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lunes, junio 23, 2014

Noticias / México: Fiesta Callejera para el poeta Efraín Huerta en el DF

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La pieza artesanal «Cocodrilo-Alebrije», que fue realizada por alumnos y personal del Faro de Oriente, reptó ayer por calles como la avenida Juárez.. (Foto: Jesús Alejo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 23 de junio de 2014. (RanchoNEWS).- Un gran cocodrilo con el rostro de Efraín Huerta reptó durante el día de ayer por la avenida Juárez, atrás de ese alebrije-cocodrilo realizado por el Faro de Oriente, poetas como Vicente Quirarte, Marcelo Uribe, José María Espinasa y Coral Bracho, caminaron con pancartas, banderines y carteles en color verde con reproducciones de algunos de los «Poemínimos» de Efraín Huerta, el poeta mexicano nacido el 18 de junio de 1914, que ayer fue celebrado con una Fiesta Callejera organizada por el Centenario de su nacimiento, escribe Yanet Aguilar para El Universal desde la Ciudad de México.

Desde las 11 de la mañana, se desarrolló entre la avenida Juárez esquina con Reforma, la explanada del Palacio de Bellas Artes y el Kiosco de la Alameda Central, una fiesta carnavalesca en la que no faltó un gran cocodrilo con el rostro de Huerta, zanqueros y malabares, actores representando a algunos de sus icónicos personajes citadinos que están presentes en poemarios como Los hombres del alba.

Tampoco faltaron sus amigos los poetas, ni sus hijos: David, Andrea y Eugenia Huerta; ni descendientes de uno de los grandes amigos de Efraín, José Revueltas, otro escritor que será celebrado en su centenario.

Espectáculos de teatro, música, lecturas y conciertos con base en la obra y la vida del poeta mexicano Efraín Huerta, llamado «El Gran Cocodrilo», fueron parte del programa de actividades con las que ayer cerró el Homenaje nacional a Huerta en el Distrito Federal.

Una Fiesta Callejera que arrancó a las once de la mañana y que concluyó pasadas las 15 horas en la Alameda Central, uno de los espacios de la ciudad de México sobre la que escribió Huerta.

Jóvenes de Prepa Sí, del gobierno capitalino no dejaron de leer poemas de Permiso para el amor, brevísima antología que estuvo a cargo de David Huerta, y que coeditaron la Secretaría de Cultura del DF, Conaculta, la Secretaría de Educación de la ciudad de México y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Ese poemario que celebra al Efraín Huerta amoroso se regaló entre los paseantes dominicales de la Alameda y Bellas Artes.

Otros tantos jóvenes y adultos que forman parte de los grupos y talleres que se imparten en el Faro de Oriente, no sólo participaron con la elaboración del alebrijecocodrilo de Efraín Huerta, también portaban banderines con algunos de sus Poemínimos y declamaban otros poemas de una selección hecha para universitarios en Radio Faro, una radiodifurosa de corto alcance en Iztapalapa.

Muchos otros de los participantes eran estudiantes de la Escuela de Música del rock a la palabra y otros tantos más de la Escuela Nacional de Teatro que caminaron con menos emoción, pero sí ataviadas ellas con largos vestidos rojos, por calles del centro como la Avenida Juárez, al ritmo de los tambores de un grupo de músicos y de las acrobacias de un grupo de practicantes de capoeira que le puso el sabor brasileño a ese pasacalles en homenaje a Huerta.

Entre Huertas y Revueltas

Cuando el pasacalles que celebró ayer a Efraín Huerta llegó a la explanada de Bellas Artes, Olivia Revueltas y su hija, corearon a todo pulmón consignas en memoria de la poesía de Huerta, quien fue muy amigo de su José Revueltas. Ya instalados durante unos minutos frente a Bellas Artes, David Huerta se percató de la presencia de las descendientes de Revueltas, quien dijo fue «uno de los hermanos de Efraín» y gritó junto con ellas «¡Viva la poesía!, ¡Viva Efraín Huerta!, ¡Viva José Revueltas!».

Para entonces ya Ricardo Cayuela, director de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura del gobierno del Distrito Federal, encabezaban la Fiesta Callejera, enharbolando la pancarta principal que decía: «¡Feliz cumpleaños Gran Cocodrilo! 100 años de Efraín Huerta». Fueron ellos quienes ofrecieron breves discursos en el Kiosko de la Alameda Central en los que celebraron el amor y también el odio de Efraín Huerta por la ciudad de México; quienes destacaron su poesía y su lirismo; y quienes agradecieron a la familia y llamaron a que los que no lo han leído se acerquen a su obra.

