Egon Schiele, Self-Portrait with Chinese Lantern Plant, 1912. (Foto: Leopold Museum)
C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de febrero de 2018. (RanchoNEWS).-En 1912 lo acusaron de pornógrafo, el juez ordenó quemar uno de sus dibujos y pasó una temporada en la cárcel. Tenía 22 años. En la década de los años 30, ya muerto y con los nazis en la Cancillería austriaca, su consideración no mejoró: pasó a ser un artista degenerado. Hace unas semanas, en la conmemoración del centenario de su muerte, las ciudades de Londres y Hamburgo decidieron que sus obras no podían ser contempladas al aire libre.
Ha pasado un siglo y Egon Schiele (Tulln, 1890-Viena, 1918) sigue saltándose las reglas que gobiernan la moralidad en el dominio público. La Oficina de Turismo de Viena eligió sus pinturas para lanzar los carteles de la campaña en el Reino Unido que celebra los cien años del modernismo vienés y el metro de Londres los rechazó por la «turbación» de tener que mostrar genitales en el espacio público. Las obras de arte debían estar tapadas. Ni siquiera pixeladas. Lo mismo ocurrió en la campaña en Alemania.
David Granda escribe el articulo para El Cultural.
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