobushi, reconocido en Japón por ser el principal heredero de la tradición de la danza butoh de Hijikata. Una nota de Fabiola Palapa Quijas para La Jornada:
«En el butoh esa manera de pensar es necesaria para que tu movimiento siempre cambie; la idea es distanciarse un poco de las emociones naturales, volverte casi un crítico de tu propia emoción porque hay una energía que entra y sale de ti».
De acuerdo con Murobushi, existen muchos artistas de butoh que se olvidaron del origen que consiste en explorar. Por ello en sus obras más recientes decide regresar a la motivación primigenia de la danza butoh.
«El movimiento butoh tiene esa dirección de experimentar desde el principio. Pero en la parte final de su trabajo, Hijikata hizo muchas coreografías en las que no se concentró en su vida personal y era más de colaboración entre el espacio, la música y otras artes», asevera el coreógrafo.
Rompimiento con la teatralidad
Música es la obra que el bailarín japonés estrenará en México, el 10 de abril, junto con el chileno Juan José Olavarrieta, quien fusiona la raíz oriental, de un gran maestro que es segunda generación de esta técnica, y la visión latinoamericana de un exponente de butoh.
«La música es un lenguaje muy importante y el cuerpo siempre está en movimiento, con la secuencia de la respiración, son expresiones corporales; nos interesa descubrir cuál es el sonido del cuerpo. Empezamos a trabajar –explica Murobushi– y mediante el movimiento creamos música con nuestros cuerpos. De esa manera fue más interesante colaborar con Olavarrieta».
El bailarín chileno agrega que romper con el esquema de teatralidad y de búsqueda fue un reto, al igual que buscar la verdad del sonido del cuerpo.
«Producimos sonidos con nuestro cuerpo y hacemos referencia musical de acuerdo a nuestro país. Los dos somos extranjeros aquí y lo presentaremos en México. Se trata de dar el sentido de vagabundo del mundo y recoger la música».
Murobushi estudió con Hijikata en 1968, luego fundó la compañía de butoh Dairakudakan junto con Ushio Amagatsu y Akaji Maro, entre otros.
Después, en 1974 creó un grupo de butoh femenino llamado Ariadone, junto a Carlotta Ikeda, y posteriormente fundó otra compañía, pero formada sólo por hombres: Sebi.
En los años 80 del siglo pasado, Murobushi empezó a interesarse por un trabajo más simple y rompió con el aspecto teatral y la decoración escénica, como lo hizo en Quick Silver, el solo más reciente que ha creado y lo ha llevado a Estados Unidos y Canadá, el cual presentará el 9 de abril en la Universidad del Claustro de Sor Juana (Izazaga 92, Centro Histórico).
«En la obra uso un montículo de sal y realizo la danza a un lado; lo más importante de esta dimensión es lo que significa el mercurio que tiene un estado duro como el metal, pero a veces se derrite y cambia sus formas: líquido, vapor. Es un elemento muy fuerte para mí dentro de la filosofía del butoh», señala el creador.
El bailarín japonés –pintado totalmente de plata– introducirá al espectador a un ambiente íntimo con movimientos desconcertantes y bellos que requieren de mucha concentración y una buena respiración. Su cuerpo desnudo explora e invade esos espacios desconocidos en diferentes direcciones.
Quehacer a contracorriente
Ko Murobushi va contra de las actuales tendencias en la danza butoh, con plena confianza en regresar a lo más simple para explorar el cuerpo y el movimiento.
En su obra Quick Silver emana una energía ilimitada del cuerpo, el cual mueve constantemente para evitar una sola posición y así representar al mercurio que se transforma.
En entrevista con La Jornada, Ko Murobushi anuncia que el próximo año en Francia se presentará de nuevo con una propuesta para la compañía Ariadone y realizará una gira por Sudamérica, Europa y Japón.
La visita del maestro Murobushi a México se realiza con el apoyo de Gajuca International Butoh Company, Fundación Japón, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Como parte de su gira, el bailarín japonés impartió este lunes una clase magistral en el Claustro de Sor Juana, para propiciar una cooperación artístico-cultural con jóvenes creadores, ya que representantes de la Fundación Japón charlarán con los estudiantes interesados en el intercambio con aquel país.
Para obtener información respecto de la presencia de Murobushi en México, se puede visitar la página electrónica www.gajuca.cl o escribir a producion@gajuca.cl
La danza butoh es única en su género: dura, oscura, de exploración y descubrimiento. Uno de sus principios básicos es la exigencia de sumergirse en el propio cuerpo para descubrir y dejar surgir mucho más que una forma o un estilo prestablecido.
El estreno de Música se realizará el sábado 10 de abril a las 19 horas; también se presentará el día 11, a las 18 horas, en el teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (Reforma Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).
De manera paralela a la función, en ese recinto cultural se presentará la exposición Butoh latinoamericano, con apoyo de la empresa Canon.
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