Los analistas dicen que el costo de atribuir un valor excesivo a la amenaza del Sr. Hussein era mínimo, mientras que el costo de menospreciarlo podía haber sido incalculable.
– The New York Times, 20 de julio del 2003
– The New York Times, 20 de julio del 2003
.
En el Hospital Queen Mary
le adaptan a Ali Abbas brazos prostéticos.
Robin Cooper, especialista en la prótesis,
dice que el muchacho podrá
tener una vida casi normal,
pues con extremidades postizas
es posible conducir automóviles,
incluso pilotear avionetas.
Pronto Ali comprenderá que lo único
que desea hacer
es tener a su amada entre los brazos y
acariciar la suave piel de su primer hijo.
Quizá entonces aprenderá
a lanzar granadas
con sus manos prostéticas.
REGRESAR A LA REVISTA