Abreu y Dudamel, en un acto en San Francisco en 2012. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de marzo de 2018. (RanchoNEWS).- Mi corazón está abrumado. Me viene a la cabeza un haiku de Jorge Luis Borges que corona la Academia de Santa Cecilia, en Roma: «Callan las cuerdas, la música sabía lo que yo siento».
La música y el arte han perdido a una de sus más luminosas figuras. El Maestro José Antonio Abreu, como nadie en nuestros tiempos, nos enseñó que el arte es un derecho universal y que la inspiración y la belleza transforman irreversiblemente el alma de un niño, convirtiéndolo en un ser humano más pleno, más sano, más completo, mas feliz y, por ende, en un mejor ciudadano.
El texto de Gustavo Dudamel lo publica El País
REGRESAR A LA REVISTA