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Aspecto de la exhibición. (Foto: José Antonio López)
C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de abril 2010. (RanchoNEWS).- La exposición fotográfica y documental Carlos Pellicer: sobre el camino de las horas constituye un segundo esfuerzo de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) por revalorar el trabajo del grupo los Contemporáneos, expresa Gerardo de la Cruz, subdirector de documentación y publicaciones de esa dependencia. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
El año pasado se hizo una muestra a propósito del 70 aniversario del poema Muerte sin fin, de José Gorotiza.
Se presentó la oportunidad de recuperar piezas en torno a Pellicer (1897-1977), resguardadas por el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, en Morelia, Michoacán. «No tenemos noticia donde se montó, pero hasta donde sabemos estuvo desde 1999 en las bodegas del museo», explica De la Cruz.
Las reproducciones fotográficas, por ejemplo, del futuro poeta al año de nacido, y de su familia, provenientes de Morelia, se enriquecen con reproducciones proporcionadas por la Coordinación Nacional de Literatura.
Apasionado del arte prehispánico
Organizada de manera cronológica, en la muestra se intercalan poemas en cada etapa.
«La exposición se trabajó con base en el blanco y el negro, porque Pellicer era un hombre de aparentes contradicciones. Tenía un lado muy panteísta y otro muy católico; era tradicionalista y a la vez contemporáneo. Muy aguerrido, pero también muy pacífico», apunta Gerardo de la Cruz.
De igual manera impera el color azul en la medida que Pellicer «siempre decía que el agua era una constante».
Las imágenes ya son históricas, como aquella tomada con José Vasconcelos –Pellicer fue alguna vez su secretario particular– durante su campaña por la presidencia de México.
Vasconcelos no sólo impulsó a Pellicer, sino a todos los Contemporáneos, anota De la Cruz. El poeta también estuvo en España durante la Guerra Civil en ese país.
Figuran reproducciones de retratos hechos por Diego Rivera, Rufino Tamayo y, de sus manos, de la autoría de José Moreno Villa.
Si la primera parte de Sobre el camino de las horas está enfocada al desarrollo del tabasqueño dentro de la literatura, en la segunda se aborda el Pellicer museógrafo, profesión que estudió en París. Apasionado del arte prehispánico y de las culturas indígenas, el poeta organizó los museos Frida Kahlo, Anahuacalli y de La Venta, este último en Tabasco.
Se reproduce una fotografía proveniente del archivo del periódico Novedades, que refleja otra de sus pasiones: los nacimientos que año con año montaba en su casa.
La exposición que se presenta en la sede de la Coordinación Nacional de Literatura (en la planta baja de la Casa Leona Vicario, República de Brasil 37, Centro Histórico), también incluye libros, reproducciones de manuscritos, un video con una pequeña semblanza del homenajeado, audios con poemas en voz del autor de una colección del Fondo de Cultura Económica y tres registros del INBA.
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