Durante la Fiesta Callejera muchos fueron sorprendidos; unos por la pieza teatral que María Aura interpretó dentro de una burbuja de plástico sobre un pedestal; otros fueron sorprendidos por un «Asalto escénico» a cargo de la Compañía Teatro de Calle a partir de Poemínimos de Efraín: «Ahorita vengo, voy a dar un paseo alrededor de mi vida. Ya llegué» o «No desearás la poesía de tu prójimo» o «D.D.F. Dispense usted las molestias que le ocasiona esta obra poética».

Antes de la lectura poética en voz de los actores Carlos Bracho y José María de Távira; y antes del concierto con las voces de Oliver Montes, Fernanda Mora, Betsy Pecanins, Alexis Díaz Pimienta y alumnos de la Escuela de Música del rock a la palabra, que cerró el festejó por el centenario del nacimiento de Efraín, David Huerta dijo: «Saludamos la poesía vigorosa de Efraín Huerta; saludamos su vida, saludamos su generosidad, su sentido de la amistad y del amor, su sentido de estar con sus semejantes y de estar en el momento oportuno».

La crónica de Jesús Alejo de Milenio

Pocas veces se festeja a un poeta como se hizo con Efraín Huerta: con un espíritu festivo, más lúdico que solemne. Su poesía se apropió del tramo de avenida Juárez que va de Paseo de la Reforma al Eje Central Lázaro Cárdenas en una fiesta callejera, con batucada y todo, donde las pancartas políticas se convirtieron en acciones poéticas para conmemorar el centenario de su nacimiento.

Alrededor del mediodía, un contingente encabezado por David Huerta, hijo de El Gran Cocodrilo, además de Ricardo Cayuela, director General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, además del secretario de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, recorrieron esos metros en medio de gritos de apoyo a Efraín, de música, de porras para recordar la poesía de un hombre que le escribió a la ciudad, a la mujer, a la patria y a todo aquello que le sirviera para expresar su sentir:

«Estoy / Exactamente / A /Un metro / Con 74 centímetros / Sobre / El / Nivel / Del mal», se lee en una de las pancartas que jóvenes de Prepa Sí o de la Escuela Nacional de Arte Teatral llevaban sobre sus cabezas, cual si fuera una manifestación cotidiana en las calles de la Ciudad de México.

«Efraín Huerta fue un hombre de la calle, al que le gustaba caminar: un peatón. Su poesía es una poesía de un caminante de la ciudad, a la que amaba y su pasión llevaba implícita la rebeldía, el amor a la libertad, el amor a la justicia, la indignación y la necesidad de pensar que era necesario, y que es necesario siempre, imaginar mundos mejores y luchar por ellos», aseguró el secretario de Cultura del D. F., Eduardo Vázquez Martín.

Ya instalados en el Kiosco de la Alameda Central, donde se desarrolló gran parte de la fiesta callejera, Ricardo Cayuela resaltó la importancia de trabajar junto con la Secretaría de Cultura local en homenaje a Efraín Huerta, sobre todo porque al final de lo que se trata es que un mayor número de lectores se acerque a su obra.

«Toda celebración es una excusa para volver a la obra de los autores, que es lo único importante. Un autor, por más consagrado que sea, no existe si no hay un lector del otro que quiera acercarse a él: nosotros queremos que hoy nazcan muchos y nuevos lectores de Efraín Huerta».

El recorrido estuvo encabezado por el Alebrije-Cocodrilo realizado por el Faro de Oriente, pero también se llevó a cabo un Asalto escénico a cargo de la Compañía Teatro de Calle; lectura del poemario Permiso para el amor, por Carlos Bracho y José María de Tavira, un concierto-homenaje a Huerta, con la voz de Arturo López y Antonio Segura en la marimba; así como más música con Guillermo Zapata y Habib Antonio Gedeón, para culminar con otro concierto, a cargo de Oliver Montes, Fernanda Mora, Betsy Pecanins, Alexis Díaz Pimienta y alumnos de la Escuela de Música Del Rock a la Palabra.




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