Fotograma del filme Tú y yo de Bertolucci. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de noviembre de 2018. (RanchoNEWS).- Bertolucci ha muerto, musité, recordando el inicio de Novecento, el grito en la noche de «Verdi ha muerto». Me ha llevado a la sala de cine hasta el final, aunque dejara para su pase televisivo algunos de sus filmes de estética publicitaria, que los hizo, y a gran escala, como la recreación del último emperador chino, Pu Yi, en la que la cámara cruzaba la Gran Muralla y allí el cineasta y su inseparable director de fotografía, el gran Vittorio Storaro, retozaban de lo lindo en un espot interminable de lo chino visto por occidentales. Guardo y atesoro el visionado de su último film, mal comprendido, Tú y yo (2012), que vi dos veces en dos días en el Verdi y que volveré a ver ahora. Dos hermanastros, un adolescente y una joven de veintitantos, en un sótano, huyendo él de los padres y ella buscando droga, un retrato apasionado y desesperado de la juventud italiana de hoy, encerrada en un viejo trastero con un solo juguete: esconderse, drogarse.
Volverá el Tango, me dije. Y volveremos a hablar de la mantequilla y la sodomía de Maria Schneider. Así fue en las noticias: había muerto el director del Tango y de la violación de su actriz durante el rodaje.
El texto de Mercè Ibarz fue publicado en El País
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