C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de febrero de 2017. (RanchoNEWS).-El escritor Antonio Iturbe (Zaragoza, 1967) ha ganado el Premio Biblioteca Breve de narrativa por su novela A cielo abierto, centrada en la figura de Antoine de Saint-Exupéry, autor de El principito y uno de los pioneros de la aviación francesa. El jurado, compuesto por los escritores Pere Gimferrer, Fernando Aramburu y Manuel Longares, la librera Lola Larumbe y Elena Ramírez, directora editorial de Seix Barral, el sello que otorga el premio, ha destacado en su fallo «la cuidada recreación de la figura de Saint-Exupéry y el tratamiento narrativo de la épica de los primeros años de la aviación civil francesa en una novela de arriesgadas aventuras con un fiel trasfondo histórico». Fernando Díaz de Quijano reporta para El Cultural.
A cielo abierto, con un marco temporal que abarca desde 1923 hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuenta las vidas de tres amigos aviadores: Saint-Exupéry, Jean Mermoz y Henri Guillaumet, todos personajes reales. Según ha recordado el autor de la novela, Mermoz es un héroe de la aviación francesa que hoy tiene una calle con su nombre cerca de los Campos Elíseos. Consiguió entrar en la compañía Aeropostale, estableció una línea entre Francia y Senegal e introdujo también en la compañía a Guillaumet, otro fantástico piloto. Mientras tanto, Saint-Exupéry había dejado la aviación por culpa de un ultimátum de su familia política. Enamorado de una joven aristócrata, aceptó un trabajo de contable que era la antítesis de su pasión por volar. «Era un contable nefasto, al estilo de Ignatius Reilly en La conjura de los necios. En los reversos de los albaranes empezó a dibujar ese pequeño personaje de pelo rizado y capa que se convirtió en una obsesión para él». Finalmente, se unió también a Aeropostale y los tres amigos, reunidos en Toulouse, se convirtieron en carteros aéreos a lomos de «bicicletas voladoras, esos biplanos hechos con madera y tela» con los que se jugaron la vida en innumerables ocasiones. De hecho, los tres murieron mientras pilotaban.
«Esta es una novela de aventuras pero también moral», ha señalado Iturbe. En ese sentido, se inspira en la propia obra de Saint-Exupéry. «Era un héroe desastroso, desordenado, infiel, le gustaba la noche, pero cuando se sentaba a escribir se convertía en un moralista. Sé que la novela moral no está de moda, pero a mí me gusta, y esta lo es. Me parece importante que las novelas, además de contar cosas, tengan un sentido moral. No podemos saber de dónde venimos ni adónde vamos, pero sí cuál es nuestro lugar en el mundo y cómo decidimos relacionarnos con los demás».
La novela está escrita en presente, en consonancia con el espíritu juvenil y aventurero de los personajes y de sus peripecias. La acción se desarrolla en multitud de lugares, desde Francia a los Andes, pasando por España, África y varios países de Latinoamérica. Además de las aventuras de los tres personajes, el libro cuenta el origen de las obras literarias de Saint-Exupéry, que ha pasado al imaginario popular como autor de El principito pero escribió otras obras notables para adultos, la mayoría sobre aviación, como Tierra de hombres, Vuelo nocturno y Piloto de Guerra, que tanto el autor como los miembros del jurado, especialmente Gimferrer, han alabado durante la rueda de prensa en la que se ha anunciado el premio este lunes, en el Museo Marítimo de Barcelona.
Aramburu ha destacado de la novela de Iturbe que es «muy entretenida en el sentido positivo de la palabra, en la que abundan los diálogos, una narración en presente sin incisos ni pasajes explicativos y bien rematada». «Reconoce, Antonio, que estos tres personajes te lo pusieron a huevo. Todos tuvieron una muerte heroica y en distintos momentos, lo que te ha permitido dosificar sus muertes en la novela». También ha señalado el miembro del jurado que la novela está escrita con «una prosa eficaz que no es la de un estilista», y ha alabado que «lo histórico no ahoga lo novelesco, ni lo novelesco desvirtúa lo histórico» en un autor que ya practicó este ejercicio de equilibrismo en su anterior novela, La bibliotecaria de Auschwitz. Por su parte, Lola Larumbe considera esta novela una «estupenda oportunidad para quien no conoce la biografía de Saint-Exupéry», así como «un regalo para cualquier librero» porque puede interesar «a todo tipo de lectores». Manuel Longares ha destacado del libro «una virtud infrecuente: es encantador. Como consecuencia, el lector queda hechizado desde las primeras páginas hasta el final».
Además de escritor, Iturbe es periodista cultural. Ha trabajado en El Periódico y, durante 19 años, en la revista Qué leer, que dirigió los últimos siete. También es profesor de comunicación en la Universidad de Barcelona y en la Autónoma de Madrid. Se define como «un Mortadelo afortunado» que va cambiando continuamente de disfraz y que cuando llega a casa se pone el batín y se convierte en escritor.
«Esta no es una biografía en absoluto», afirma el autor. No está la verdad notarial, existen magníficas biografías que he manejado pero no era esa mi intención. Este es un relato desde el motor de los aviones que te mancha de grasa. Me he empapado de Saint-Exupéry como un bizcocho borracho, con ese licor de su prosa moralista y aventurera. Espero que haya funcionado».
Iturbe se une así a una lista de ganadores que en los últimos años han conformado escritores como Poniatowska, Javier Calvo, Rosa Regás, Fernando Aramburu, Fernando Marías y Ricardo Menéndez Salmón. Al Premio Biblioteca Breve de Novela, dotado con 30.000 euros y que concede Seix Barral, se han presentado en esta edición 780 manuscritos llegados de varios países lationamericanos como Colombia, México, Chile, Cuba, de Estados Unidos, y principalmente de España y Argentina.
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