Rancho Las Voces: Cine / Entrevista a Jacqueline Bisset
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sábado, junio 12, 2010

Cine / Entrevista a Jacqueline Bisset

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La actriz inglesa. (Foto: El Mundo)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 12 de junio 2010. (RanchoNEWS).- A sus 65 años, Jacqueline Bisset mantiene la belleza de los elegidos. La mítica actriz se pasea estos días por Ibiza en calidad de presidenta del jurado del Festival de la isla, que llega a su cuarta edición arropado por Terry Gilliam y Bigas Luna, entre otros. Retirada en su mansión de Hollywood Hills (dice que llegó a Los Ángeles para unos meses y lleva 20 años), la actriz se prodiga poco por la pantalla aunque sigue anhelando un gran papel y su talento se sigue dejando ver con cuenta gotas, lo próximo, la última película de Dennis Hopper The Last Film Festival. Todos los cinéfilos la recuerdan en La noche americana (F. Truffaut, 1978), Ricas y famosas (G. Cukor, 1981) y Bajo el volcán (J. Huston, 1982). Quien fuera uno de los sex symbols más deseados del planeta confiesa en esta entrevista sus fragilidades como actriz y mujer, aunque ha ganado con los años. Una entrevista de Juan Sardá para El Cultural:

¿Qué le ha traído hasta Ibiza para presider el Jurado?


Todavía no he visto las películas, pero en principio parece un lugar estupendo. Sólo venir ya es una gran experiencia. Creo que festivales como éste cumplen una gran labor, ya que se dedican a difundir el cine que realmente importa. Además, Ibiza desde luego es un gran lugar para organizar un certamen de este estilo.

Acaba de rodar con Dennis Hopper la que será su última película, The Last Film Festival.

Fue una experiencia inolvidable, Dennis tenía una mezcla entre ternura y pasión. Él sí debía saber que estaba enfermo pero el resto no teníamos ni idea. Él interpreta a un productor y yo a una de sus ex mujeres. Se trata de una comedia. Aunque tenga fama como actriz dramática, prefiero la comedia. Creo que soy mejor actriz en ese género.

¿Qué hace una inglesa como usted en Los Ángeles? Aunque, eso sí, mantiene el acento británico.

Fui para trabajar, me enamoré, y me quedé... Algo que tenía que pasar. Me gustan cosas de allí y me he acostumbrado, pero también me fascina Europa, un lugar donde hay mucha más cultura. Es una constante batalla interior, muchas veces me pregunto ¿qué hago yo aquí? Respecto al acento, me alegra haberlo mantenido.

¿Qué tipo de papeles espera que le ofrezcan?

Me siento satisfecha con seguir haciendo lo que hago. La carrera de una actriz son subidas y bajadas constantes. Quiero hacer cosas que no he hecho hasta ahora, necesito desafíos. Por eso hago películas independientes que luego no ve nadie. Pero yo sólo quiero trabajar en cosas que me hagan crecer como persona. Crecer continuamente. Soy una persona sensible, y quiero cosas duras, que me hagan aprender.

¿Rechaza muchos papeles?

Pues no tantos... Pero sí, rechazo. Mi anterior agente estaba desesperado porque decía que era demasiado exigente. El de ahora también protesta pero entiende mejor que no estoy dispuesta a trabajar a cualquier precio. Hay actores que se levantan todas las mañanas y simplemente trabajan, si es bueno, mejor, y si es malo, va por ello. Yo no soy así.

¿Cómo lleva el paso de los años como actriz?

Es difícil porque por una parte porque, como es sabido, hay pocos papeles de mujeres mayores. Y es triste porque uno mejora. Cuando envejeces te vuelves más frágil. Como actor, aprendes a comunicarte con tu cuerpo, lo usas como una maquina y con el tiempo te haces más sensible. Cuando empecé mis emociones estaban muy dentro, había que tirar de ellas, y ahora ese proceso es más rápido. La parte delicada es que te pueden herir mas fácilmente. Pero si notas que es un instrumento que perfeccionas, y eso lo puedes utilizar más allá de tu trabajo.

¿Siente nostalgia por los años en los que era una de las actrices más famosas y deseadas del mundo?

No creo que nunca fuera para tanto... Echo de menos trabajar en papeles intensos, apasionados, pero soy una persona muy celosa de mi vida privada. Lo mejor de la fama es conseguir mesa en un buen restaurante, no mucho más. Me siento bien ahora mismo. Hollywood desde luego es un sitio raro, a veces me siento dentro de ese mundo y otras muchas fuera de él.

¿Para usted ha supuesto algún problema ser tan guapa en su carrera?

No pienso mucho en ello, no me percibo a mí misma de esta manera. A veces me miro en el espejo y me gusto pero otras muchas veces, no. Lo que sí he notado es el deseo en los ojos de los hombres, y más bien lo que ha sucedido es que mucha gente no se atrevía ni a mirarme a la cara. Un productor me dijo que mis ojos eran muy fuertes, furiosos, y que le recordaban a los de Jack Nicholson porque resultaban intimidatorios. Así que empecé a no mirar tanto a los ojos de la gente, sino a mirar a sus zapatos. De todos modos, la mayoría de las veces no puedo evitar mirar a los ojos, es lo que me sale.

¿Cree que el cine atraviesa un buen momento artístico?

Afortunadamente siguen existiendo las buenas ideas, la gente con talento. Pero sí percibo que el negocio del cine cada día es más negocio y menos cine. Además, cuando sucede una crisis como la que padecemos los productores se vuelven más conservadores, arriesgan menos. A la vista está que los grandes estudios han cerrado sus divisiones más artísticas. En mi país, Gran Bretaña, también se producen ahora menos películas y priman las más obvias.


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