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María Cristina García Cepeda, directora general del INBA, el artista Francisco Toledo, Santiago Pérez Garci, director del Munae y Xavier Guzmán, subdirector de Patrimonio Artístico Inmueble en el Museo Nacional de la Estampa. (Foto: cortesía del INBA)
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iudad Juárez, Chihuahua. 25 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- El artista Francisco Toledo donó a la colección del Museo Nacional de la Estampa (Munae) 45 grabados de su serie Las fábulas de Esopo. Una nota de la redacción de La Jornada:
Las piezas del pintor y grabador, en las que plasmó un imaginario propio a partir de la reinterpretación de las historias del escritor griego son parte de la exposición De fábula: Francisco Toledo. Obra reciente, que se exhibe en ese recinto.
La donación fue recibida por la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda y por Santiago Pérez Garci, director del Munae, durante la reciente visita que Toledo realizó al recinto la semana pasada.
El INBA agradeció en un comunicado el gesto de Toledo, quien «ha desarrollado además una intensa y productiva labor de promoción y difusión cultural, y que ahora contribuye a enriquecer el patrimonio artístico nacional».
El proyecto de la serie de imágenes recreadas a partir de las fábulas de Esopo surgió en el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), en San Agustín Etla, Oaxaca, fundado por Toledo.
El hallazgo de una edición ilustrada de las fábulas de Esopo, impresa en Oaxaca en 1849, fue la semilla de esa iniciativa del artista para realizar una edición con imágenes inspiradas en los relatos, y después publicar las narraciones en varias lenguas indígenas, como textos que sirvan de material didáctico a los profesores bilingües.
Relatos de la infancia
Imágenes afines a su trabajo, son las ilustraciones de relatos escuchados desde la infancia, muchos de los cuales se han mezclado con el imaginario popular, recordó Toledo en la inauguración de Fábulas de Esopo en el CaSa, en junio de 2013.
Figuras de leones, camellos, ranas, lobos, asnos, serpientes y zorros se integraron a una fascinación que Toledo ha manifestado anteriormente en su obra al retomar referencias literarias, como lo hizo con la zoología fantástica, de Borges, o en la obra de Kafka, Informe para una academia.
La colección de grabados después se exhibió de forma itinerante en Puebla, Aguascalientes y finalmente llegó a la ciudad de México, donde abrió sus puertas al público el pasado marzo.
«La carpeta fortalecerá el acervo del Munae, una de las colecciones más importante del país, y la más relevante de México en estampa y grabado, conformada por más de 12 mil piezas», se destacó en la ceremonia de inauguración, donde se anunció la decisión de Toledo de donar la serie de grabados.
La exposición en el Munae, que reúne 78 estampas sobre papel y 43 planchas de zinc o cobre con los grabados originales, realizadas en diversas técnicas, como aguafuerte, aguatinta, azúcar y punta seca, concluirá el 29 de junio, luego de una prórroga debido a la afluencia de visitantes que ha recibido la muestra sobre el trabajo reciente realizado por el artista.
De manera complementaria, en el recinto ubicado en avenida Hidalgo 39, Centro Histórico, también se muestra Mis quince libros favoritos del Iago, que reúne 23 carteles impresos en los talleres de gráfica del CaSa y que se une a la celebración por el 25 aniversario del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, también fundado Francisco por Toledo.
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